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La inflación en la zona euro sube al 2,6% en julio

Los últimos movimientos del IPC del área monetaria añaden incertidumbre sobre los próximos movimientos del BCE

mercados
Un mercado en el centro de Valencia.Diego Delso (Wikimedia Commons)
Manuel V. Gómez

Los vaticinios de que rebajar la inflación de la zona euro a ese objetivo totémico del 2% que tiene el Banco Central Europeo (BCE) va a costar bastante tiempo se están cumpliendo. El índice de precios general del área monetaria ha entrado en los últimos meses en un valle que oscila entre el 2,4% y el 2,6% de este mes de julio que acaba de divulgar Eurostat, la oficina europea de estadísticas este miércoles. Ese dato supone una décima más que en junio y respalda la afirmación que hizo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, hace apenas un par de semanas: “Las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas”.

Después de pronunciar esta frase, la propia Lagarde apuntaba en qué componentes del IPC residían las mayores resistencias para que la entidad que dirige pudiera concluir que está acercándose a su objetivo y proseguir reduciendo los tipos de interés: “La inflación de los servicios es elevada”. De nuevo, los datos de Eurostat van en esta dirección. El IPC de los servicios en julio sigue siendo alto, un 4%, el más alto de todos. Y eso tiene bastante importancia, puesto que de todos los elementos que componen este índice armonizado representa casi la mitad del resultado final.

También la energía vuelve a poner de su parte. Ya no empuja a la baja como lo ha venido haciendo desde que sus cotizaciones tocaran techo en otoño de 2022, provocando la crisis inflacionaria vivida hace unos meses. Hasta mayo del año pasado, la evolución de los precios de los combustibles estaba en terreno negativo. Pero ya hace tres meses que sus cotizaciones son positivas y, de hecho, en julio ha sido el componente que más ha subido en la comparación anual: del 0,2% al 1,3%.

El aumento de esa décima en la inflación está ligeramente por encima de lo que se esperaba entre los analistas, que apuntaban a que el índice se quedaría en el mismo dato de junio, según el recuento que hace el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs. La misma conclusión tienen los analistas de ING: “Las cifras preliminares de la inflación general y subyacente de la zona euro fueron ligeramente superiores a las previstas”.

En esta relativa sorpresa, ha tenido que ver el aumento de los precios en Alemania, Países Bajos, Francia y, sobre todo, Italia, un país en el que el salto ha sido de ocho décimas en un solo mes. Entre los miembros de la zona euro que han visto como se rebajaba la presión de los precios está España, cuya rebaja fue de siete décimas, hasta el 2,9%.

Con estos números, no está claro si el BCE volverá a bajar los tipos de interés en septiembre, en la próxima reunión de su consejo de Gobierno. Tras la última, Lagarde no dio pistas: “No nos hemos comprometido de antemano con una senda concreta de tipos”. Lo que viene a decir esto es que los datos que observa Fráncfort todavía no son suficientes para la autoridad monetaria como para ahondar en la senda emprendida en junio, cuando se rebajaron en un cuarto de punto los tipos de interés.

Y es hacia esa incertidumbre a la que apuntan los analistas: “Los últimos datos no han dado al BCE la certeza que necesita para confirmar que ha ganado la batalla de la inflación. Dicho esto, los datos de las encuestas [PMI] siguen sugiriendo que es probable que continúe la tendencia a la baja de la inflación. Y no hay que olvidar que, al nivel actual, los tipos de interés siguen implicando una política monetaria restrictiva. Las cifras de hoy [por este miércoles] han reducido ligeramente la probabilidad de un recorte de tipos en septiembre, pero aún quedan seis semanas de datos antes de que el BCE tenga que tomar una decisión”, señalan desde ING.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.
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