La vuelta a clase será presencial: Educación reclamará a las comunidades más “tensión” en la aplicación del protocolo anticovid
El Gobierno cree que la primera semana habrá un repunte de aulas confinadas, pero confía en que el 70% de los escolares tenga la primera vacuna a inicios de febrero y los contagios amainen
Las clases desde infantil a las universitarias se reanudarán el próximo lunes 10 de enero sin retrasos, ni grupos en casa, ni exámenes virtuales. No hay cambios previstos, pero el Gobierno va a pedir a los ejecutivos autonómicos en el Consejo Interterritorial de Sanidad de este martes que los centros educativos extremen las medidas anticovid que se fueron relajando según remitía la pandemia, hoy desbocada por la variante ómicron. En muchos centros, aunque los protocolos aprobados en junio de 2020 no se han descafeinado, las estrictas reglas que permitieron no cerrar las aulas el curso anterior ―cuando hubo más desdobles de grupos― se han aplicado de forma más laxa: se ha permitido a los niños quitarse la mascarilla en el patio, no se han aireado las aulas con tanto esmero y la toma de temperatura a la puerta ha funcionado de forma irregular.
No se esperan grandes tensiones en la reunión de este martes pues la mayoría de las comunidades, en muchos casos por boca de sus presidentes (Castilla y León, Galicia o Castilla-La Mancha), han mostrado su interés en mantener la presencialidad en las aulas. Las únicas comunidades que han dudado en la modalidad de enseñanza, pero no harán cambios, han sido dos en manos de los populares: Madrid, que se planteó dejar en casa a los alumnos mayores (3º y 4º de la ESO y Bachillerato), y Murcia. “La Comunidad de Madrid es consciente de la importancia que tiene para las familias que los alumnos vuelvan de manera física a los centros, ya que además de los beneficios pedagógicos de las clases presenciales, los colegios son un elemento esencial en la conciliación de la vida laboral y familiar”, ha explicado el consejero de Educación, Enrique Osorio, sobre su decisión final. La otra opción habría resultado polémica tras mantener abiertas las discotecas y los conciertos multitudinarios. En esta región los niños tendrán que volver a llevar la mascarilla en el patio, para cumplir la nueva regla de uso en exteriores.
Entre las medidas que se están estudiando está también el posible cambio de las cuarentenas de los alumnos, que ahora deben aislarse durante 10 días si son considerados como contacto estrecho de un caso positivo y no están vacunados. Un borrador de la actualización que Sanidad está preparando del protocolo covid para los centros educativos, al que ha tenido acceso la Cadena SER, propone que los alumnos de infantil y primaria no tengan que hacer cuarentena en ningún caso. “Estarán exentos de cuarentena, independientemente de su estado vacunal, todos los contactos estrechos de educación infantil y todos los contactos estrechos tanto de los grupos de convivencia estable, GCE [grupos burbuja], como de los grupos no organizados como GCE de educación primaria”, dice el texto.
El Ministerio de Sanidad advierte de que el texto no es aún definitivo, informa Pablo Linde, por lo que está por ver si prospera esa propuesta. En todo caso, en esa misma senda, Andalucía ha anunciado este lunes que no exigirá a partir de ahora la cuarentena de aulas completas cuando registre casos positivos de alumnos en aulas burbuja, informa Javier Martín-Arroyo. “Ante cualquier brote o caso positivo se aislará a los alumnos en coordinación con la enfermera del centro de salud”, ha avanzado el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre. El pasado viernes Madrid también anunció que no aislaría a toda la clase. Mientras que en Navarra, desde inicios de curso, cuando hay un caso positivo se criba con PCR a todos los escolares y, si todas las pruebas son negativas, continúan en clase.
En la última semana del curso estuvieron confinadas el 1,3% de las aulas en España, el mayor porcentaje de todo el trimestre, coincidiendo con el crecimiento exponencial de los casos de la variante ómicron. El Gobierno prevé que esa cifra se supere tras la primera semana de clase, pero considera que será un repunte muy corto, sin continuidad en el tiempo, pues confía en que a finales de febrero más del 70% de los alumnos de entre 5 y 11 años ―los escolares de último curso de infantil y todos los de primaria― tenga al menos puesta la primera dosis de la vacuna. En España hay 3,3 millones de niños de esa franja de edad y ya se han repartido 1,3 millones de inmunizaciones. Esta semana está previsto que lleguen dos millones. Según datos del Ministerio de Sanidad, el 29 de diciembre estaban inoculados el 26,8% de estos menores, con grandes diferencias regionales: del 20,7% en La Rioja al 37,5% en Asturias.
De las 5.433 aulas que se confinaron la última semana del trimestre pasado apenas un centenar pertenecían a secundaria o Formación Profesional, pues los jóvenes de entre 12 y 18 años se ha vacunado mayoritariamente (el 89,9% el pasado 29 de diciembre). El Gobierno reconoce que la franja de los jóvenes de entre 18 y 29 años, coincidente con la etapa universitaria, le preocupa especialmente y el tema se va a tratar en la interterritorial. Son los que más alternan en lugares de fuerte transmisión de la covid ―como bares, conciertos, botellones ilegales o discotecas― y los segundos más reticentes a vacunarse. Está inoculado el 84,3% de los jóvenes de entre 20 y 29 años, tres puntos más que en la franja de 30 a 39 años, pero muy por debajo de los mayores de 60 años, que rozan el 100%.
Muchos colectivos se han mostrado partidarios de la presencialidad, como CEAPA, la coordinadora que agrupa a los padres de la escuela pública. “Es el único modo de garantizar la equidad e igualdad de oportunidades para todo el alumnado”, asegura Leticia Cardenal, presidenta de CEAPA, que engloba a 12.000 asociaciones. Pero también reclama que haya más refuerzo de profesorado para realizar desdobles de clases, como ocurrió el pasado curso, bajada de ratios o más medidas de distanciamiento.
A este llamamiento de los padres se ha sumado en un comunicado el sindicato mayoritario entre los profesores, Comisiones Obreras: “Hay que reducir las ratios a un máximo de 20 estudiantes por aula para garantizar la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros. Para ello, es necesario recuperar e incrementar las plantillas extra del curso pasado y asegurar todas las sustituciones del profesorado”. Coincide también en su diagnóstico el sindicato CSIF.
Los exámenes seguirán siendo presenciales
Las universidades españolas abogan por mantener los exámenes de enero de forma presencial, pese al incremento del número de casos. Así lo ha expresado la conferencia de rectores (CRUE) en un comunicado: “Defendemos un regreso a las aulas dentro de la máxima normalidad posible como la mejor opción para garantizar el derecho a la Educación y la calidad de esta en las universidades”. La CRUE considera que el retorno será posible “gracias a la experiencia acumulada por las universidades en la aplicación de las medidas higiénico-sanitarias en estos casi dos años de pandemia”.
En enero de 2021 estos exámenes presenciales supusieron el primer gran desencuentro público entre el entonces ministro, Manuel Castells, y los rectores. La CRUE lamentó en aquel momento el “populismo” de Castells, que se alineó con las denuncias de los estudiantes al cuestionar la seguridad sanitaria de las pruebas: “No hay ninguna razón para que los exámenes tengan que ser presenciales cuando las condiciones sanitarias no lo permitan”, dijo. Este martes, el nuevo ministro, Joan Subirats, hablará por primera vez sobre la situación en las universidades en un encuentro con la prensa.
Fe de errores: en una versión inicial se afirmó que la previsión es que el 90% de los niños de entre 5 y 11 años tengan una primera vacuna a finales de enero.
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