Un 17% de los hogares quedan en situación de pobreza severa tras pagar la hipoteca o el alquiler

Hacer frente al pago de una vivienda no es fácil, ni siquiera para familias con ingresos medios. “Los problemas de asequibilidad de la vivienda están convirtiendo en pobres a muchos hogares con rentas medias”, alerta la organización Provivienda con motivo de una jornada sobre vivienda asequible celebrada este miércoles en Madrid. Para apoyar su tesis, la asociación sin ánimo de lucro ha adelantado algunos datos del informe sobre Prevención y atención a la exclusión residencial que está ultimando y que presentará en las próximas semanas. Del mismo estudio se desprende que uno de cada tres hogares con ingresos intermedios destinan a la hipoteca o el alquiler más del 30% de su presupuesto, el tope de esfuerzo recomendado por la mayoría de expertos y organismos especializados.

La situación, no obstante, es todavía peor para hogares con ingresos bajos. A partir de los microdatos de la última Encuesta de Condiciones Vida del INE (publicada en 2022 y con datos de 2021) y de una encuesta propia, Provivienda estima que un 17% de todos los hogares españoles quedan en situación de pobreza severa tras pagar la vivienda. La pobreza severa se calcula en estándares internacionales en el 40% de la mediana de los ingresos de los hogares, lo que en España se traduce en menos de 300 euros mensuales por persona para una familia de dos adultos y dos niños. Ese porcentaje implica, además, que la situación “ha empeorado en solo dos años en dos puntos porcentuales”, ya que Provivienda recuerda que justo antes de la pandemia, en 2019, era del 15%.

El riesgo es superior para quienes viven de alquiler que para los que pagan hipoteca. Entre los primeros, la situación de pobreza severa afecta a casi el 38%. Entre los propietarios ese porcentaje se reduce al 11,3%. Incluso entre hogares de inquilinos con ingresos medios, la situación de pobreza severa afecta al 5%, lo que se traduce en unas 250.000 unidades familiares. “Las diferencias por régimen de tenencia son enormes”, juzgan en Provivienda.

Y las distancias se mantienen en otros parámetros analizados. Al observar la tasa de sobresfuerzo, por ejemplo, la incumplen un 47,5% de quienes viven de alquiler. Y si se mira solo las familias inquilinas del primer decil de ingresos (es decir, el 10% que tiene menores recursos), el porcentaje de quienes destinan más de lo que deberían de su renta mensual se dispara hasta el 70%.

No son los únicos sesgos que aparecen en el estudio. La asequibilidad afecta más a las mujeres que a los hombres. Un 19,7% de ellas tienen problemas relacionados con el acceso a la vivienda, frente al 15,6% entre ellos. Y mayor es la brecha entre entre los jóvenes (23,5%) y hogares encabezados por personas de más edad (12,9%); o la que separa a extranjeros no comunitarios (57,6%) y españoles (14,2%).

Por último, el avance del informe recuerda que también hay diferencias territoriales significativas. Aunque sin ponerles números de momento, Provivienda recuerda que los mercados inmobiliarios de las comunidades insulares (Baleares y Canarias), de las dos mayores ciudades (Madrid y Barcelona) y de las dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) son los que aglutinan un mayor porcentaje de ciudadanos que se ven obligados a destinar más del 30% de sus ingresos a costear la casa. Y recuerda que la asequibilidad es una “característica básica” para tener una vivienda adecuada, un reconocimiento consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

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