3M pacta pagar hasta 12.500 millones de dólares por contaminar el agua en Estados Unidos

El que contamina, a veces paga. Tras los acuerdos anunciados a principios de mes por Chemours, DuPont y Corteva por 1.185 millones de dólares, este jueves ha sido el grupo manufacturero y químico 3M el que ha llegado a un pacto extrajudicial para pagar hasta 12.500 millones de dólares por la contaminación del agua con sus perfluoroalquilos (PFAS), un grupo de agentes químicos que no se degradan y pueden acumularse con el paso del tiempo, con efectos perjudiciales para la salud humana.

3M ha anunciado a través de un comunicado que los desembolsos se harán a lo largo de 13 años y que su valor actualizado es de 10.300 millones de dólares. Eso implica que los desembolsos reales serán de una cuantía mayor, que los demandantes han cifrado en esos 12.500 millones de dólares. La propia 3M, en la documentación registrada ante la Comisión de Mercados y Bolsa (la SEC) admite que espera que la cifra final ascienda a esos 12.500 millones (unos 11.400 millones de euros al tipo de cambio actual).

El acuerdo prevé que 3M realice pagos anuales desde 2024 hasta 2036. La cuantía definitiva puede variar algo y dependerá de diversos factores, principalmente de cuáles de los demandantes y asimilados tengan derecho a indemnización al dar positivas las pruebas de contaminación.

El texto íntegro del acuerdo, de 45 páginas, ha sido registrado ante la SEC. El pacto otorga a 3M la opción de rescindirlo si el número de demandantes y asimilados que reúnen los requisitos para lograr las indemnizaciones, pero optan por no participar y litigar por su cuenta supera ciertos niveles. En el texto, 3M no admite expresamente ninguna culpa o infracción y no renuncia a ninguna defensa.

“Este acuerdo histórico es la mayor cantidad jamás pagada por una sola empresa para resolver demandas relacionadas con agua potable contaminada y proporciona una compensación crítica para proteger los suministros de agua potable de nuestra nación y mejorar nuestra infraestructura de tratamiento de agua para hacer frente a esta nueva amenaza”, ha dicho a través de un comunicado Paul Napoli, abogado de los demandantes que ha negociado las indemnizaciones. “Este acuerdo envía un mensaje claro de que las corporaciones como 3M deben asumir la responsabilidad de las secuelas de las sustancias químicas que producen”, ha añadido.

3M ha evitado un juicio que iba a empezar este mes en Charleston (Carolina del Sur). Cuando se suspendió ya trascendió que era porque se ultimaba un multimillonario acuerdo extrajudicial, del que no ha habido confirmación hasta este jueves.

Según la información facilitada por 3M, el acuerdo, sujeto a la aprobación de los tribunales, el acuerdo proporcionará financiación a los suministradores de agua potable de todo el país para tecnologías de tratamiento de PFAS sin necesidad de más litigios, incluidos aquellos que puedan detectar PFAS en el futuro. El acuerdo facilita fondos a los proveedores de agua para que realicen pruebas de detección de PFAS.

También resuelve el litigio relacionado con la contaminación del agua por la espuma formadora de película acuosa (AFFF) en Charleston, Carolina del Sur. Esa sustancia para extinguir incendios contenía contaminantes y se ha usado en numerosas pruebas antes de detectarse que contaminaba el agua de forma permanente. 3M fue la única empresa que fabricó y vendió AFFF con ácido perfluorooctano sulfónico o PFOS, un tipo de PFAS especialmente perjudicial que los estudios han relacionado con un mayor riesgo de cáncer y otras enfermedades graves, según los demandantes.

Impacto en resultados

“Este es un importante paso adelante para 3M, que se basa en nuestras acciones que incluyen nuestra anunciada salida de la fabricación de PFOA y PFOS hace más de 20 años, nuestras inversiones más recientes en tecnología de filtración de agua de última generación en nuestras operaciones de fabricación de productos químicos, y nuestro anuncio de que saldremos de toda la fabricación de PFAS a finales de 2025″, ha dicho a través de un comunicado el presidente y consejero delegado de 3M, Mike Roman.

3M se apuntará un cargo antes de impuestos de aproximadamente 10.300 millones de dólares en los resultados del segundo trimestre de 2023. Eso implicará que la compañía entre en pérdidas no solo en el trimestre, sino muy probablemente en el conjunto del ejercicio. En el año 2022 tuvo un beneficio de 5.777 millones de dólares.

Los investigadores han descubierto que los PFAS, un producto industrial utilizado desde la década de 1950 en productos que van desde chips informáticos y sartenes antiadherentes hasta cosméticos y espuma extintora de incendios, nunca se descomponen de forma natural. Permanecen en el agua o en el cuerpo salvo que sean eliminados o destruidos por incineración o con nuevas tecnologías. La Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos afirma que los PFAS están relacionados con retrasos en el desarrollo de los niños y un mayor riesgo de cáncer, aunque 3M lo rechaza.

3M es el principal fabricante de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas. El acuerdo extrajudicial cubre las demandas de los suministradores de agua locales, pero no blinda a la empresa de las demandas de los fiscales de los estados por la contaminación de ríos y arroyos, las acusaciones del Gobierno federal, las demandas por daños personales y materiales, ni otras demandas colectivas. Algunos analistas elevan a decenas de miles de millones de dólares la responsabilidad global a que puede tener que hacer frente 3M. La compañía ha asegurado este jueves que “seguirá abordando otros litigios sobre PFAS defendiéndose en los tribunales o mediante resoluciones negociadas, todo ello según proceda”.

Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal