Alessandro Salem, consejero delegado de Mediaset España: “No habrá política en las tardes de Telecinco”
El máximo ejecutivo del grupo televisivo sostiene que la cadena no girará a la derecha y que no hay connotaciones políticas en la cancelación de ‘Sálvame’
Desde el 1 de enero, el italiano Alessandro Salem (Palermo, 61 años) lleva las riendas de Mediaset España, grupo de comunicación que hace dos meses selló la fusión por absorción con su matriz, Media For Europe (MFE), controlada por la familia del político y empresario Silvio Berlusconi. Este nuevo gigante paneuropeo, con intereses en Italia, España y Alemania, ha establecido su sede social en Países Bajos. Con una larga trayectoria en la televisión comercial, Salem toma el relevo del todopoderoso Paolo Vasile como consejero delegado de Mediaset España, compañía que ha abandonado la Bolsa española y dejado de existir como sociedad independiente. Una de las primeras decisiones polémicas del máximo responsable de marcas como Telecinco y Cuatro, ha sido retirar de la parrilla Sálvame para trasladar a la tarde a Ana Rosa Quintana, comunicadora a la que los partidos de izquierda sitúan en el mascarón de proa de la derecha mediática. Salem asegura que este movimiento no implica un giro ideológico, insiste en que “no habrá política” en la franja vespertina y mantiene que al nuevo espacio se le aplicará el código ético que prohíbe los comentarios políticos en los formatos de entretenimiento. “Será un programa alegre y de buen rollo”, promete.
Pregunta. Cuando llegó a Mediaset apostó por una televisión respetuosa, familiar y contemporánea ¿Sálvame no tenía cabida en ese modelo?
Respuesta. El mercado televisivo se ha fragmentado muchísimo. Yo tengo en la cabeza un modelo de televisión generalista donde Mediaset pueda reunir a la familia ante el televisor. Ahí puede caber todo. Y desde luego, cabe Sálvame, un programa importante en la historia de la televisión. Ha tenido una trayectoria de superéxito 14 años seguidos y eso es muy difícil. Casi imposible. Tiene ese mérito. El lenguaje de Sálvame era adecuado a lo que el público esperaba. En televisión hay una regla: no te puedes acomodar y dejar que las cosas se desgasten. Es mejor intentar cambiar en la medida de lo posible y asumir riesgos. Así se protege la marca. Es darle una salida por la puerta grande. Sálvame ha tenido una etapa magnífica. No es telebasura; es un programa muy bien hecho.
P. ¿La cancelación obedece solo a un desgaste del formato? ¿No hay otros elementos?
R. No hay otros elementos. No hay connotaciones políticas. Sálvame es un gran programa, pero tenemos el deber de empezar a cambiar.
P. Las tardes de Telecinco quedarán en manos de Ana Rosa Quintana, que lleva mucho tiempo en la cadena. ¿En qué medida es un modelo nuevo?
R. Cuando se habla de la franja de la tarde, lo más importante es entretener. Un programa de tarde en una televisión en abierto como Telecinco no tiene que tener connotaciones políticas, tiene que entretener. Es importante recuperar la variedad de contenidos. Hemos producido un serial, Mía es la venganza, que podría ir en esa franja, luego un programa alegre, que será el de Ana Rosa, y un concurso.
P. ¿No habrá política en el programa de tarde? ¿Tampoco habrá tertulias políticas?
R. No habrá política. Absolutamente no. Ningún tipo de tertulia política.
P. ¿Cuál será el pilar básico del programa?
R. Entretener durante la tarde de una manera alegre y vivaz. Buscar un buen rollo para las personas que están en casa. La televisión debe ser un medio para acompañar.
P. ¿La salida de Sálvame responde a una derechización de Telecinco? Muchos observadores consideran que la tertulia de la mañana se ha situado en una batalla frontal contra el Gobierno en la que se utiliza cualquier argumento, incluso los más extremos.
R. No responde a eso. Quiero hacer un programa de entretenimiento, ni más ni menos. Nuestro trabajo es entretener, no es hacer política. Una televisión generalista como la nuestra es una televisión de todos, tiene que dar voz a todos y ser lo más independiente posible, también en los informativos.
P. ¿Estaba dirigida a Sálvame la reforma del código ético que prohíbe hablar de política en programas de entretenimiento?
R. Estaba dirigida a todos los programas. También Ana Rosa por la tarde tendrá que respetarlo. Ahora estamos preparando un protocolo para los realities. Son reglas vinculantes que deberán seguir todos los productores.
P. ¿Cuándo y cómo se comunicó a Sálvame que el programa iba a desaparecer?
R. Se comunicó en una reunión normal. Es verdad que hubo una filtración, algo que puede pasar en el mundo de la televisión. Había muchos rumores antes, pero la comunicación se hizo en una reunión oficial y solo después de esta reunión enviamos la nota de prensa.
P. ¿Jorge Javier Vázquez va a tener lugar en el futuro en Telecinco?
R. Absolutamente. Es un talento, como todos los de [la productora] La Fábrica de la Tele.
P. ¿Seguirán contratando con La Fábrica?
R. Absolutamente, si ellos quieren trabajar con nosotros.
P. ¿En un escenario político y mediático tan polarizado dónde se sitúa Mediaset?
R. Lo digo con un ejemplo musical: en la polifonía, donde todos tienen derecho a tener voz.
P. ¿Hay un escoramiento a la derecha por el hecho de que el actual presidente de Mediaset España, Borja Prado, asuma funciones de orientación de la línea informativa?
R. El presidente de Mediaset España lleva magníficamente las relaciones institucionales. Nos reunimos cada semana y hablamos de televisión, del país, de lo que pasa. Los informativos son otra cosa. Hacen su trabajo como hasta ahora y lo seguirán haciendo. Tenemos que garantizar que los periodistas trabajen con tranquilidad.
P. ¿Eso significa que el jefe de los informativos, Juan Pedro Valentín, es totalmente autónomo?
R. Absolutamente autónomo.
P. ¿A quién reporta?
R. A mí directamente. Es independiente. Confiamos en su profesionalidad y en la de todos los periodistas.
P. Media For Europe tiene la sede el Holanda. ¿La última línea de decisión dónde está?
R. No cambia nada. MFE es un conglomerado de grandes productores y distribuidores europeos. Juntamos fuerzas para competir de manera más equilibrada con los gigantes americanos. Es un holding, la compañía que nos representará en Bolsa como única cotizada. Mediaset Italia y Mediaset España siguen teniendo exactamente la misma autonomía. Ni más ni menos. La idea es crear un gran conglomerado y ahí España tiene un papel central por dos motivos: es una compañía rentable y tiene un mercado en expansión en América Latina y entre las audiencias de habla hispana de EE UU.
P. ¿Por qué se decidió trasladar la sede a Ámsterdam? ¿Fue por motivos fiscales?
R. No es un motivo fiscal, porque cada compañía tributa en su país. Fue para tener unos mecanismos de cogobernanza más fluidos. Y eso lo garantiza Ámsterdam.
P. ¿Cómo queda el cuadro de mando de Mediaset tras la salida de Paolo Vasile?
R. Está clarísimo: yo soy el consejero delegado de Mediaset España y hay un consejero delegado [Massimo Musolino] que lleva el área de gestión y operaciones.
P. ¿Es el hombre fuerte de MFE en España?
R. No sé si soy el hombre fuerte o el hombre débil. Soy el que han mandado de Italia.
P. ¿La serie sobre Juan Carlos I, Salvar al rey, tuvo alguna influencia en la salida de Vasile?
R. Ninguna. La serie la hizo una productora, pero nosotros no la hemos emitido. La dio HBO.
P. ¿Borja Prado les transmitió su malestar por esa serie?
R. Yo llegué en noviembre para gestionar el periodo de transición con la salida de Vasile y no sé cómo se recibió. No era una producción para Mediaset, aunque la realizó Mandarina, una productora participada.
P. ¿En un escenario tan competido podrá mantener un beneficio como el del año pasado, de 178 millones?
R. Haré todo lo posible. La publicidad ha tenido dos meses complicados, enero y febrero, pero se está recuperando. La audiencia es un componente de la rentabilidad. Producimos audiencia para que esa audiencia sea vendida a los inversores de publicidad.
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