La desescalada sume en el caos y la incertidumbre las certificaciones de las escuelas oficiales de idiomas
Las comunidades han suspendido o aplazado, en muchos casos sin fecha fija, las pruebas para unos títulos esenciales para el futuro académico y laboral de muchos estudiantes
Desde mediados de junio y hasta principios de julio los alumnos de las escuelas oficiales de idiomas (EOI) de Navarra, País Vasco, Murcia y Madrid se han podido examinar para obtener algunas de sus certificaciones en su convocatoria ordinaria. Son una excepción dentro de la llamada nueva normalidad impuesta por una desescalada asimétrica que ha obligado a alterar los calendarios para obtener unos certificados que tienen carácter oficial y validez en todo el territorio nacional, pero cuyo logro este curso no es uniforme y puede demorar o estancar las opciones académicas y laborales de muchos de los estudiantes inscritos, mientras otros mantienen las mismas opciones de tenerlo que antes de la irrupción de la epidemia de covid. Un limbo que ha generado malestar entre los alumnos de estos centros.
Tener alguno de los certificados de la EOI es requisito indispensable para titular cuando se pasa de grado en algunas universidades; para obtener becas, entrar en bolsas de trabajo o puntuar en oposiciones. El aplazamiento de las pruebas, en algunos casos sin fecha establecida todavía, o la suspensión de las convocatorias para quienes acceden por el régimen a distancia ha supuesto un traspié en los planes de muchos estudiantes. La incertidumbre de que un rebrote en otoño pueda impedir la celebración de los exámenes aplazados dejando a los alumnos sin título y con un año en blanco es otro foco de descontento.
Miguel Ángel Martínez, profesor de informática de FP en Valverde del Camino (Huelva) y aspirante al certificado B2 (intermedio alto) en la EOI de Granada está en esa situación. “Yo necesito el B2 para entrar en la bolsa de trabajo para dar clases en una escuela bilingüe, el hecho de esperar a septiembre ya hace que no pueda presentarme, pero qué pasa si tampoco me puedo examinar entonces”, se pregunta. Él es uno de los firmantes de un documento con más de 1.200 rúbricas que se ha remitido a la Consejería de Educación de Andalucía para reclamar, entre otras cosas, que se cambie el sistema y se permita, como ocurre en Cataluña, primar la evaluación continua y que sea el profesor quien certifique si el alumno ha aprobado.
“A mí me van a dar el certificado porque he asistido a clases hasta marzo y hemos pasado todos los exámenes y evaluaciones online, pero quienes quieran examinarse por libre no van a poder y tendrán que irse a alguna otra comunidad”, explica Elena Ibor, que acaba de cursar tercero de Alemán en la EOI de Sant Gervasi (Barcelona) y que ha obtenido el certificado B1 (intermedio bajo). Cataluña es la única comunidad autónoma que ha suspendido las pruebas presenciales de certificación y en las que el aprobado en evaluación continua de quienes cursan la modalidad presencial equivale a la certificación.
En Navarra, País Vasco, Murcia y Madrid se han mantenido las convocatorias ordinarias de junio y la extraordinaria de septiembre; en Canarias, la de junio se ha aplazado a septiembre; Andalucía y Baleares, han trasladado la ordinaria a septiembre y la extraordinaria a octubre; en Aragón, ambas se han fijado después del verano; en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja solo hay una única oportunidad en septiembre; en Galicia y la Comunidad Valenciana se han aplazado tanto la ordinaria como la extraordinaria sin que todavía se haya establecido una fecha concreta para su celebración; en Ceuta y Melilla, la única convocatoria será a partir de septiembre, sin que se haya determinado nada más.
Otros, ante la posibilidad de que finalmente se realice la prueba y después de meses sin clases presenciales, también se cuestionan si merece la pena presentarse a los exámenes, cuando pueden pasar de nivel, aunque no estén certificados. “La formación debe ir seguida de una evaluación y muchos llevamos desde marzo con clases online y en la mayoría de los casos va a pasar todo el verano hasta llegar el examen de septiembre. A muchos alumnos no les compensa presentarse después de una desconexión tan larga”, señala Paca Moya, presidenta del alumnado de la EOI de Granada.
“Hemos tenido que adaptarnos a un nuevo sistema cuando aún no nos habíamos terminado de adaptar a las directrices del Real Decreto de 2019, que pretendía homogeneizar los distintos sistemas de enseñanza”, explica Charo Artiga, asesora de Idiomas en la Dirección General de Educación del Gobierno de Aragón. Esa normativa trata de unificar pautas y criterios para la evaluación de los distintos certificados. La pandemia y la distinta adecuación de las comunidades autónomas ha determinado que haya distintas posibilidades para obtener un mismo título para el que, en general, se reducen las opciones para el alumnado al aplazarse o limitar el número de convocatorias. “Somos conscientes de que hay personas a las que esta nueva planificación, que viene dada por las circunstancias excepcionales, ha podido retrasar su proyecto académico o laboral, pero la gente está concienciada de que estamos ante una situación anómala”, abunda Rafael García Ávila, coordinador de Formación Permanente de la Delegación Territorial de la Consejería de Educación de Andalucía en Granada.
Inquietud sobre los certificados de lenguas cooficiales
Es el caso, aunque extrapolado a los certificados de nivel de conocimiento de lenguas cooficiales, de Manuel Vargas. Aunque lleva toda la vida trabajando en catalán, cuando cursó la enseñanza obligatoria aún no había entrado en vigor el sistema de homologación para el certificado C de catalán. Él, que ha terminado un máster para poder ser profesor, lo necesita para entrar en las listas del Departamento de Educación de la Generalitat para dar clases en un instituto el próximo año. “Yo me apunté a los cursos del Consorcio de Normalización Lingüística que te otorga el título en el último trimestre, pero con la suspensión del curso, tampoco hay examen ni título”, se lamenta. También se puede optar al certificado C a través de la Dirección General de Política Lingüística, dependiente del Gobierno catalán, que ha suspendido las pruebas para los niveles primeros niveles (A1 y B1) y ha aplazado su examen para el resto (B2, C1 y C2) de mayo a septiembre y octubre. “Confío en que se cambie el criterio”, cuenta Vargas que, de momento, tiene enterradas sus opciones para impartir docencia el próximo curso.
Como en las certificaciones de la EOI, en el caso de las lenguas cooficiales, la prueba que acredita el conocimiento del valenciano se ha aplazado para septiembre y las del Celga (el de gallego) aún no tienen fecha. El único que se ha mantenido en junio es el HABE de euskera. Estos títulos son indispensables para poder trabajar en la mayoría de las Administraciones locales y regionales de esos territorios. La suspensión deja en un limbo a quienes esperaban certificarse este año.
Incremento en las matriculaciones
El Ministerio de Educación aún no ha hecho públicas las cifras de estudiantes de las EOI en España de este curso. Las del pasado, 385.413 tanto en la modalidad presencial como en la de libre, continúan la tendencia a la baja de los últimos años, un patrón que, sin embargo, podría revertirse el próximo curso. “Estamos observando un repunte en las admisiones, lo que nos hace pensar que vayamos a tener más demanda que oferta”, asegura García Ávila. “La gente ante la incertidumbre de quedarse en paro o porque se da cuenta de que va a necesitar titulación para diversificar sus posibilidades de optar a un puesto de trabajo se matricula, así no tiene tampoco la sensación de que no está haciendo nada”, interpreta.
Con información de Javier Doria, Pedro Murillo, Pedro Gorospe, Virginia Vadillo y Sonia Vizoso.
En una primera versión se afirmó que las pruebas de Madrid se habían suspendido por la huelga de profesores ante la falta de seguridad sanitaria, pero los exámenes sí se llevaron a cabo.
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