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Hacienda ingresó 60 millones de euros en 2022 por los premios de la lotería no cobrados

La mayoría del dinero procedió del sorteo de Navidad y fueron cantidades pequeñas, aunque llegó a haber premios de 3.000 euros no recogidos

Lotería de Navidad 2023
Colas frente a la administración de Doña Manolita, en Madrid, el 27 de noviembre.Eduardo Parra (Europa Press)
F. Javier Barroso

Cuando se celebra un sorteo como el de Navidad se suele utilizar el tópico de que ha caído una lluvia de millones en la administración de lotería que ha repartido un premio mayor, en especial si se trata del Gordo. Pues esa lluvia le tocó el año pasado al Ministerio de Hacienda, eso sí de manera diferida, al embolsarse casi 60 millones de euros con los premios caducados y no cobrados por los agraciados en los distintos sorteos que organiza Loterías y Apuestas del Estado. Esto supone el 0,98% de los 6.148 millones que sí se embolsaron los españoles durante el año pasado.

Loterías y Apuestas del Estado diferencia entre dos modalidades de juegos. Los llamados pasivos son aquellos en los que el comprador no puede elegir los números, ya que vienen impresos en el décimo, como ocurre con la lotería tradicional. Estos juegos pasivos son los que más dinero han reportado a las arcas públicas: casi 44,79 millones de euros. El sorteo en el que más se juega -el extraordinario de Navidad con 180 millones de décimos emitidos en 2022, lo que supone 3.600 millones de euros- también fue el que más dinero dejó sin cobrar por parte de los agraciados: 20,2 millones, es decir el 0,94% de los 2.157 millones repartidos. Le siguieron el del Niño, con 11,5 millones y 2%; todos los sorteos de la lotería del sábado (10,37 millones) y la del jueves (2,69 millones). Muy lejos, el Joker, con 326.000 euros.

Los tradicionales bombos del sorteo de la Lotería de Navidad
Los tradicionales bombos del sorteo de la Lotería de Navidad

En la otra modalidad, los llamados juegos activos, los participantes pueden elegir los números con los que apuestan. Se trata de la primitiva, la bonoloto, la quiniela o el Euromillones, entre otros. Todo el conjunto sumó 14,8 millones de euros de ingresos de Hacienda. El más lucrativo fue la Lotería Primitiva con 4,2 millones, lo que supone el 0,57% de los 734 millones repartidos. Le siguen El Millón, con 4 millones y el 4% y el Euromillones, con 3,7 y el 0,6%.

¿Qué hay detrás de que los jugadores no lo cobren? Fuentes de Loterías y Apuestas del Estado reconocen que en todos los años de existencia del organismo no han realizado nunca ninguna encuesta, pero creen que puede deberse a olvidos o a que los resguardos o décimos se traspapelan. De hecho, un simple cambio de chaqueta o de bolso hace que estos premios queden en el armario durante semanas. Los premios caducan a los tres meses.

Cuantías bajas

Lo que sí tienen contabilizado es que las cuantías suelen ser muy bajas. En el caso de los juegos activos, el 99% de los premios olvidados oscilan entre los 50 céntimos y los 10 euros y el 0,9%, entre los 10,01 y los 100 euros. Solo el 0,02 supone más de 2.000 euros, según datos del organismo emisor. En los pasivos, el 43,6% de los premios caducados están entre los 50 céntimos y los 10 euros. En el siguiente tramo (de 10,01 a 100 euros), llega al 53,6%. “Con ese dinero embolsado por Hacienda se podría hacer frente, por ejemplo, al servicio de atención bucodental del Sistema Nacional de Salud (48 millones) o todo lo que destina la Comunidad de Madrid a las becas escolares (60 millones). Se trata de un capital que repercute de lleno en el Estado. Nuestro interés es que se cobren todos los premios, que es en definitiva la finalidad de los sorteos y de que la gente juegue”, reconocen las fuentes de la entidad.

De hecho, Loterías y Apuestas del Estado tiene auténticos especialistas que examinan al detalle todos los resguardos o décimos dañados o rotos. La forma de conseguir el cobro es sencilla: Basta con rellenar una solicitud de pago de premios en cualquier administración o punto de venta y aportar en un sobre o una bolsa los restos del resguardo. Eso sí, sin manipularlos para no dañarlos aún más. Cuando lo recibe Loterías, se comprueba su autenticidad para garantizar que no se trata de una falsificación. Si tiene un premio de más de 2.000 euros, se precisa incluso un certificado de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, la empresa que imprime los décimos y el papel de los distintos juegos. Se espera entonces a que caduque el premio -para que no pueda cobrar dos veces- y se paga a su poseedor, en caso de estar agraciado.

En los juegos pasivos, se presentaron 652 reclamaciones en 2022, de las que se pagaron el 83,9%. El más grande fue un premio de 3.000 euros. Las 125 restantes no estaban premiadas. En los juegos activos, las reclamaciones llegaron a 1.823, de las que solo ocho no tenían premio. “La fiabilidad es altísima. Lo que se ha detectado en los últimos años es que gran parte venía deteriorado por el uso de geles hidroalcohólicos durante la pandemia. También los que llegan lavados o en trocitos hechos una bolita”, reconocen fuentes del organismo. Uno de los casos más extremos que recuerdan los especialistas fue un bar que guardaba durante la noche los décimos en el horno para que no se los robaran. Un día se les olvidó sacarlos y terminaron destrozados. Los peritos de Loterías lograron recomponerlos y se les pagó el premio. Otros llegan mordidos por perros o realmente sucios tras haber estado en la basura. Algunas identificaciones se hacen a simple vista y otras pueden llevar hasta un año.

Con la mirada en el 22 de diciembre

Los 15 días que quedan para el mayor sorteo de todo el año, el extraordinario de Navidad (22 de diciembre), son los decisivos para saber si va a haber un récord de ventas o se mantienen las cifras de otras ediciones. Este año, Loterías y Apuestas del Estado ha aumentado en cinco las series por número (185, en total), lo que representa 185 millones de décimos y 3.700 millones de ventas potenciales. De ahí, el 70% se destinará a premios. “Las ventas hasta el momento van bien, pero lo que realmente marca la diferencias son las últimas semanas, cuando la gente ve que el sorteo está cerca y compra los décimos”, reconocen fuentes del organismo público. De hecho, este puente habrá largas colas de horas en las administraciones más famosas, como viene siendo habitual.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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