Agrolinera, la ‘gasolinera’ que aprovecha residuos ganaderos
La firma asturiana digitaliza y centraliza la recogida de sueros y purines en comunidades rurales
Un contenedor marítimo en pleno Parque Nacional de Picos de Europa. Es la extraña estampa que se puede ver en Tielve, en el concejo de Cabrales (Asturias), desde el pasado octubre. En su interior no hay mercancías que hayan surcado los mares, sino un depósito de 14.000 litros provisto de tecnología para recoger y analizar el suero derivado de una decena de queserías de la Denominación de Origen Cabrales. Es el primer proyecto de Agrolinera, start-up nacida en mayo de 2022 que busca digitalizar, centralizar y dar valor a los residuos de la ganadería. Además de acumular premios por su idea, en 2024 ya facturó sus primeros 50.000 euros y este año espera multiplicar la cifra por diez hasta el medio millón de euros.
La compañía, con base en el Parque Tecnológico de Asturias (Oviedo), fue impulsada por Verónica Menéndez y Juan Gutiérrez. Ambos vivieron durante ocho años en China con un proyecto empresarial propio centrado en la trazabilidad de productos industriales fabricados allí y enviados a Europa. Lo mantuvieron hasta 2020, año en el que empezaron a estudiar la posibilidad de desarrollar algo en su tierra. Querían mejorar el uso de purines y sueros para fabricar biogás, “pero era complejo porque la mayoría de ganaderías son pequeñas, están repartidas por el territorio y era más caro recoger el residuo que el valor que luego se obtendría de él”, explica Gutiérrez. Así que se centraron en resolver esa ecuación hasta que idearon una nueva fórmula que fue validada por el propio sector.
En 2022 fundaron Agrolinera, entre 2023 y 2024 desarrollaron el equipo necesario, y el otoño pasado lo instalaron en Cabrales. Allí trabajan con una decena de queserías artesanales. La fórmula es sencilla. Las factorías transportan su suero hasta el contenedor —muy cercano a sus instalaciones—, donde se identifican en una pantalla con su usuario. Luego enganchan la manguera, descargan el residuo y listo.
El sistema, conectado a la nube, permite monitorización a distancia para coordinar la posterior recogida en camión y su envío a una planta cercana de biogás, que es quien paga a la Agrolinera. “La idea es que en el futuro esa recogida pueda ser diaria, porque cuando el residuo está más fresco tiene más valor”, añade Menéndez, que destaca que tienen proyectos de I+D para analizar otros destinos para esos sueros, ricos en proteínas y con múltiples aplicaciones en alimentación, cosmética o industria farmacéutica.
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