Las pernoctaciones en hoteles igualan en julio el récord de 2019 con precios un 24% más altos

El fin de la pandemia disparó poco a poco el llamado furor viajero desde 2021 y, pese al golpe que la inflación y las subidas de los tipos de interés han supuesto para las rentas de los hogares, la demanda resiste. Las pernoctaciones en establecimientos hoteleros crecieron un 2,5% en julio pasado respecto a igual mes de 2022, hasta superar los 43,1 millones, una cifra que prácticamente iguala al récord de julio de 2019, según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero hay una diferencia respecto a hace cuatro años: los precios son de media un 24% superiores.

La subida de los costes para las empresas y la mejora de las instalaciones hoteleras en busca de clientes con mayores rentas también explican la subida de precios, según el sector. Así, la facturación media diaria de los hoteles por habitación ocupada en julio se situó en 128,80 euros, un 6,2% más que en idéntico mes de 2022 y un 24,8% más que en 2019, el año previo a la crisis de la pandemia y que se toma como referencia para evaluar la recuperación del turismo. Es la cifra más alta desde 2008, último año que figura en los registros del INE.

Otro de los indicadores de rentabilidad del sector es el ingreso medio diario por habitación disponible (RevPAR), que está condicionado por la ocupación. Este alcanzó en julio una media diaria de 96,5 euros, con una subida del 7,5% respecto a julio de 2022 y del 25% respecto a 2019. También es el más alto de los últimos 15 años. Estepona es el destino turístico con una mayor facturación media diaria por habitación ocupada (298 euros) y también por habitación disponible (250,4 euros).

Previsiones

La robusta recuperación del turismo, en especial en 2022, hace prever que este 2023 se cierre en niveles muy similares a los del récord de 2019. La buena marcha del sector hasta ahora está siendo clave para sostener el crecimiento del PIB español y del empleo, aunque existe incertidumbre sobre cómo afectarán las subidas de tipos, con el consiguiente encarecimiento de las hipotecas, en la capacidad de gasto de los hogares.

El retroceso de la renta disponible ayuda a explicar que a estancia media fuera ligeramente a la baja en julio: cayó un 0,6% respecto a julio de 2022, situándose en 3,4 pernoctaciones por viajero. En julio de 2019 era de 3,56 días. En julio, la ocupación hotelera fue del 70,2% de las plazas ofertadas, con un aumento anual del 1,3% y por debajo del 71,13% de 2019.

Todo apunta a que las subidas de tarifas se están moderando. La tasa anual del Índice de Precios Hoteleros (IPH) se situó en julio en el 6,2%, lo que supone 10,1 puntos menos que la alcanzada en igual mes de 2022 y 1,8 puntos menos que en junio. La escalada de precios empezó en abril de 2021 y alcanzó su pico en la primera mitad de 2022, al calor de la inflación y de los precios de la energía. Desde entonces, los incrementos se han ido moderando poco a poco.

Turismo británico

Los turistas extranjeros siguieron acaparando en julio dos terceras partes de las pernoctaciones en los hoteles en España, hasta superar los 27,7 millones. Las de los viajeros residentes en España superaron los 15,3 millones, un 35,6% del total. Los viajeros procedentes de Reino Unido y Alemania concentraron el 25,5% y el 16,6%, respectivamente, del total de pernoctaciones de no residentes, con siete millones los primeros y 4,5 millones los seguidos, cifras iguales a las del mismo mes de 2022.

Durante los siete primeros meses de 2023, las pernoctaciones se incrementan un 10,8% respecto al mismo periodo del año anterior. Además, superaron las de los siete primeros meses del año 2019.

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