Sánchez defiende el rescate de Air Europa: “Lo volvería a hacer”

La decisión del juez Ismael Serrano de pedir la imputación del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, por el caso Koldo sorprendió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la XXXV Cumbre Hispano-Portuguesa que se ha celebrado esta mañana en Faro, en el Algarve. Al finalizar la firma de los acuerdos y en una breve comparecencia ante la prensa, Sánchez se limitó a asegurar que la salida de Ábalos en la remodelación ministerial que hizo en 2021 no estuvo relacionada con sospechas de corrupción, sino con la situación política de desgaste del Gobierno. “En 2020 España sufrió de manera intensa una pandemia tremenda, la economía cayó un 20%. En 2021 se hizo una crisis de Gobierno para relanzarlo. Es esa crisis la que hizo que el exministro Ábalos saliera del Gobierno″, explicó. Lo que no contestó Sánchez es la pregunta de la prensa que después repetiría Alberto Núñez Feijóo en un duro alegato pidiendo la dimisión del presidente por este asunto, esto es si alguna vez se reunió con el cabecilla de la trama, Víctor de Aldama, ahora en prisión por otro asunto.

En el contexto del caso Koldo, el presidente también reivindicó su decisión para rescatar la aerolínea Air Europa durante la pandemia. La oposición sostiene que hubo trato de favor porque estaba la trama detrás y porque la mujer de Sánchez, Begoña Gómez, tenía relación profesional con el máximo responsable de la compañía, Javier Hidalgo. Sánchez ha desmentido por completo esa hipótesis, habla de un rescate inevitable y además estudiado por los tribunales sin que pusieran ni una pega. “Si no hubiéramos rescatado a Air Europa, habríamos sido el único país que no rescataba una aerolínea”, afirmó. Sánchez recordó que la operación se realizó con préstamos y condiciones “muy estrictas” a la compañía. “El contribuyente tiene que saber que estamos cobrando ahora esos intereses. Las decisiones las tomé con el Gobierno, y las volvería a tomar hoy porque afortunadamente tenemos una compañía que funciona y que cumple con su labor, que es la de promover la movilidad, no solamente a otros continentes muy importantes para España, sino también a las islas Canarias”, afirmó, después de recordar que la operación fue avalada por el Tribunal de Cuentas y que el Tribunal de Justicia de la UE consideró que los únicos rescates legales en el sector habían sido los de Alitalia y Air Europa.

El rescate de Air Europa costó 475 millones de euros que el Ejecutivo espera recuperar con el pago del préstamo. La alemana Lufthansa recibió 6.000 millones, por ejemplo. El rescate de la aerolínea portuguesa TAP costó 3.200 millones de euros de ayudas públicas. La contrapartida a esta inyección fue la elaboración de un plan de reestructuración pactado con la Comisión Europea y la nacionalización de la empresa, que conservaba todavía un porcentaje importante en manos privadas. El Gobierno portugués tiene en marcha ahora un nuevo proceso de privatización de la empresa.

Sánchez rehusó pronunciarse sobre la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de archivar la querella de su esposa, Begoña Gómez, contra el juez Juan Carlos Peinado. “No he leído los fundamentos”, indicó, antes de mostrar respeto por la decisión judicial.

Durante su intervención, el presidente del Gobierno también abordó el tema de la inmigración, donde se ha convertido en una voz discrepante respecto a los discursos que avanzan en el resto de la Unión Europea: “Creo que hay gobiernos europeos que se están equivocando a la hora de enfocar el debate sobre la migración porque lo centran en aspectos negativos“. Sánchez se refería a la deslocalización de centros de retención de inmigrantes en otros países, una medida que capitanea la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con la instalación de uno en Albania. “En 2025 Europa toca el techo de población. Si no hacemos nada, se perderán 30 millones de personas en edad de trabajar en los próximos 20 años. Significa que Europa está sufriendo un invierno demográfico, lo puede atacar con la tecnología, la natalidad y la inmigración”, recalcó antes de recordar que España tiene 150.000 puestos de trabajo vacantes. “Necesitamos inmigración legal, ordenada y segura. Europa necesita construir un discurso en positivo de la inmigración. Cuando escucho propuestas sobre la creación de centros en terceros países, creo que no resuelve nada y crea nuevos problemas”, resumió.

Es uno de los puntos donde Pedro Sánchez y el primer ministro portugués, Luís Montenegro, no tienen plena sintonía. Aunque Montenegro comparte su filosofía sobre la necesidad de ambos países de recibir trabajadores extranjeros, que se resume en una política de inmigración “ni de puertas abiertas de par en par ni de puertas cerradas”, eludió plantear críticas a la apertura de centros en terceros países. Su Gobierno ha aprobado recientemente la creación de dos centros en Oporto y Lisboa para acoger a inmigrantes en situación irregular.