Michelle Obama, contra la obesidad
La primera dama estadounidense será la imagen y la principal portavoz de la nueva campaña del Gobierno
La primera dama estadounidense, Michelle Obama, se convertirá en la imagen y principal portavoz de la nueva campaña contra la obesidad que planea poner en marcha el Gobierno estadounidense. La iniciativa incluirá una campaña informativa que ofrecerá consejos saludables a los ciudadanos, como comer más frutas y verduras, y abogará por añadir programas de educación física de alto nivel en las escuelas así como por abrir más supermercados en las comunidades de bajos ingresos.
En este sentido, Obama, quien según sus declaraciones pretende "hacer de la obesidad infantil una causa", ha ayudado a hacer visible esta semana el anteproyecto de la Inspectora General de la Salud, Regina Benjamin, acerca de lo que se puede hacer en casa, en el colegio y en el trabajo para revertir los efectos de esta "epidemia" que afecta a cerca de dos de cada tres personas en este país.
La Administración Obama está invirtiendo 465 millones de euros para la puesta en marcha de programas de prevención destinados a frenar la gordura y el consumo de tabaco. No obstante, la primera dama ha advertido que la solución a la obesidad "no puede salir sólo del Gobierno". "Todos tienen que estar dispuestos a poner su parte para poner fin a esta crisis de la salud pública", ha aseverado. "Esto no será fácil ni pasará de la noche a la mañana. Y no ocurrirá simplemente porque la primera dama lo haya convertido en su prioridad", ha dicho Obama, en una audiencia a hijos de abogados en un centro recreativo en Alexandria, en las afueras de Washington.
Estados Unidos gasta más de 100.000 millones de euros al año debido al problema de la obesidad y sus complicaciones derivadas. El coste se duplicó desde 1998 y supera al de los gastos vinculados al cáncer, según la Administración. "Cuanto menos sanos estemos como nación, más subirán los costes del cuidado de la salud y menos competitivos seremos a nivel mundial", ha señalado Obama.
En agosto del año pasado, la familia Obama protagonizó involuntariamente una campaña contra la obesidad, en concreto contra la mala alimentación en las escuelas. "Si las hijas de Obama comen sano en el colegio, ¿por qué yo no?", era el lema de la campaña, pagada por el grupo sin ánimo de lucro Comité de Médicos por una Medicina Responsable. En los carteles, que generaron una gran polémica, se veía a una niña negra.
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