La protesta de la escuela concertada saca a miles de vehículos a la calle contra la ‘ley Celaá’

La plataforma Más Plurales, que aglutina a asociaciones de padres y madres de alumnos, sindicatos, empresas y diferentes colectivos del sector de la educación concertada, ha convocado este domingo manifestaciones en coche en una treintena de provincias para mostrar su rechazo a la ley educativa, la Lomloe, conocida como ley Celaá. La movilización ha sacado a las calles a miles de vehículos. En Madrid, donde han asistido a la protesta el presidente del PP, Pablo Casado, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, unos 5.000, según los organizadores, han ocupado el paseo de la Castellana, agitando banderas naranjas y pidiendo a gritos la dimisión de la ministra de Educación, Isabel Celaá. La misma estimación que ha ofrecido la policía local en Sevilla ―donde parte de los manifestantes han optado por ir en moto, bicicleta o patinete―. Las manifestaciones han sido menos numerosas en el resto de ciudades. En Cataluña, País Vasco y la Comunidad Valenciana la protesta no ha sido convocada.

In English: Thousands drive through Spanish streets to protest new education reform

Fotogalería: Las imágenes de las protestas

Belén García, estudiante de magisterio de 20 años en la universidad privada de Villanueva, llevaba desde las nueve y media en la Castellana repartiendo banderas con el lema #Stopleycelaá. Ella se sumó a la causa a través de Más Plurales. “Las banderas están volando desde primera hora, mucha gente andando y en coche”, cuenta esta joven, que considera que la nueva ley educativa rompe el principio de meritocracia. “La medida de permitir pasar de curso con dos asignaturas suspensas va a crear una sociedad que no se esfuerza”, opina. La manifestación en la capital ha recorrido un circuito entre la plaza de Cibeles y la glorieta de Cuzco, con bastante presencia policial para regular el tráfico, que pese a la afluencia de coches ha circulado.

Blanca Segas, de 36 años, es maestra de un colegio concertado del distrito madrileño de Arganzuela. Sobre el cartel que cuelga de sus hombros explicaba su postura: “El poder elegir colegio es un derecho fundamental, imponer un único modelo de educación a las familias no es tolerable. Ni en mi caso que he escogido el modelo religioso, ni en el de los que escojan el laico”.

En Sevilla, los vehículos han salido de la puerta del estadio Benito Villamarín. En la comitiva podían verse muchos lazos naranjas, globos verdes y hasta alguna sombrilla para cubrirse del sol que ha acompañado esta mañana en la capital andaluza. Los vehículos han recorrido la ciudad hasta el Parlamento Andaluz, donde han sido divididos en dos para que no provocaran atascos. En la protesta han abundado las banderas de España y otras muchas en las que se leía “Sentido común”, “Stop ley Celaá” o “Libertad”.

“La convocatoria ha sido un éxito, la verdad es que no esperábamos tanta participación. Estamos muy agradecidos a la sociedad y a las familias que se han unido a la protesta contra esta ley que está creando mucha inquietud en toda la comunidad educativa en un momento tan complicado como este con la pandemia, en el que los esfuerzos deberían centrarse en resolver un problema de salud pública. No es el momento de tramitar esta ley que no permite ningún debate y que se está utilizando para otros fines políticos”, ha asegurado Rafael Caamaño, presidente de la Confederación de centros de enseñanza de Sevilla.

En Málaga, una ruidosa caravana de 1.200 coches, según la Subdelegación del Gobierno, ha recorrido el centro histórico con globos, lazos y banderas de color naranja. “Los hijos sí son de los padres”, se podía leer en algunas pancartas pegadas a las ventanillas y los exteriores de los vehículos, donde también se han ondeado banderas de España. La protesta ha colapsado diversas calles, como el Paseo de los Curas. En Cádiz, otro centenar de vehículos ha recorrido la capital desde la Glorieta Ingeniero de la Cierva hasta la Plaza de San Juan de Dios, atravesando la Avenida principal de Cádiz, informa Nacho Sánchez.

Unos 1.100 turismos y alrededor de 200 motocicletas se han sumado a la protesta de Granada, según la Policía Local. La manifestación ha comenzado sobre las 11 de la mañana y ha concluido al filo de las dos del mediodía, con la lectura de un manifiesto contra la ley y a favor de la enseñanza concertada que ha leído el juez de menores de Granada, Emilio Calatayud, informa Javier Arroyo. Y en Jaén decenas de vehículos han marchado en caravana por las calles de la capital, con una elevada presencia de ediles y otros cargos del PP, colapsando el tráfico en el centro de la ciudad, informa Ginés Donaire.

En la marcha convocada en Pamplona “por el derecho a elegir la educación que queremos” han participado varias decenas de coches en una caravana que fue creciendo a medida que avanzaba por los barrios hasta concluir en la Universidad Pública de Navarra donde, según la policía local, se han reunido alrededor de un millar de vehículos. Las pitadas han sido una constante desde el principio hasta el final.

Casado, al volante

Casado, Ayuso y Almeida han acudido a la protesta a bordo de un coche que conducía el líder del PP. El presidente del PP ha dicho que recurrirá la ley ante el Tribunal Constitucional, y que cuando llegue al Gobierno derogará la norma porque “es mala para la unidad nacional y pésima para la comunidad educativa”. “Es mala para el futuro de nuestros hijos”, ha afirmado.

“La manifestación debería hacer reflexionar al Gobierno, que ha aprobado una ley con el mínimo consenso y solo un voto por encima de la mayoría absoluta. La ley no puede ser de un contenido profundamente ideológico para acabar con la elección de los padres. La ministra Celaá sí pudo llevar a sus hijas a la concertada, pero ahora no quiere permitirlo a otras familias, que explique por qué”, ha declarado a los periodistas el alcalde de Madrid. Ayuso, como ya adelantaron el jueves los dirigentes de Madrid, Murcia, Castilla y León y Andalucía (las comunidades que gobierna el PP, además de Galicia), ha afirmado que legislará en su territorio en respuesta a la ley Celaá. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho, en concreto, que llevará a la Asamblea de Madrid una ley “para blindar la libertad de elección de las familias”.

En la lectura final del manifiesto, que ha congregado a unas 200 personas, no se ha podido ver a Casado, Ayuso ni Almeida. Sí han estado la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, de Ciudadanos, y a Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid.

Concentración ante el Congreso

La movilización, bajo el lema “Por el derecho a elegir la educación que queremos”, se suma a las otras cuatro celebradas este mes de noviembre frente al Congreso de los Diputados y en los centros escolares. Se enmarca en el calendario de acciones previstas de la campaña “Más plurales, más libres, más iguales”, que intenta paralizar la nueva ley de Educación, aprobada este jueves en el Congreso. El texto pretende matricular más alumnos sin recursos o con necesidades especiales en la concertada con nuevos criterios de admisión, impide regalar suelo público a las empresas para levantar colegios, pone freno al pago de cuotas y hace de Religión una asignatura que no se evalúa ni tiene alternativa.

La reforma ha soliviantado a la concertada, que ha recabado, según la plataforma Más Plurales, 1,5 millones de firmas digitales por toda España —hay dos millones de escolares en esta red—. Este miércoles, un día antes de la votación en el Congreso, se movilizó de manera desigual en distintos puntos de España. Donde tuvo especial incidencia fue en los 550 centros concertados de Andalucía, con la lectura del manifiesto de la plataforma Más Plurales que considera que la Lomloe (Ley Orgánica de Modificación de la LOE) “permite distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección de sus padres” y “conduce hacia el dominio sistémico del Estado”. Más allá de la movilización andaluza, estas semanas los padres han sido arengados por los colegios a manifestarse en contra, sobre todo, firmando un manifiesto anti-Celaá.

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