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Leif Ferreira (Bit2me) tras la caída de luna: “Seguiremos viendo proyectos que colapsan o desaparecen”

El fundador de la principal plataforma española de criptomonedas cree que lo peor ha pasado, pero que la industria aún no está “fuera de peligro”

Leif Ferreira criptomonedas
El fundador de Bit2me, Leif Ferreira, en el hotel Hyatt Regency Hesperia de Madrid, donde tuvo lugar la entrevista.David G. Folgueiras
Álvaro Sánchez

Las luces rojas parpadeantes se han encendido esta semana en el universo cripto. La multimillonaria caída de luna y UST, con sus miles de millones volatilizados en solo unas horas, no ayudan precisamente a extender el mensaje de que se trata de la tecnología del futuro. Leif Ferreira (Castellón, 36 años), fundador de Bit2me, la principal plataforma española de compraventa de estos activos, asume la gravedad de la noticia. “Los dos proyectos se encontraban dentro del top 10 del mercado y evidentemente impacta ver un desplome como este”, reconoce. A pesar de ello, cree que a medio plazo saldrán reforzados. “Al final son start-ups donde la gente deposita su tiempo o dinero comprando sus productos (tokens), como sucede con las empresas, y no todas las empresas salen bien. No olvidemos que son emprendedores tratando de redefinir el mundo en el que vivimos a través de códigos matemáticos y algorítmicos que no todos tendrán éxito”, sostiene.

Creada en 2014, Bit2me aspira a hacerse un hueco en ese ecosistema donde todavía cuesta distinguir el grano de la paja. Afirman haber gestionado cerca de 1.100 millones de euros en transacciones en 2021, diez veces más que en todos sus años anteriores juntos. Cuando alguien compra o vende una criptomoneda en su sistema, ellos reciben a cambio una comisión. Cuentan con 230 empleados —que serán 300 al terminar el año—. Y a sus oficinas españolas han sumado otra en Brasil, con la que buscan impulsar su presencia en el mercado latinoamericano.

Su tamaño está lejos del de Binance o Coinbase, los gigantes globales del sector, pero en el ámbito doméstico no tienen rival por ahora, y España es uno de los países donde más se está extendiendo la fiebre por estos activos. Eso les ha colocado como interlocutores de quienes buscan formar a su personal sobre un asunto tan complejo, o para los que directamente se plantean opciones de negocio. “Mañana tengo una reunión con directivos de banca. Las entidades saben que la revolución cripto ha llegado para quedarse y quieren estar ahí. ¿Qué pasa? Que ellos no tienen ni el know how, ni la experiencia, ni el equipo para poder abordarlo, por eso se apoyan en nosotros. Aunque van a otro ritmo, no son una start-up con la que cierras un acuerdo en un mes”, dice sentado en un sofá a la entrada del hotel Hyatt Regency Hesperia de Madrid.

Ferreira, programador informático de formación, no estaba interesado en las finanzas cuando escuchó hablar por primera vez del bitcoin. Le atrajo más su vertiente tecnológica. Pero con millones de pequeños inversores subidos al barco de comprar y vender, se ha vuelto inevitable que el lado más especulativo gane espacio en los titulares, más aún tras el derrumbe de luna, que amenazaba con provocar un efecto contagio. “Las primeras horas fueron las más críticas. Aunque aún no estamos fuera de peligro, creo que lo peor ha pasado. Seguiremos viendo en el futuro proyectos que colapsan o desaparecen. Es un mercado muy competitivo que ofrece muchas alternativas. Lo que hoy parece innovador mañana se puede considerar obsoleto”, admite.

Reinvención cripto

Entre los usuarios de Bit2me también hay afectados por el desplome que los habían elegido como intermediarios. “Que tengamos estos proyectos listados no asegura su éxito, pero antes de hacerlo consideramos la tecnología, el desarrollo y los mercados en los que está presente. Evidentemente, hay usuarios afectados que tenían luna en sus carteras. Nosotros no intervenimos en el precio que marca el mercado”, afirma.

¿Frenará esto el brillante futuro que algunos vaticinaban para la industria? “Quizá para inversores no experimentados, que no conozcan los fundamentos de la tecnología, pueda ser un motivo para no invertir o para considerar que el riesgo es demasiado elevado. Pero hemos visto una y otra vez que el mercado cripto se reinventa con nuevas soluciones que atraen de nuevo a los mismos inversores o a otros nuevos”, defiende.

En la discusión recurrente sobre si el bitcoin es un medio de pago o solo una inversión, Ferreira no toma partido. “Hay países donde puede ser muy interesante como un medio de inversión, por ejemplo en los europeos, pero las cosas no son iguales para todos. En Latinoamérica puede servir de reserva de valor frente a una moneda local más débil”.

Los reguladores advierten a menudo de que al moverse fuera de los círculos de la banca comercial, las criptomonedas pueden facilitar el blanqueo de capitales. Ferreira no cree que su volumen sea destacable. “Es verdad que hay más delitos que hace un par de años, pero es porque el número de personas que utiliza bitcoin se ha multiplicado. A nivel porcentual es ridículo frente al dinero tradicional. Utilizar bitcoin para delinquir es lo más estúpido que puedes hacer porque es trazable”.

En poco más de una década, las criptomonedas han crecido mucho en número y valor, pero siguen sin ser una alternativa al dinero real en el uso cotidiano y masivo. ¿Qué está por venir próximamente? “Lo que viene es muy difícil de intentar visualizar. Seguramente la realidad acabe siendo muy diferente a la que nos imaginemos, porque lo que está ocurriendo en toda esta tecnología es que los mejores cerebros del planeta están colaborando en mejorar y crear soluciones a través de plataformas de código descentralizado y abierto”.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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