Buscador | ¿Cuál es el Ayuntamiento más endeudado de España? ¿Cuánto debe cada ciudadano de mi municipio?
Una de cada tres localidades redujo su pasivo en la última legislatura. Todas las grandes ciudades, salvo Barcelona, sanearon sus cuentas
Los Ayuntamientos han logrado rebajar su deuda a lo largo de esta legislatura, pese al vendaval de la pandemia y la crisis energética. Y lo han hecho yendo a contracorriente con respecto al conjunto de las Administraciones públicas, que al contrario ha elevado su pasivo hasta niveles récord. Las 8.132 corporaciones locales que hay en España cerraron diciembre de 2022 con una deuda de 23.019 millones de euros, un ligero repunte con respecto a 2021, pero un descenso comparado con los 23.231 millones de 2019. Es más: uno de cada tres municipios redujo su pasivo en la última legislatura. También todas las grandes ciudades —de más de 500.000 habitantes—, salvo Barcelona, redujeron sus compromisos financieros en estos cuatro años.
La disminución ha sido generalizada. Cerca del 60% del total de municipios (4.878 localidades) tenía su deuda a cero a finales de 2022, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda. Es un incremento del 10% con respecto a diciembre de 2019, unos meses después de la celebración de las elecciones locales y poco antes de que Pedro Sánchez fuera investido presidente del Gobierno de coalición.
La evolución de la deuda parece estar más ligada a la localidad en sí que a razones territoriales, aunque en la foto fija las mayores deudas per cápita se concentran en el sur del país. Valdeprado, en Soria, con tan solo nueve residentes registrados, fue el Ayuntamiento que más redujo su pasivo entre 2019 y 2022. Cada uno de sus habitantes debe ahora 1.583 euros, 4.600 menos que hace cuatro años. Las dos otras disminuciones más marcadas se dieron en Grajera (Segovia) —de 4.435 euros per cápita a cero— y Campo (Huesca). Entre las localidades de más de 20.000 habitantes, el Puerto de Santa María (Cádiz) es la que más rebaja su pasivo en el periodo analizado: de unos 1.000 euros por cabeza a 168, tras ejecutar un plan de ajuste del Ministerio de Hacienda, organismo que cada año publica los datos desglosados de la deuda viva de todas las corporaciones locales.
Su estadística incluye la información de Ayuntamientos, las corporaciones locales que acumulan el grueso del pasivo total del sector local (17.627 millones en 2022), diputaciones, consejos y cabildos insulares (4.359 millones) y las demás entidades menores (1.032 millones). La deuda media per cápita ha bajado desde los 403,42 euros en 2019 hasta los 371,2 en 2022, según los últimos datos difundidos.
Variación en los municipios de más de 20.000 habitantes
Aun así, siempre hay algún díscolo: hasta 1.093 entidades elevaron su pasivo entre 2019 y 2022. Una vez más, la lista la encabezan pequeños municipios. La corporación que más agrandó sus números rojos en términos per cápita es Huévar de Aljarafe (3.209 residentes), en Sevilla. Su deuda por habitante creció en más de 5.000 euros en cuatro años, hasta los 6.465 euros.
En segundo lugar está Plasenzuela (Cáceres, 483 residentes y también de las más endeudadas del país), que multiplicó por dos su deuda en el periodo analizado, hasta los 6.212 euros por cabeza. El último puesto del podio se lo adjudica Barbate (Cádiz), que también es la localidad de más de 20.000 habitantes que registra el mayor crecimiento del pasivo: cada uno de sus ciudadanos debe 3.653 euros, unos 2.600 euros más que en 2019. Los Barrios, en la misma provincia, es el segundo Ayuntamiento de más de 20.000 personas que más ha elevado sus compromisos financieros en la legislatura. Sus habitantes, además, son los segundos que más deben del país: 8.365 euros cada uno.
Solo le supera la pequeña localidad de Vallada, en Valencia, que año tras año destaca como el municipio con más deuda por habitante. La razón de este récord es un proyecto millonario —un polo náutico— que nunca vio la luz. En los últimos cuatro años, ha engrosado su deuda en 2.415 euros: a cierre de 2022, cada uno de sus vecinos debía 9.175 euros. El tercer lugar lo ocupa otro viejo conocido: Moraleja de Enmedio (Madrid). Este pueblo suele situarse, al igual que Vallada y Los Barrios, entre los Ayuntamientos con la deuda per cápita más abultada. En la pasada legislatura, su pasivo creció en 686 euros por cabeza, hasta los 7.620 euros.
Entre las localidades de más de 20.000 habitantes, las entidades más endeudadas —después de Los Barrios— son Jaén (4.825 euros) y Jerez de la Frontera (4.371 euros), dos Ayuntamientos cuyo riesgo de sostenibilidad va empeorando en el tiempo.
“Hay una serie de municipios que no van a salir por sí solos de la mala situación financiera en la que se encuentran. El desequilibrio es muy grande y constante, y necesitarían alguna medida extraordinaria”, comenta Ana Aguerrea, consultora de Analistas Financieros Internacionales (AFI). En este grupo entran, además de las localidades antes mencionadas, otras como Parla (Madrid) o Totana (Murcia). Sin embargo, la analista recalca que la mayoría de las entidades locales ha sabido controlar su endeudamiento. “Muchos alcaldes se hacían eco de que su objetivo era reducir la deuda o por lo menos no incrementarla al final de la legislatura”, añade.
Reglas estrictas
La evolución positiva de la deuda de los Ayuntamientos responde en parte a su estructura de ingresos y gastos. Los primeros son poco sensibles a los vaivenes económicos —el IBI, cuya aportación se mantiene estable aunque vengan mal dadas, supone hasta dos tercios de la recaudación municipal— y lo mismo ocurre con los desembolsos. Estos se orientan más a tareas con necesidades constantes como la manutención vial, la recogida de residuos o la iluminación, siendo las comunidades autónomas las encargadas de gestionar los pilares del Estado del Bienestar (educación, salud y servicios sociales).
Por otro lado, han contribuido a mantener la estabilidad de las cuentas los recursos extras repartidos por el Estado a raíz de la pandemia y las normas presupuestarias. Pese a que las reglas fiscales europeas estén suspendidas desde el inicio de la pandemia —se quedarán congeladas hasta 2024—, estas imponen un corsé muy estricto a los municipios, que no pueden incurrir en déficit ni usar a su antojo los eventuales ahorros que consigan. De hecho, a cierre de 2022 atesoraban un récord de 37.000 millones de euros entre efectivo y depósitos bancarios.
Según Aguerrea, pese a la paralización de las reglas fiscales, en el sector local se ha mantenido una “inercia en la gestión de las cuentas que contribuye a que esté más controlado” con respecto a las demás Administraciones. “Aunque el endeudamiento haya aumentado en el último año, sigue en el 1,7% del PIB. Y no creo que vaya a haber ningún problema en 2024 con la vuelta de las reglas fiscales”, concluye la analista de AFI.
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