Los protagonistas del ‘caso Cifuentes’ aspiran a regir su universidad
El exconsejero Van Grieken y el rector Javier Ramos se disputan el máximo cargo de la Rey Juan Carlos con dos catedráticos de Ingeniería y Enfermería. Perelló, que destapó el escándalo, sopesa concurrir
Desde que se creó en 1996, la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) es un nido de conspiraciones, denuncias cruzadas en los tribunales entre profesores, amiguismos y nepotismo, aunque poco a poco el clientelismo parece ir amainando y sube en los rankings que comparan la calidad de los campus. Pero en las próximas elecciones a rector, que se celebrarán el 3 de marzo en primera ronda, se ha colado una indeseada invitada: la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes.
A la espera del resultado del mediático juicio que termina el viernes ―la expolítica presuntamente ha obtenido un título de máster en la URJC sin cursarlo― dos de sus protagonistas piensan optar al cargo: el químico Rafael van Grieken, que fue el consejero de Educación de Cifuentes, y el actual rector, Javier Ramos, que le acusa de haberle presionado “con reiteradas llamadas” para elaborar un acta falsa del trabajo de fin de máster en marzo de 2018. Mientras, Salvador Perelló, el catedrático que hizo estallar la exclusiva en el diario.es, sopesa también la idea de presentarse convencido de que se necesita “un nuevo planteamiento” que convierta su universidad en un órgano transparente.
Además, en estas concurridas elecciones en el feudo del Partido Popular ―nunca en la historia ha habido cuatro o cinco aspirantes― pretenden participar también dos catedráticos ajenos a la trifulca de Cifuentes, por lo tanto limpios de polémicas, pero también menos conocidos: el físico Joaquín Rams y la enfermera Marta Losa.
Ninguno de los profesores es formalmente candidato al puesto de rector, pero sí hay algunos movimientos. Rams, que está respaldado por el único rector progresista que ha tenido la URJ Enrique Otero, anunció el pasado lunes su dimisión como responsable del departamento de Ciencia y Tecnología de los Materiales para no actuar “como director y candidato a rector a la vez”; mientras que Van Grieken es el “promotor” de #EscuchándonosComoUniversidad, un proyecto incluido en la programación oficial de la URJC. “Este canal pretende ser un foro abierto para compartir una idea común de universidad”, cuenta Van Grieken en un vídeo de mediados de noviembre. “Y he organizado mesas redondas con personas relevantes de nuestra comunidad universitaria”, prosigue. En total se han celebrado cuatro encuentros virtuales en los que han participado los sindicatos, docentes y estudiantes.
Perelló destapó el caso Cifuentes y antes los 15 plagios del anterior rector, Fernando Suárez, lo que le convierte en una persona temida y a su vez respetada por muchos. Si finalmente se presenta, los planes de campaña de los aspirantes se alterarán. El juez acaba de desestimar la querella que interpuso contra él Cifuentes por filtraciones.
“Ramos está haciendo ya campaña electoral, cuando los demás respetamos los tiempos. Se está reuniendo con departamentos y les está o freciendo prebendas. Les pregunta qué quieren cuando ha tenido dos años para dárselo”, se lamenta Marta Losa, la única candidata, que ejerce como directora del departamento de Enfermería y Estomatología. EL PAÍS no ha logrado recabar la opinión de Ramos ante estas acusaciones. En 2017, en unas elecciones marcadas por la salida abrupta del rector Suárez por los plagios a sus compañeros, Ramos se enfrentó también a una mujer, Rosa Berganza, que logró el respaldo mayoritario de los alumnos.
La sombra del rector de los plagios
Ramos alcanzó el rectorado con los votos del entorno Suárez y a las pocas semanas cerró la investigación por plagio contra este en la URJC, pero pronto empezaron los enfrentamientos con los cargos de la órbita del rector saliente que se han saldado con varias denuncias. El Tribunal de Justicia de Madrid sentenció el pasado septiembre que el Rectorado y Gerencia General habían “vulnerado los derechos fundamentales a la intimidad y al secreto de las comunicaciones” de cinco profesores, algunos cercanos a Suárez. El tribunal considera que no está “justificado” que se incautara “en condiciones desproporcionadas” y se clonara “la totalidad de la información de los discos duros, alguno de ellos de propiedad privada, y de todos los buzones de correo en la forma en que ello se hizo”.
El rector también tendrá que testificar el 10 de marzo ―en medio del proceso electoral― como investigado por un posible delito de malversación de caudales públicos, falsedad en documento público y prevaricación por la auditoría económica y financiera de la URJC y las entidades dependientes que encargó en 2018 a raíz del caso Cifuentes. Ese mismo año la Fiscalía de Móstoles desestimó investigar el negocio que Ramos ideó con varios socios y que utilizaba gratis un hangar aeronáutico del centro construido con dinero público en Fuenlabrada. Y en 2019 se acreditó que Ramos había gastado 933 euros públicos en invitar a unas cañas en el aniversario de su victoria electoral.
En medio de todas estas causas judiciales Ramos cesó el pasado noviembre al interventor general, José Esteban García, lo que indignó a los sindicatos. El rector alegó en su resolución que el “progresivo endurecimiento de los criterios de fiscalización” había terminado provocando “severos retrasos en la tramitación de los expedientes”. García, por su parte, lo achacó a informes desfavorables de contratos menores y a su informe de la prórroga presupuestaria. Se avecinan, pues, unas elecciones que parecen muy broncas.
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