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La universidad privada consolida en Madrid su dominio en Medicina: el 51% de los nuevos alumnos abonará más de 110.000 euros por el título

Desde 2023, la mayoría de los que empieza el grado lo hace en campus de pago, mientras que los becados en las públicas han bajado del 17,5% al 14,8% en nueve años

Facultad de Medicina de la Universidad Complutense
La entrada a la facultad de Medicina de la Universidad Complutense, este miércoles.Claudio Álvarez
Elisa Silió

Las dos últimas presidentas de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes e Isabel Díaz Ayuso, estudiaron la posibilidad de abrir el grado de Medicina en la Universidad Carlos III (pública), pero no solo se echaron atrás, sino que poco a poco han ido favoreciendo la expansión de las plazas en los campus privados. Hasta el punto de que no solo se oferta el título en menos universidades públicas que privadas (cuatro frente a seis), sino que desde el curso pasado su número de alumnos es mayor en primero ―950 plazas en la privada y 937 en la pública, según los datos ministeriales― y la brecha no va a dejar de crecer, porque en la Camilo José Cela se inauguró en 2023 y va a ir ampliando cupo y la Antonio de Nebrija se estrena este septiembre con 90 plazas. Es decir, al menos el 51,4% de los alumnos de primero de Medicina está inscrito en la privada.

La inversión que tienen que hacer los padres es enorme, pues el coste por curso es de media 20.000 euros. En total, 120.000 euros en los seis años de carrera de Medicina. Por contra, en la pública el alumno costea 1.240 euros anuales y el resto lo sufraga la Comunidad de Madrid. Desde que cambió el sistema con el Plan Bolonia en 2015, los alumnos de Medicina en la privada han subido un 18% mientras se reducían un 4,2% en la pública, no por falta de demanda (hay 13 solicitudes por plaza). La conferencia de decanos de Medicina de España no es partidaria de saturar el mercado con nuevos titulados ―hay muchas privadas que aún no han graduado a su primera promoción― y, en el caso de Madrid, la asfixia presupuestaria de la universidad pública es tal, que los rectores solo piensan en poder abrir al día siguiente.

Las universidades públicas madrileñas que ofrecen Medicina (Complutense, Alcalá, Rey Juan Carlos y Autónoma) accedieron el curso pasado a aumentar algo el cupo de plazas a cambio de una partida millonaria extra del Gobierno central ―52 millones a repartir entre las facultades españolas― para invertir en profesorado y medios hasta que gradúen tres promociones. Los ministerios de Sanidad y Universidades (ahora Ciencia, Innovación y Universidades) intentaron paliar con este aumento la discutida falta de médicos de los próximos años. Si no, la grieta entre pública y privada en la capital sería mucho más grande.

Cada vez hay menos alumnos que estudian Medicina con becas y ayudas del Estado en las universidades públicas madrileñas ―de 953 matriculados en 2015 (el 17,5% del total) a 731 en 2023 (el 14,8%)―, mientras que crecen en las privadas ―de 67 (2% del total) a 109 becados (2,6%). Medicina exige una dedicación completa durante seis años más el MIR (ya con salario), y suele ser incompatible con un trabajo, y eso hace tradicionalmente a los universitarios de pocos recursos inclinarse por carreras más cortas como Enfermería (cuatro años de clases, con trabajo al finalizar).

En el total de los seis cursos, hay aún 800 estudiantes más de Medicina en las aulas públicas de Madrid que en las privadas, pero las tornas cambiarán pronto con las nuevas dos facultades y serán mayoría. La Universidad de Navarra (privada) tuvo el monopolio en la comunidad foral hasta que la Universidad Pública de Navarra inauguró el grado en 2019, pero estas proporciones no se ven en el resto de España.

Las tarifas de Medicina en las universidades privadas en Madrid van desde los en torno a 18.000 euros al año en la Nebrija y el CEU San Pablo, a los entre 22.000 y 23.000 euros de la Alfonso X, Camilo José Cela o la Europea. No solo hay alumnos adinerados, sino familias de clase media que gastan sus ahorros en la vocación del hijo o se endeudan. El 82% de los alumnos de Medicina de las universidades privadas tiene uno o dos progenitores con estudios superiores y en el 62% de los casos con ocupaciones profesionales altas, según un estudio del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Le siguen los alumnos de ingenierías a mucha distancia.

En Madrid hay 13 universidades privadas y la intención expresada por el Ejecutivo autonómico es que la cifra suba, por lo que previsiblemente habrá más que se sumen al carro de la medicina, una disciplina con muchas ventajas ―prestigio, alumnos brillantes, plazas cubiertas, polo de atracción de fondos de investigación―, pero que también requiere de una fuerte inversión en instalaciones propias y acuerdos con hospitales para hacer las prácticas. A veces surgen fricciones con las facultades públicas porque las plazas son escasas.

Las prácticas no son un problema para HM Hospitales, que ha cambiado el acuerdo con el CEU-San Pablo por uno con la Camilo José Cela. “Tenemos siete hospitales y vamos a hacer tres más y esos irán para los alumnos que hagamos con la Camilo José Cela. No tenemos por qué empezar con 200 alumnos. Abriremos a uno por año, por lo que podríamos tener más capacidad de trabajar”, explicó su presidente, Juan Abarca, durante la presentación del convenio con la UCJC hace dos años. Es decir, espacio y medios para acoger a muchos más alumnos.

“Vamos a destinar parte de los ingresos a retener talento. Gente que en un momento determinado tenga nota, pero no los recursos suficientes”, abundó Abarca. “Esto no se trata de competir con la pública, sino ampliar la oferta, y permitir acoger a aquellos alumnos que quieran recibir una formación más personalizada”. Se destinan 130.000 euros a becas, anualmente.

Las privadas ofrecen becas específicas de Medicina, pero casi nunca ligadas al bolsillo familiar. La Universidad CEU-San Pablo otorga hasta 10 becas a los mejores estudiantes y la Alfonso X, seis. La Europea, por su parte, reserva seis becas (cinco parciales) a los mejores expedientes, mientras que la Francisco de Vitoria publicita “créditos al honor” que se devuelven con el tiempo o descuentos a los hijos de médicos. Por contra, la debutante Nebrija sí tiene en cuenta el umbral de renta para sus cinco becas parciales.

Otras carreras en la misma tendencia

Esta mayoría de universitarios de campus privados en Medicina en la capital, se observa también en Veterinaria, otro grado con alta demanda y un alto coste en instalaciones y docencia. Los de la pública (entraron el curso pasado 159 nuevos) son casi la mitad que en la privada (283), pero en este caso la proporción no es nueva. Desde 2016, los alumnos de primero han crecido un 18% en la privada y caído un 4,3% en la pública. El coste total asciende a 87.500 euros en la Alfonso X y 89.800 en la Europea, frente a los 6.200 en la Complutense. Los colegios profesionales no se cansan de repetir que sobran veterinarios salvo en zonas rurales, pero se siguen abriendo facultades.

Y la tendencia se repite en Psicología, un grado con unas tarifas asequibles para más bolsillos (desde 7.500 al año). La privada adelantó a la pública en 2021 en la región. Ya hay 14 universidades (10 privadas) que la ofertan. Como en veterinaria, hay sobreoferta en el mercado, según los colegios de psicólogos, pero mucha demanda de los jóvenes.

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Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.
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