Air Europa coge viento de cola con el dinero turco
La entrada en el capital de Turkish Airlines permite al grupo devolver el rescate y crea una alianza global a tres bandas que preserva su españolidad

Cuatro años después de ser rescatada in extremis por el Estado con un préstamo de 475 millones de euros, y uno antes de lo previsto, Air Europa ha devuelto íntegramente el dinero público y ha sentado las bases de un renacimiento con dos de las mayores aerolíneas del mundo en su accionariado y manteniendo el control mayoritario del capital.
En un contexto en el que la consolidación parecía la única vía de escape, la compañía de la familia Hidalgo deja atrás su etapa más crítica y entra en una nueva fase marcada por la entrada de Turkish Airlines, con una inversión de 300 millones de euros que valora el conjunto de la aerolínea en 1.175 millones. Fuentes próximas a la operación explican que el acuerdo dará acceso a la aerolínea otomana al consejo de administración de la española, bajo las condiciones propias de un accionista minoritario.
Tras el acuerdo, Air Europa se sitúa en el centro de una alianza a tres bandas que la mantiene como la única aerolínea de bandera con mayoría de capital español. Globalia, el grupo turístico de los Hidalgo, conserva el control con más del 50%, mientras Turkish Airlines ronda el 26% e IAG mantiene su 20%. Una estructura tan singular como estratégica, que convierte a la compañía en un actor con tres almas: española, europea y turca.
La Sepi había concedido a Air Europa los préstamos a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE) para garantizar la supervivencia de una compañía clave en la conectividad aérea de España. La crisis de la covid la había dejado al borde del colapso, con más de 700 millones en pérdidas entre 2020 y 2021 tras suspender sus operaciones. El rescate —o la ayuda, según quién lo defina— fue la única vía para evitar la quiebra y proteger 4.000 empleos directos.
Visto hoy, el resultado es inequívoco. La Sepi confirmó la devolución anticipada del préstamo: “El FASEE ha recibido la cancelación total anticipada de la ayuda temporal concedida a Air Europa, por un importe de 475 millones de euros más los intereses correspondientes.” Air Europa, por su parte, recalcó que las arcas públicas obtuvieron un beneficio del 20%, 97,2 millones de euros en intereses.
Para el Estado, el rescate se cierra con beneficios; y para los Hidalgo, con una victoria empresarial: devuelven el dinero público, mantienen el mando y recuperan legitimidad en un momento con vientos de cola para el sector. El despegue de Air Europa llega en un momento propicio para toda la industria aérea, que tras años de pérdidas históricas ha regresado a niveles prepandemia. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el tráfico global de pasajeros superó en 2024 el 99% de los niveles previos a la covid, impulsado por la reapertura de fronteras y la demanda acumulada. Las aerolíneas, que en 2020 registraron pérdidas agregadas récord de más de 130.000 millones de dólares, cerraron 2024 con beneficios conjuntos de 25.000 millones.
Detrás de las cifras y las negociaciones hay una historia familiar. La trayectoria de Air Europa no puede entenderse sin el peso de los Hidalgo, una saga marcada tanto por su capacidad de resistencia como por las tensiones internas que acompañaron el relevo generacional en Globalia.
La alianza con Turkish Airlines actúa como punto de convergencia entre dos formas de entender la continuidad de un mismo legado, al tiempo que preserva la españolidad de la aerolínea al cerrar la puerta a futuras integraciones con otros grandes grupos europeos. Además de Turkish, en la puja participaron Lufthansa y Air France–KLM, pero ambas buscaban una integración total a medio o largo plazo y habrían enfrentado problemas de competencia como los que llevaron a IAG a renunciar a su intento de absorberla en 2024.
“La opción de Turkish Airlines ha sido la más adecuada para mantener la españolidad de la aerolínea y para crear un nexo con Asia que va a ser único en la industria”, explica una fuente conocedora de la operación. El marco europeo actúa como garantía de equilibrio: las aerolíneas comunitarias deben mantener más del 50% de su capital en manos de accionistas de la UE para conservar sus derechos de vuelo. Esa norma impide que Turkish Airlines tome el control de Air Europa, asegurando de facto su condición de aerolínea española y su independencia operativa dentro del mercado europeo.
Murat Şeker, director financiero de Turkish Airlines —participada en un 49% por el Fondo Soberano de Turquía—, no dejó lugar a dudas en una conferencia con analistas posterior al anuncio de la operación: “Esta alianza está estructurada como una inversión minoritaria, lo que garantiza que Air Europa mantenga su independencia mientras se beneficia de la red global de Turkish Airlines”. El acuerdo, aún pendiente del visto bueno de las autoridades, ha sido seguido de cerca y bendecido extraoficialmente por los gobiernos de España y Turquía, según fuentes diplomáticas.
El papel de IAG
La alianza, que refuerza el papel de Madrid-Barajas como hub intercontinental, preserva también la posición de IAG, que mantiene su 20% tras comprar acciones al mismo precio que el nuevo socio. “Hemos comprado acciones por valor de 55 millones de euros para mantener nuestro 20%, una participación puramente financiera y sin presencia en la gestión”, explican fuentes de IAG.
El acuerdo no solo une dos compañías, sino dos geografías estratégicas: el corazón logístico del Mediterráneo y el principal corredor atlántico entre Europa y América Latina. Por primera vez, Madrid y Estambul se enlazan bajo una misma lógica de red, configurando un eje que reequilibra el tráfico aéreo mundial y amplía el peso del sur en la aviación global.
Según CAPA —Centre for Aviation—, la inversión de Turkish “pavimenta el camino hacia una asociación comercial estrecha y beneficiosa para ambas partes”. Turkish Airlines, con 495 aviones y 353 destinos en 131 países, es la aerolínea europea conectada con más países y la tercera por cuota internacional, con un 3,4% del mercado global. Air Europa, por su parte, opera 57 aeronaves, transporta 12 millones de pasajeros y factura 2.600 millones de euros, conectando más de 55 destinos desde Madrid, que concentra el 35% de las salidas europeas hacia Latinoamérica. La operación convierte esa desproporción en oportunidad: Turkish aporta músculo global, mientras Air Europa ofrece su fortaleza en el eje atlántico y su posición privilegiada en el mayor corredor hispanoamericano del mundo. “Estamos ante la creación de un corredor inédito entre Asia, Europa y América Latina, con Madrid y Estambul como ejes complementarios”, resume un analista del sector.
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