Garamendi irrita a una parte de la CEOE por cambiar las reglas para poder ser reelegido
El presidente de la patronal propone acabar con la limitación de mandatos y suprimir la votación si hay aclamación
Durante las semanas previas a las últimas elecciones a la presidencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) el pasado mes de noviembre, al entonces candidato y hoy reelegido presidente de la patronal, Antonio Garamendi, le persiguió un rumor sobre su intención de cambiar los estatutos de organización para eliminar la limitación a dos mandatos de los presidentes. Él lo negó reiteradamente, asegurando, sobre todo, que esa cuestión entonces “no tocaba”.
Sin embargo, todo apunta a que ahora sí toca, porque, además, es sabido que el primer año de un mandato es el más adecuado para llevar a cabo las reformas más espinosas. Por ello, Garamendi reunió el pasado jueves a sus vicepresidentes para plantearles un cambio estatutario y reformar el proceso electoral en la patronal con el objetivo de “modernizarlo”, según fuentes cercanas al presidente de la CEOE. Estas insisten en que la reforma “está en un proceso muy embrionario”, que debe debatirse internamente y pasar por la Comisión de Régimen Interno, la Junta Directiva del próximo 21 de junio y la Asamblea General del 19 de julio.
La propuesta de reforma que se planteó a la cúpula empresarial en este encuentro —al que no asistieron ni el presidente de la Cepyme, Gerardo Cuerva, ni el de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez-Llibre, que excusaron su ausencia por motivos de agenda— incluyó fundamentalmente cuatro cambios: el primero y más mediático y polémico es la eliminación de la limitación a dos mandatos del presidente de CEOE; en segundo lugar, Garamendi baraja modificar la regla que actualmente permite que si solo existe una candidatura a la presidencia de la CEOE y la mesa electoral acepta que el candidato se elija por aclamación, la mera petición de un vocal de la asamblea haga que se produzca una votación. Esta posibilidad permite ahora que, si el presidente es elegido por aclamación, aun así, una votación pueda reflejar el grado de oposición interna que tendría el presidente electo.
Los críticos con esta reforma dentro de la patronal que han sido consultados por este periódico consideran que ambas cuestiones socavan de alguna forma el grado de democracia interna de la organización, algo que niegan rotundamente fuentes del entorno del líder empresarial. Los defensores de Garamendi argumentan, por ejemplo, que “el 85% de las organizaciones que conforman CEOE ya no tienen limitación de mandatos para sus presidentes”, por lo que lo lógico es que la cúpula de la organización tampoco los tenga. Además, añaden que, históricamente, nunca ha existido este tipo de limitación —solo existe desde 2014— hasta el punto de que el presidente de la patronal entre 1984 y 2007, José María Cuevas, fue el dirigente que más tiempo ha estado en una institución.
Aunque son pocas las organizaciones que aún mantienen la limitación de mandatos, existen varias que podrían estar interesadas en que los estatutos de la patronal eliminen ese tope. Eso facilitaría que estas asociaciones también los quiten, aunque estas podrían decidir también no hacerlo, explican fuentes patronales. Es el caso, por ejemplo, de las organizaciones territoriales de la Comunidad Valenciana, Murcia o Baleares; o la patronal sectorial del metal (Confemetal).
Los críticos con la reforma reprochan al presidente que pretenda eliminar ahora la limitación de mandatos después de que esta medida se adoptara en 2014, lo que propició que su predecesor, Juan Rosell no pudiera repetir en el cargo, allanando su ascenso a la presidencia de la organización. Es más, recuerdan que dicha limitación se aprobó estando el propio Garamendi en la Comisión de Régimen Interno que ahora estudiará reformar los estatutos en sentido contrario.
No es la primera decisión polémica de Garamendi tras ganar las elecciones. El presidente de la patronal española decidió regularizar su situación laboral para pasar de cobrar y cotizar como autónomo a hacerlo como alto directivo con un sueldo de 380.000 euros al año. “Mi sueldo puede parecer mucho o poco, pero es la realidad y se ha hecho con transparencia”, dijo para defender el cambio del modelo retributivo.
Cambio en los plazos
En cuanto, a la propuesta de eliminar la posibilidad de que los vocales de la organización puedan votar si el candidato ya ha sido elegido por aclamación, desde el entorno del líder patronal respaldan esta iniciativa al considerar que “si alguien se opone a la propuesta de nombramiento del presidente cuando es el único candidato, lo que debería haber hecho es presentar una candidatura alternativa”.
La tercera modificación planteada a los vicepresidentes consistió en cambiar los plazos en los que se puedan presentar las candidaturas a la presidencia de la patronal. En concreto, actualmente existe un plazo de quince días antes de la fecha en la que se celebran las elecciones, hasta entonces se pueden presentar candidaturas alternativas y no es hasta el mismo día de los comicios que se proclaman las candidaturas previamente a la votación. Se trataría de fijar, por ejemplo, un periodo de un mes antes de la fecha de la votación como fecha límite para que se puedan presentar y proclamar las candidaturas. “Con ello, se quiere evitar —indican fuentes de la CEOE— que se tenga que llegar al último día para poder validar las candidaturas”.
Y, finalmente, el equipo de Garamendi plantea abordar los avales exigidos para poder presentar una candidatura a la presidencia. Actualmente se exigen 20 avales de vocales y el apoyo de cuatro organizaciones distintas, de entre los más de 750 vocales que conforman la asamblea electoral de la patronal. La intención de los responsables de la CEOE es rediseñar estos avales, fijando un porcentaje del número de vocales que suponga más que los veinte actuales y también un número más elevado de apoyos de organizaciones.
Con estas dos últimas propuestas, lo ocurrido en las últimas elecciones patronales de noviembre de 2022, en las que la vicepresidenta de la patronal catalana Foment del Treball, Virginia Guinda, presentó el 8 de noviembre, justo 15 días antes de las elecciones que se celebraron el 23 de noviembre, su candidatura alternativa a Garamendi para presidir la patronal, no podría haber sucedido en los mismos términos. Guinda consiguió 37 avales de seis organizaciones miembro de la CEOE, más de los exigidos. Pero, si el reglamento electoral cambiara en el sentido que quiere la actual cúpula de la patronal, Guinda lo habría tenido probablemente más difícil para presentar su candidatura.
No obstante, fuentes conocedoras de la propuesta presentada a los vicepresidentes hacen constante hincapié en que se trata de medidas que deben estudiarse en el seno de la Comisión de Régimen Interno y luego ser refrendadas por los máximos órganos de dirección, por lo que, de ninguna manera, son propuestas cerradas. “Se adoptarán las fórmulas que sean razonables para salvaguardar en todo momento la democracia interna”, aseguran en el entorno del actual líder empresarial.
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