La inflación lastra a Ferrero Ibérica, que ganó un 3% menos en su último ejercicio

Año agridulce para Ferrero Ibérica, la filial en la Península del grupo italiano, uno de los principales productores mundiales de alimentación —y dueño, entre otras, de la marca Nutella—: aunque la empresa logró aumentar sus ventas en más de 17 millones de euros, hasta sobrepasar los 289 millones, el aumento de gastos derivados de la inflación lastró su resultado. Ganó 5,7 millones de euros, un 3% menos que en 2021, y sus márgenes se redujeron.

De acuerdo con las últimas cuentas depositadas por la compañía, a las que ha tenido acceso El PAÍS, el resultado se ha visto especialmente afectado por sus aprovisionamientos: estos pasaron de 192 millones en 2021 a más de 213 millones el año pasado. En todo el ejercicio —que la sociedad contabiliza a partir del 31 de agosto— el consumo de mercaderías se disparó más de un 9%, hasta casi los 208 millones de euros. El de materias primas fue de 4,6 millones, un aumento de más de 350.000 euros respecto del año pasado.

En los últimos meses, Ferrero ha visto como algunos de los productos claves para la elaboración de sus artículos, como la mantequilla o el azúcar, disparaban su coste. El grupo, dueño de marcas como Kinder, Ferrero Rocher o Nutella, desveló su facturación a principios de año —que aumentó un 10%, hasta los 14.000 millones— pero no detalló su resultado neto. En un comunicado, el conglomerado presidido por Giovanni Ferrero —nieto del fundador de la compañía y uno de los hombres más ricos de Italia— afirmaba que el ejercicio” estuvo marcado por un entorno económico y geopolítico difícil”.

Ninguna de las 32 fábricas de Ferrero se encuentra en España, por lo que Ferrero Ibérica no es más que una distribuidora que compra los productos que comercializa en España y Portugal a las otras empresas del grupo. El ejercicio pasado, su filial en la península Ibérica pagó 1,5 millones de euros a la sociedad dominante —Ferrero International, con sede en Luxemburgo— y 204,6 millones a las otras compañías del grupo. En esa balanza negativa influyó especialmente la compra de mercaderías que realizó a las otras filiales, que fue de 206,7 millones (frente a los 180 del ejercicio pasado).

El grupo articula su negocio —como otras multinacionales como Amazon— en torno a Luxemburgo, donde está la sede de la matriz. El proveedor de sus productos es Ferrero Trading Lux, S.A., otra filial del conglomerado con sede en el Gran Ducado. Así, mediante una operación legal de ingeniería fiscal, y a través de los precios de transferencia —las transacciones entre empresas de un mismo grupo—, consigue reducir su carga tributaria.

Por estos resultados —positivos a pesar de ser menores que en el anterior ejercicio—, la filial del grupo Ferrero en España y Portugal pagó 1,3 millones de euros en impuestos sobre beneficios. El año anterior fueron algo más de 2 millones. Los 5,7 millones de euros de beneficios de la compañía se repartirán íntegramente en dividendos a sus accionistas, tal y como acordado por la junta. En 2017, las autoridades portuguesas realizaron una investigación por el IVA de la sociedad, que acabó con una sentencia favorable en diciembre de 2021.

Ferrero Ibérica contrata a 189 de los más 37.000 empleados del grupo en el mundo. En su último ejercicio se dejó casi 13,4 millones de euros en sueldos, lo que supone un aumento de más del 5% respecto de su año fiscal anterior. Los salarios de sus empleados se revalorizaron con el índice de precios al consumo (IPC), que en el año fiscal fue de un 3%. La auditora, PWC, reprocha a la sociedad que no haya detallado la remuneración de sus altos cargos ni de los miembros del consejo de administración.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal