La renuncia del presidente de los empresarios valencianos agita las aguas electorales en CEOE
Garamendi ya ha empezado a garantizarse los apoyos para optar a un tercer mandato al frente de los empresarios


La cúpula de la Confederación de Empresarios Valencianos (CEV), sucursal de la gran patronal CEOE, vivió este martes una jornada inesperadamente convulsa. Su presidente desde 2011, Salvador Navarro, quien reconvirtió la organización tras la quiebra de su predecesora Cierval, anunció de forma inesperada que renunciaba a repetir su candidatura a las elecciones que se celebrarán el 6 de noviembre. Pocos minutos después de conocerse su retirada, el presidente de la patronal valenciana del metal, Vicente Lafuente, anunciaba públicamente su candidatura y agradecía a Navarro los servicios prestados.
En Diego de León, 50 (donde se ubica la madrileña sede de CEOE) había quien conocía que se iba a producir este movimiento. Pero en general se vivió algo de desconcierto inicial por la pugna abierta en Valencia. No obstante, rápidamente se abrió paso la idea de que la retirada de Navarro se produjo incluso porque, esta vez, no consiguió el apoyo público de Garamendi y la cúpula patronal frente a Lafuente. La adhesión de este último a la futura candidatura del actual presidente de CEOE parece más solida que la del hasta ahora líder empresarial valenciano, según distintas fuentes consultadas.
De hecho, la renuncia de Navarro a revalidar su cargo en la patronal valenciana evidencia algo que no es un secreto: que en la casa madre de los empresarios, CEOE, tienen ya activados los radares electorales para que su presidente, Antonio Garamendi, se garantice los apoyos necesarios para ser reelegido aunque queda más de un año para esa votación, prevista en noviembre de 2026. El máximo líder patronal podrá optar a un tercer mandato gracias a que CEOE modificó sus estatutos en 2023, ya que antes no era posible.
Ese cambio dejó patente la intención de Garamendi de volver a presentarse. Menos claro está qué rival o rivales podría tener, aunque el episodio vivido en la CEV ha agitado las aguas electorales en CEOE. Y un runrún en muchas sedes patronales apunta al expresidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, destronado en mayo pasado. “Yo soy muy inquieto y no me voy a quedar quieto”, dijo Cuerva tras perder las elecciones en la organización de las pymes, dejando entrever que no había dicho su última palabra en el terreno de la representatividad empresarial.
La guerra intestina librada en el seno de las patronales CEOE-Cepyme en la primavera pasada no quedó zanjada cuando el 21 de mayo la candidata a presidir la patronal de las pymes Ángela de Miguel arrebató la presidencia a Cuerva. De Miguel, apoyada por Garamendi, ganó con una victoria muy ajustada (53% de los votos frente al 46% de su contrincante). Y ese reparto de los apoyos dejó la puerta abierta a que el expresidente de Cepyme pudiera recomponerse para plantar cara a Garamendi en los próximos comicios de CEOE.
Sin embargo, para ello Cuerva necesitaría volver al ruedo de la representación empresarial. Sobre todo, necesitaría retornar a los niveles directivos de la CEOE desde donde se toman las decisiones y se influye en las organizaciones. De momento sigue al frente de la Confederación Granadina de Empresarios —su cuartel general, que preside desde hace 20 años— y desde ahí, varias fuentes de distintas organizaciones aseguran que planea dar el salto y presentarse como candidato a presidir la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Esta organización está dirigida desde hace más de diez años por Javier González de Lara y todo apunta a que optará a la reelección.
La incógnita de Cuerva
No obstante, esos comicios están previstos para primavera y Cuerva no ha hecho oficial su intención de presentarse. Fuentes que le apoyaron en las elecciones a la presidencia de Cepyme insisten en que “él lo va a intentar”. Dichas fuentes apuntan a que contaría con los apoyos seguros de la patronal de Granada, por descontado; la sevillana y parte de los empresarios de Jaén. Pero otros directivos que apoyan al actual presidente andaluz y a Garamendi aseguran que Cuerva no está ni siquiera en disposición de ganar Andalucía. “Se tendría que dar prisa, porque unas elecciones así no se preparan y mucho menos se ganan en tres meses”, aseguran.
Además, el sistema de elección a la presidencia de CEOE es muy distinto al de Cepyme. Así lo explicó el propio Garamendi. Preguntado el día que perdió Cuerva por el estrecho margen de apoyos, negó la posibilidad de que esta fractura se reprodujera en las elecciones de CEOE. “En Cepyme la correlación de votos es muy diferente a la representatividad”, aseguró. Con ello quería decir que la votación en la gran patronal sí es proporcional al peso de las organizaciones territoriales, por lo que teniendo el apoyo de media docena de las más grandes se consigue la victoria.
El entorno de Garamendi se muestra tranquilo y ve más que factible a posibilidad de conseguir estos apoyos. Territorialmente, la clave es lograr los votos de Madrid (45 vocalías), Cataluña (45 vocalías) y Comunidad Valenciana (30 vocalías). Esta última organización quedaría asegurada si sale presidente Lafuente, quien es también vicepresidente del actual equipo de De Miguel.
Sin embargo, la presidencia de Lafuente en CEV no está garantizada. Aún hay tiempo de presentar candidaturas y hay quien espera que surja otro candidato más afín a grandes empresarios valencianos como Juan Roig o Vicente Boluda.
La patronal madrileña, aunque se dividió en las elecciones de Cepyme, no presenta a fecha de hoy dudas al entorno del patrono de los empresarios españoles. Lo mismo sucede con el apoyo de la organización catalana, dirigida por Josep Sánchez Llibre. Las diferencias que este ha mantenido con Garamendi en alguna ocasión parecen haber desaparecido. Una muestra de ello es la colaboración en los últimos meses para frenar en el Parlamento la reducción de la jornada laboral, argumentan fuentes cercanas al líder de CEOE.
A más de un año para las elecciones, aún es pronto para hacer recuentos de apoyos en firme. Máxime cuándo se desconoce si habrá candidaturas alternativas. Entre los sondeados en las distintas organizaciones empresariales, hay quien asegura que a Cuerva “se le ha bajado el suflé” y no peleará por la presidencia de CEOE. Pero el último movimiento en Valencia denota que las patronales ya se están moviendo en clave electoral.
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