El Gobierno nombra a Pedro Saura como nuevo presidente de Correos y sitúa a Raquel Sánchez en Paradores
El expresidente de la compañía hotelera pública sustituirá en la empresa postal a Juan Manuel Serrano y su puesto lo ocupará la exministra de Transportes
Pedro Saura (Torre-Pacheco, Murcia, 61 años) será el próximo presidente de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos en sustitución de Juan Manuel Serrano —exjefe de gabinete de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE—, según confirman fuentes gubernamentales. El nombramiento de Saura será efectivo a partir de este jueves tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Saura ocupaba hasta ahora la presidencia de Paradores de Turismo de España, la entidad pública que gestiona los alojamientos ubicados en algunos edificios del patrimonio histórico del país. Su puesto lo cubrirá la exministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez Jiménez (Gavà, Barcelona, 47 años).
Antes de dirigir con éxito Paradores, Saura fue secretario de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda entre 2018 y 2021 mientras José Luis Ábalos estuvo al frente de ese departamento. En esa época arrancó la negociación de la que sería la primera ley estatal de vivienda de la democracia, lo que provocó tensiones entre los dos socios de Gobierno. Saura siempre se posicionó como contrario a los controles de alquiler, una reivindicación de la que hacía bandera Unidas Podemos. Con una dilatada vida política, antes de desembarcar en el ministerio ocupó la portavocía del área de Presupuestos del grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados.
Al frente de Paradores, Saura ha logrado mejorar la gestión de la empresa pública. El año pasado cerró con unos beneficios de 11 millones de euros, un 27% más que el ejercicio anterior después de encadenar dos ejercicios consecutivos en positivo en una empresa tradicionalmente deficitaria. Además, logró ingresos y un nivel de ocupación récord en la empresa.
Saura deja una compañía saneada y aterriza en otra con más problemas. La sociedad postal es la mayor empresa pública de España con casi 50.000 trabajadores. Y también de las mejor pagadas: su antecesor superó los 200.000 euros de salario bruto en 2022, por encima de los alrededor de 180.000 euros que corresponden a la presidencia de Paradores. Ambas figuran entre las firmas 100% públicas (las participadas son otra historia) con mayores remuneraciones, junto con Loterías y Apuestas del Estado.
Correos cuenta con varias filiales como Correos Express, Correos Nexea y Correos Telecom. El grupo registró unas pérdidas de 217,2 millones de euros en 2022, lo que supone más que duplicar los números rojos de 105,6 millones que sufrió en el ejercicio anterior. Estas pérdidas solo fueron superadas por los 264 millones que perdió en 2020, en plena pandemia. La sociedad estatal postal recortó su cifra total de negocios el año pasado en un 5,7% hasta los 1.962 millones de euros, con descensos en su división postal y estancamiento en paquetería exprés. La explicación es que cada año se envían menos cartas y más paquetes y eso supone un cambio en la operativa de la compañía. El resultado de explotación arrojó unas pérdidas de 286,5 millones, el doble que en 2021. La última vez que Correos presentó beneficios fue en 2019, cuando ganó 14,8 millones de euros, que supusieron, a su vez, su primer año en positivo desde 2014.
En su nuevo destino como presidente de Correos, Saura tendrá que dirigir una empresa en profunda transformación por el auge del comercio en línea y la revolución que representa para las empresas de logística en medio de un clima laboral complejo, con la dirección enfrentada a los sindicatos. Las centrales sindicales CC OO —mayoritario— y UGT son muy críticos con la gestión. Acusan a la actual dirección de pérdida de cuota de mercado, de ingresos y reducción de plantilla a costa de la competencia privada.
Raquel Sánchez, a Paradores
La hasta ahora ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ocupará la presidencia de Paradores, según ha podido confirmar EL PAÍS. Sánchez fue alcaldesa de Gavà (Barcelona) por el PSC hasta julio de 2021, cuando recibió la llamada del presidente Pedro Sánchez para ocupar la cartera ministerial de lo que anteriormente se conocía como Fomento. En las elecciones de julio de 2023 obtuvo acta de diputada por Barcelona y se mantuvo en funciones al frente del ministerio hasta que Pedro Sánchez nombró su primer gobierno de la nueva investidura, cuando su nombre no apreció en la composición del nuevo Ejecutivo.
Su departamento, de hecho, se dividió en dos: el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, que encabeza Óscar Puente; y el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, a cargo de la anterior ministra portavoz y de Política Territorial, Isabel Rodríguez. A ambos entregó sus respectivas carteras Raquel Sánchez en un acto en que no pudo contener las lágrimas (“de felicidad”, aclaró a los periodistas tras el acto).
Su nuevo cometido será la presidencia de Paradores de Turismo de España, que gestiona cerca de 100 establecimientos singulares repartidos por 16 comunidades autónomas. Esta compañía pública depende orgánicamente del Ministerio de Industria y Turismo, que encabeza en el arranque de la nueva legislatura el también catalán Jordi Hereu. Y se da la circunstancia de que Saura se fue a Paradores precisamente cuando ella se puso al frente de Transportes.
En sus algo más de dos años en el cargo, la exministra tuvo que lidiar con varias patatas calientes en su departamento. La mayor fue la negociación de la primera ley estatal de vivienda de la democracia. Enquistada durante años, cuando la anterior legislatura ya encaraba su recta final hubo fogata blanca y la norma fue definitivamente aprobada por las Cortes el pasado mayo. Pero ni eso ni los intensos anuncios que hizo el Gobierno en materia de vivienda asequible evitaron la debacle electoral para el PSOE en los comicios autonómicos de mayo, que a la postre aceleraría el final de la legislatura con la convocatoria de elecciones generales en julio.
Otro asunto que marcó el mandato de Sánchez en Transportes fue la polémica por los nuevos trenes que se habían encargado para Asturias y Cantabria. Un error en la fase de diseño imposibilitaba su paso por algunos túneles de la red ferroviaria al ser demasiado anchos. El error se detectó antes de que arrancase la fabricación, pero al descubrirse no hubo más remedio que admitir que eso retrasaría los planes para su implantación, lo que provocó airadas críticas los presidentes de Asturias (el socialista Adrián Barbón) y Cantabria (Miguel Ángel Revilla, del PRC, entonces aliado del PSOE y que perdió el cargo tras las elecciones del 28-M). Y Sánchez puso la cara en todo aquel asunto, que costó el cargo a varios altos cargos de su departamento, pese a que el origen de la chapuza se remontaba a los tiempos de su predecesor.
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