Galgus, el talento español que planta cara a Huawei y Cisco
La compañía andaluza desarrolla wifi de alto rendimiento y se ha desplegado ya por 24 países
Un tercio de los aviones que ofrecen wifi llevan tecnología española, desarrollada por Galgus. En su primer gran contrato, en 2014, se impusieron a las multinacionales norteamericanas y en el último, el más grande licitado en Europa en 2022, la red corporativa de la Junta de Andalucía (con 10.500 edificios y 50.000 puntos de acceso), han plantado cara a grandes marcas como Huawei o Cisco.
Galgus acaba de celebrar su décimo aniversario y ha estrenado sede en Camas (Sevilla). Nació como un grupo de amigos que aprovechaban sus ratos libres para desarrollar tecnología wifi hasta que se dieron cuenta de que su “entretenimiento” era su futuro. Hoy es su presente. Con cerca de un centenar de empleados repartidos por España, Estados Unidos y Latinoamérica, tienen clientes en 24 países, desde EEUU hasta Australia. En los últimos ejercicios, su volumen de facturación, el 50% fuera de España, se ha multiplicado por tres cada año. Y para 2023 prevén que alcance los 12 millones de euros. Los proyectos en proceso de cierre tienen, además, valor de más de 250 millones de euros.
Galgus es una empresa andaluza que desarrolla una tecnología wifi inteligente, capaz de aumentar la capacidad de las redes hasta en cinco veces y disminuir las interferencias y el consumo eléctrico. Y son especialistas en lo que llaman wifi embarcado, para aviones, trenes y autobuses. Pero no solo eso. Entre las 10 patentes internacionales con las que cuentan hay una sobre la que su CEO, José González, pone especial énfasis. Es la que permite el rastreo de dispositivos a través de wifi sin necesidad de conexión específica. Basta con que se capte el dispositivo, al que esta tecnología le otorga un identificador temporal, y, a partir de ahí, se chequean los movimientos. De esta manera se puede determinar cuánto tiempo ha estado una persona en la sala de espera de un hospital o, como explica González, qué zonas se visitan más del barrio de Santa Cruz, en Sevilla, o haciendo dónde se mueven los turistas. Esta tecnología no solo está encaminada al turismo o la sanidad, sino que se puede aplicar a múltiples servicios. En supermercados, permite delimitar cuáles son las cajas más utilizadas o cuánto tiempo se para los clientes en cada expositor. Su implantación también está pensada para aeropuertos, estaciones de tren o espacios que requieren un control preciso de aforo. “Se trata de información agregada pero muy útil”, asegura el CEO de Galgus que mantiene que en el proceso no se captan datos personales, que, con la aplicación de inteligencia artificial, distingue entre dispositivos habituales (como los empleados) y los eventuales y que la precisión es de un 95%.
“Al principio, no nos conocía nadie, pero cambió cuando empezamos a competir por los grandes contratos”, explica José González. “Ya hemos pasado la barrera de los siete años en la que el 90% de las startups desaparecen, seguimos creciendo y hemos pasado a ser referencia en Europa”, afirma.
Empezaron con la aviación, “porque es un mercado nicho y no se le prestaba mucha atención”. Además, González había trabajado ya con una startup irlandersa para la implantación de wifi en los aviones y la eliminación de los 300 kilos de cableado que habitualmente llevaban los aviones y que suponían un coste de 180.000 dólares al año por cada avión en consumo de combustible.
“Descubrimos que en esos espacios estanco, como son los aviones, la alta densidad y la alta demanda de contenido multimedia tenían muchas interferencias”, relata. Aquel problema suponía la congestión de la red, una velocidad lenta de navegación y una mala experiencia para el usuario, con lo que desarrollaron una tecnología, el balanceo de carga, que permite que todos los usuarios conectados pueda tener el máximo de velocidad en todo momento. Esa misma tecnología es la que han implantado, por ejemplo, en el estadio Benito Villamarín, de Sevilla, que registra momentos punta de acceso a la red.
Desde 2020, Galgus está invertida por el fondo GoHub que, junto a otros inversores, permitió “acelerar el crecimiento de la compañía y preparar grandes proyectos”, tal como señala José González. Ahora, la empresa, que ha sido seleccionada por la Comisión Europea como una de las startups tecnológicas más disruptivas del continente, quiere que 2023 sea el año en el que logren convertir a Andalucía en el referente europeo en tecnología wifi.
Gohub, el fondo de inversión que empezó con el agua y ya está en el metaverso
El grupo empresarial Omnium Global, especializado en los diferentes procesos del ciclo integral del agua y suministradora del agua en Valencia, comenzó su transformación digital en 2005. Siete años después empezó a trabajar con startups para acelerar esa transformación digital y en 2017 decidió crear una incubadora de empresas emergentes que desarrollaran tecnología para la mejora de cualquier proceso de la gestión del agua. Así se creó GoHub que empezó siendo un fondo corporativo de 30 millones de euros y que actualmente tiene otro fondo independiente de 60 millones desde el que invierten entre uno y cuatro millones en proyectos que relaciones con la digitalización de procesos pero ya no específicamenente relativos al agua, sino de todo tipo tal como explica la managing partner del fondo, Inés Calabuig. Entre ellos se encuentra, además de Galgus, Union Avatars, una plataforma que unifica los avatares y crea un DNI virtual que se puede utilizar tanto en el metaverso como en todos los videojuegos.
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