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Subida del aceite de oliva: los consumidores rebajan la calidad, distancian las compras y reducen los formatos

Los envases de mayor volumen son los que experimentan una mayor caída en la demanda, con un 25%. Los buenos datos de comercialización del primer mes de campaña constatan la fidelidad a esta grasa vegetal

Una botella de aceite de oliva.
Una botella de aceite de oliva.Thinkstock
Ginés Donaire

El consumo de aceite de oliva se acomoda cada vez más a formatos y categorías más económicas. Un estudio realizado por la Universidad de Jaén entre más de 300 supermercados e hipermercados de toda España constata que los consumidores reducen el gasto anual, segmentando más la compra y apostando por envases de menor tamaño.

El estudio, elaborado entre los meses de enero y septiembre entre un universo potencial de 2,6 millones de consumidores, confirma una caída media de la demanda de aceites de oliva refinados del 10,2%, aunque el descenso es mayor en los envases de mayor volumen, como en el PET de 5 litros que ha cedido en un 24,68%. El consumo interno (hogares, hostelería e industria alimentaria) experimenta una caída de casi 200.000 toneladas, o lo que es lo mismo, un retroceso de consumo con respecto al mismo periodo del año pasado del 43,90%.

El aceite de oliva ha subido un 6% durante el último mes, según los datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La subida asciende al 73,5% si se observan los últimos 12 meses y el encarecimiento del aceite se dispara hasta el 150,7% respecto a marzo de 2021, según confirman los datos del INE.

El informe confirma también un desplazamiento hacia otras categorías de aceite de oliva. Así, en los aceites vírgenes la demanda se incrementa un 68,46% mientras que los vírgenes extra caen un 10,6%. El incremento medio de precio acumulado ha sido del 31,1%. “Se ha producido una transformación en las preferencias del consumidor de aceites de oliva, virando a los vírgenes, en lugar de vírgenes extra, y sobre todos los formatos pequeños, con lo cual se está segmentando más la compra, dosificando su uso y comprando más on line”, ha indicado Juan Vilar, analista oleícola internacional y codirector del Máster en Administración de Empresas Oleícolas de la Universidad de Jaén a través de su Observatorio de Consumo.

El análisis del mercado oleícola pone de relieve también que el aceite de orujo ha incrementado su demanda en más del 86% en los nueve primeros meses del año, mientras que en el aceite de girasol el consumo crece un 21,20%, pese a que el precio lo ha hecho también en un 31,12%. “Aunque la fidelidad del consumidor es firme, comienza a ceder en la demanda a favor de otros aceites de oliva, como es el caso del orujo y principalmente el girasol fuera de los de oliva”, apunta Vilar.

También se analiza el comportamiento de las exportaciones e importaciones. Las primeras caen 320,4 toneladas, es decir, un 38,73%, mientras que las importaciones crecieron en un 10,10%. Eso sí, el estudio advierte de que en 2022 las importaciones suponían un 8,7% sobre la producción total del país, y este ejercicio, para el mismo período analizado, supondrían algo más del 21%.

En el informe, que ha tenido en cuenta todos los tipos de aceites y grasas consumidos en España, se han analizado 63 hipermercados y 250 supermercados, teniendo una incidencia en hogares representados que supera el millón, lo que equivale a algo menos de 2,6 millones de consumidores. Los híper y supermercados suponen una cuota de mercado de forma conjunta del 68% de demanda. Por tanto, la muestra presenta un alto grado de representatividad, suponiendo casi el 5% del total de volumen de venta de aceites de oliva vendidos en el país en supermercados e hipermercados, e igual porcentaje si hablamos de otras superficies de venta.

Comercialización

A pesar de la coyuntura actual de precios al alza, los productores valoran la confianza de los consumidores a tenor de los datos de comercialización del primer mes de la campaña 2023/2024. Los datos hechos públicos por la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) señalan que se han vendido en octubre unas 86.000 toneladas de aceite de oliva, incluyendo importaciones. “Ha sido el mejor arranque posible de campaña, porque a pesar de que se ha producido un 10% menos de aceite que en octubre de 2022, comprobamos cómo el consumidor se mantiene fiel a la grasa vegetal más saludable que existe, el aceite de oliva, y se consolidan las ventas medias del año pasado”, ha destacado el secretario general de UPA en Andalucía, Cristóbal Cano.

Eso sí, para seguir afianzando la fortaleza del aceite de oliva en los mercados, Cano cree necesario explorar nuevos canales y mercados europeos y de terceros países de cara a futuras campañas de producción. Los datos de la AICA alejan también cualquier amenaza de desabastecimiento en los mercados, ya que ahora mismo hay 216.000 toneladas de aceite de oliva de existencias.

En el estudio, realizado en el marco del Observatorio de Consumo de la Universidad de Jaén, han participado también Juan Carlos Marín, responsable de ultramarinos en Alcampo, y Carmen Morillo, directora financiera del Grupo Oleícola Jaén. Junto a Juan Vilar, los tres son miembros del aula universitaria Oleícola Innova, implicada también en dicho estudio, una iniciativa de la Universidad Internacional de Andalucía, sede Antonio Machado de Baeza (Jaén), y del Grupo Oleícola Jaén.

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