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El fondo europeo para los ERTE de la pandemia protegió a casi 42 millones de empleos en la UE en tres años

El SURE ha prestado casi 100.000 millones de euros a 19 Estados miembros, que se han ahorrado 9.000 millones

Manuel V. Gómez
prestacion por desempleo
Un trabajador entrando a una oficina pública de empleo en la Comunidad de Madrid.

Ante un drama extraordinario como fue la pandemia de la covid-19, se necesitaron y aplicaron remedios también extraordinarios en política sanitaria y económica. Uno de ellos fue los ERTE, como se conoce en España a los esquemas de protección temporal de los puestos de trabajo ensayados ya en el pasado, pero que hace tres años se aplicaron de forma masiva para evitar una hecatombe sociolaboral. La medida requería ingentes cantidades de dinero y para financiarlo, la UE puso en marcha en abril de 2020 un fondo que ha servido para amparar casi 42 millones de empleos durante sus tres años de vigencia, según el último informe de seguimiento del SURE, nombre oficial del instrumento financiero, publicado este viernes por la Comisión Europea.

Las cifras de los tres años que ha estado en marcha el programa, que formalmente acabó en diciembre de 2022, son apabullantes. Ha prestado en condiciones ventajosas a 19 Estados miembro cerca de 100.000 millones de euros, que en la operación se han ahorrado unos 9.000 millones, según los cálculos que ofrece Bruselas. Los ocho países de la UE que no solicitaron dinero, entre ellos Alemania y Países Bajos, son los que están en una mejor situación fiscal y, por tanto, podían permitirse financiar la medida por su cuenta.

Fue en los primeros meses de la pandemia cuando más se recurrió a los ERTE. En España llegaron a proteger a más 3,4 millones de empleos asalariados y más de un millón de autónomos, a base de pagar con dinero público las remuneraciones de los trabajadores y las cotizaciones correspondientes. Se evitó así un impacto mayor por las medidas sanitarias que forzaron la detención de buena parte de la actividad económica, lo que hubiera provocado destrucción de puestos de trabajo y empresas.

Tal despliegue de protección exigió un gran esfuerzo presupuestario, como muestra que España pidió prestado a la Comisión 21.324 millones. Solo Italia solicitó más, 27.438 millones. Polonia, Bélgica o Portugal son los otros países que más dinero reclamaron.

Mayor alcance en 2020

El mayor esfuerzos se concentró durante el primer año de vigencia de la medida, 2020. Cuando el SURE sirvió para financiar las ayudas a 31,5 millones de trabajadores contratados por 2,5 millones de empresas. Al año siguiente, las números son menores, pese a que la pandemia seguía haciendo estragos y se siguieron aplicando muchas medidas para contenerla. Entonces, los empleos amparados fueron unos nueve millones en 900.000 empresas. El último año, 2022, los números pueden calificarse casi de residuales, pues apenas llegaron ya a 350.000 trabajos y 40.000 empresas.

Esta herramienta financiera, aprobada el 2 de abril de 2020, fue la primera gran señal de que la Unión Europea iba a afrontar esta crisis económica con un paradigma muy diferente del que había seguido en la crisis financiera. El SURE se financió con un préstamo conjunto solicitado por la UE, aunque eso no puede calificarse como eurobonos, puesto que cada Estado miembro asume su parte alícuota del riesgo del crédito compartido y no el 100%. Unos meses después quedó completamente demostrado, cuando se aprobó el Fondo de Recuperación, 750.000 millones para impulsar la salida de la crisis y la transformación económica a través de subvenciones y créditos financiados con emisiones de deuda conjunta de la UE.

Del éxito de aquellas medidas laborales extraordinarias caben pocas dudas tres años después. Para eso basta con ver los números del mercado laboral en toda Europa, con cifras de desempleo históricamente bajas, o, en el caso español, hacer una comparación rápida con lo sucedido en las tres crisis profundas anteriores a las de la pandemia. En la crisis del petróleo y la reconversión de los ochenta, la posterior a los Juegos Olímpicos de 1992 o la Gran Recesión, tasa de desempleo rondó el 25% y se tardó bastantes años en regresar a los números previos al desplome. Esta vez se volvió al punto de partida apenas un año después y este mismo viernes, apenas tres años después del peor momento de la covid-19 cuando media España estaba encerrada en sus casas, la Seguridad Social ha publicado que hay 20,8 millones de afiliados dados de alta, la cifra más alta de la serie histórica.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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