¿Me afectará la reducción de la jornada laboral? Depende del convenio colectivo y del sector

El PSOE y Sumar han pactado reducir la jornada ordinaria de trabajo de las 40 horas semanales actuales a 37,5. Según las estimaciones del Ministerio de Trabajo, si el Gobierno consigue el apoyo de la mayoría del Congreso y la medida sale adelante, esta beneficiará a 12 millones de personas asalariadas del sector privado. Es decir, al 83,3% del total (el resto, un 16,7%, ya tienen jornadas de 37,5 horas semanales o menos).

Para saber si la medida le afecta, el factor a tener en cuenta no es cuántas horas trabaja ahora a la semana, sino cuántas especifica su convenio colectivo. Y ya hay algunos que recogen jornadas de 37,5 horas o incluso menos: estos convenios con jornadas más cortas son, por ejemplo, habituales en el sector financiero, con un 89% de los empleados por debajo de las 37,5 horas, o en el educativo, con un 61%. Su situación contrasta con la de la hostelería o la agricultura, donde solo un 1% de los trabajadores tiene una jornada inferior a las 37,5 horas.

La estadística clave para analizar las jornadas pactadas es la de convenios colectivos que publica el Ministerio de Trabajo. No da una imagen completa de todos los trabajadores, sino solo de aquellos cuyas condiciones están regidas por convenios con efectos económicos conocidos y registrados en el periodo de referencia. Pero sí es una muestra importante: por ejemplo, el dato a septiembre de 2023 muestra las circunstancias de 9,5 millones de trabajadores, cuando el total de asalariados es de 17,8 millones. Cabe tener en cuenta un sesgo importante: estos convenios normalmente están bajo el paraguas de la negociación colectiva, así que es normal que sus condiciones sean algo mejores que las del resto de asalariados. Los especialistas suelen reconocer que esta estadística está afectada por algunas debilidades.

Con estas cautelas, el registro del Ministerio de Trabajo especifica que el 58,3% de los empleados están regidos por jornadas superiores a 38,5 horas. Todos ellos resultarían, por tanto, beneficiados por la medida pactada por el PSOE y Sumar, al igual que una parte del 29,8% cuya jornada pactada se establece de 37,5 a 38,5 horas. Solo un 11,9% trabaja con jornadas inferiores a 37,5 horas, según esta estadística. En total, según Trabajo, el 83,3% de los empleados asalariados (12 millones de personas) se vería beneficiado de una reducción de la jornada a 37,5 horas semanales.

Conseguir jornadas inferiores a la estipulada legalmente en el Estatuto de los Trabajadores es un logro para los sindicatos en la negociación colectiva. A más fuerza sindical, más posibilidades de que ese sea el caso. Y, por ello, los convenios de empresa —aquellos acordados entre los comités y la dirección de la compañía— suelen recoger jornadas pactadas más cortas que el global de la estadística, que recoge muchos convenios sectoriales a nivel provincial, autonómico o estatal en los que los trabajadores tienen menos fuerza. Las empresas pequeñas toman habitualmente como referencia esos convenios de ámbito superior. En el escenario de los convenios de empresa, el 45% de los trabajadores están regidos por jornadas inferiores a las 37,5 horas, frente al 11,9% para el común de los convenios.

Entre los grandes empleadores españoles (a más volumen de empleados y más valor añadido, más posibilidades de que el comité tenga más fuerza) hay muchos ejemplos de jornadas por debajo de las 40 horas semanales. El caso más conocido es el del sector público: tres millones de trabajadores que por norma general disfrutan de una jornada pactada de 37,5 horas. El sindicato específico de la función pública, CSIF, ya reclama que para estos empleados la jornada se reduzca a 35 horas.

La jornada está también por debajo de las 40 horas semanales en el Banco Santander: el convenio especifica 38,5 horas la mayor parte del año, de mediados de septiembre a mediados de junio, y 35,5 en verano. También es menor en CaixaBank, donde queda establecida en 37,5 horas, al igual que en Telefónica. En Iberdrola se establece en unas 38 horas semanales, y en Indra, en 39 horas en invierno y 36 en verano. El mayor empleador español privado, Mercadona —con casi 100.000 trabajadores en todo el país—, establece la jornada laboral en 40 horas.

De la misma forma que los incrementos del salario mínimo tienden a elevar el resto de retribuciones, es previsible que la contracción del tiempo de trabajo en el Estatuto de los Trabajadores —si finalmente se produce— sirva para reducir la jornada laboral en empresas que ya aplican 37,5 horas. Son compañías que ya reconocen ahora más derechos a sus empleados que la legislación general, un argumento que pueden esgrimir los comités para profundizar en esa política.

La estadística del Ministerio de Trabajo también diferencia la jornada pactada por sectores. En 2022, la actividad con mayor proporción de trabajadores con una jornada por debajo de la habitual es la administración pública y Defensa, donde casi la totalidad de los empleados tiene una jornada de 37,5 horas o menos. Le siguen las actividades financieras, con un 88,8% en 37,5 horas o menos, por encima de educación (61,4%) e información y comunicaciones (59,1%). Se da la circunstancia de que estos sectores, con la excepción de la educación, gozan también de salarios por encima de la media. Es decir, más horas de jornada no implican más retribución, sino, por lo general, al contrario. En el otro lado de la balanza están los sectores con jornadas pactadas mayores y salarios inferiores al promedio, como el comercio o la hostelería.

Si tiene dudas sobre cuál es su jornada pactada, puede consultarlo en su contrato, en el que se debe especificar el convenio de referencia. Si no aparece, la empresa debe explicarle la jornada pactada.

Jornada media

Una cosa es la jornada pactada y otra muy diferente la que realmente trabaja cualquier asalariado, condicionada por las horas extra, el absentismo, las jornadas parciales, horas no retribuidas y otras muchas variables. La media de jornada efectiva para el total de los ocupados es actualmente de 37,7 horas, un registro que cayó progresivamente hasta la pandemia y que ha repuntado en los últimos años. Para las mujeres (que sufren mucha más parcialidad), la jornada media es de 35,2 horas, frente a las 39,9 horas de los hombres.

También hay diferencias reseñables entre autónomos y asalariados: los primeros trabajan 44,3 horas a la semana de media, por encima de la jornada ordinaria, frente a las 36,6 de los empleados por cuenta ajena. La diferencia es mucho menor al comparar asalariados del sector público (36,4) y del privado (36,7).

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