Renfe pide a Talgo la cabeza del máximo responsable del mantenimiento de los trenes con averías

Las continuas averías en los nuevos trenes Avril S106, que Talgo le entregó a Renfe en mayo, pueden costarle el puesto al máximo responsable de su mantenimiento. Según ha confirmado Renfe a este periódico, la compañía pública ha pedido al fabricante de trenes español “formalmente el cese” de Javier Fernández Sánchez Del Peral, director general de Tarvia, empresa controlada por Renfe y Talgo y encargada del mantenimiento de los nuevos convoyes. Renfe se lo ha trasladado al consejero delegado de Talgo, Gonzalo Urquijo, sin pasar por el consejo de Tarvia, compañía de la que el fabricante de trenes posee un 51%, mientras que la empresa pública de ferrocarril tiene el restante 49%. Según explican fuentes conocedoras del asunto, el detonante ha sido la incidencia del lunes de la semana pasada por la que 494 personas se quedaron atrapadas sin electricidad dentro de uno de estos trenes.

Por su parte, Talgo ha asegurado que “Renfe no ha pedido ni a Talgo como accionista ni al consejo de administración de Tarvia el cese de ningún miembro de la dirección de Tarvia”. El fabricante de trenes, a su vez, ha indicado que “en todo caso, cualquier decisión al respecto debería plantearse en el consejo de administración de Tarvia que es el órgano facultado para cualquier decisión de la compañía”.

De esta forma, la guerra abierta entre Renfe y Talgo suma un nuevo capítulo después de que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, asegurase la semana pasada que la mencionada avería en un Avlo que cubría la ruta entre Valencia y Madrid era “el incidente que colmaba el vaso”. En total, Renfe cifra en 479 el número de incidencias de los Avril S106 desde que se estrenaran en las vías españolas el pasado 21 de mayo, de las cuales 28 provocaron retrasos de más de una hora y 14 necesitaron del rescate o trasbordo de pasajeros. Solo por el incidente del lunes 5 de agosto, Renfe estima que podría afrontar el pago de 390.000 euros en indemnizaciones para los 11.768 pasajeros de los 34 servicios afectados con retrasos.

Por ello, la compañía pública estudia presentar reclamaciones económicas a Talgo, que se sumarían a los 166 millones que Renfe le pide por el retraso de casi dos años en la entrega de estos convoyes. Concretamente, la compañía pública de ferrocarril le reclama a Talgo 116 millones por el incumplimiento del contrato más 50 millones por el lucro cesante. Además, el pasado 1 de abril elevó una reclamación de 80.000 euros por cada día de retraso adicional en la entrega de los convoyes, de los cuales Renfe recibió las primeras diez unidades el 11 de abril. Los mismos comenzaron a funcionar en Asturias y Galicia un mes más tarde, a los que se fueron sumando paulatinamente parte del resto de trenes que Talgo le debía a Renfe. A día de hoy, la empresa pública tiene 12 trenes Avril S106 en funcionamiento, otros diez parados y faltan por entregar ocho trenes de los que Renfe afirma no tener información. Actualmente suponen el 9% de la flota de Renfe de Alta Velocidad y Larga Distancia, y registran una puntualidad del 40,72%, frente al 76,2% de puntualidad del conjunto de ese servicio.

En una entrevista con Radio Nacional de España que tuvo lugar este lunes, Puente indicó que los hechos de la semana pasada fueron inaceptables, por lo que pidió disculpas a la vez que bajó el tono contra Talgo y aseguró que esta “se ha puesto las pilas” desde hace una semana y ha designado un técnico para cada convoy, lo que ha derivado en que en esta última semana no se haya producido ninguna incidencia de importancia y, desde luego, ninguna al nivel de la sufrida en la estación madrileña de Chamartín.

A su vez, Puente recordó que la adquisición de estos trenes se decidió en un concurso resuelto en 2016, durante el Gobierno del PP, en el que Talgo se impuso con una oferta un 43% más barata que el precio de licitación. A dicho concurso se presentaron en un principio Alstom, Siemens, CAF, la ganadora Talgo y Bombardier, aunque esta última se retiró antes de la resolución del mismo. Talgo fue la mejor puntuada tanto técnica como económicamente con un tren que era un prototipo en ese entonces.

El contrato contemplaba la entrega de 15 trenes y el mantenimiento de estos por 30 años, aunque Renfe podía ampliarlo hasta los 30 trenes, que fue lo que finalmente hizo. A su vez, la compañía pública puede pedir una extensión del servicio de mantenimiento por otros diez años más, lo que dependerá de la vida útil de los convoyes. Además, la licitación establecía la creación de una empresa conjunta entre Talgo y Renfe para el mantenimiento de los trenes, la cual se constituyó el 29 de abril de 2021 con el nombre de Tarvia. “Fue una decisión muy arriesgada”, afirmó Puente en la entrevista con la radio pública, en relación a la compra de los trenes a Talgo, con la que Renfe se ahorró 1.150 millones de euros.

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