Florentino Pérez construirá el primer estadio de fútbol de Nueva York

El New York City Football Club (NYCFC) ha seleccionado a HOK como arquitecto y a Turner Construction Company, empresa del grupo ACS, que preside Florentino Pérez, como contratista general para diseñar y construir el primer gran estadio de fútbol específico de la ciudad de Nueva York. Hasta ahora, el equipo había disputado sus partidos en recintos menores o en estadios de béisbol.

Willets Point, el lugar de Queens elegido, es uno de los centros neurálgicos del deporte en Nueva York. Situado al norte de los terrenos de la antigua Exposición Universal de 1964 y conectado con Manhattan a través del metro, la zona ya incluye el estadio de béisbol de los New York Mets y el Centro Nacional de Tenis, donde se celebra el Abierto de Estados Unidos

El conjunto del proyecto está valorado en 780 millones de dólares, algo más de 700 millones de euros. Se espera que la obra esté terminada para que el club juegue en su nuevo estadio en la temporada 2027 de la MLS, la liga profesional de fútbol europeo de Estados Unidos.

“El club confía en que HOK y Turner cumplirán con éxito la visión del club de un estadio de 25.000 localidades de clase mundial que se convertirá en un recurso para la comunidad. NYCFC se enorgullece de trabajar con Queens Development Group (QDG) para llevar adelante un proyecto único en su generación para Willets Point que incluirá 2.500 unidades de vivienda 100% asequible, una nueva escuela pública de 650 plazas, un hotel, espacios abiertos y el estadio de NYCFC financiado totalmente de forma privada”, ha señalado en un comunicado.

HOK y Turner son aliados habituales que han realizado más de 400 proyectos juntos en el último medio siglo. Han realizado proyectos a gran escala que abarcan instalaciones corporativas, sanitarias, científicas y tecnológicas, y deportivas y de ocio.

“Nos sentimos honrados de formar parte del equipo que construye el nuevo hogar del NYCFC. El estadio elevará la experiencia de este increíble equipo y sus aficionados”, ha dicho Charlie Whitney, vicepresidente y director general de Turner. “Desde el principio de nuestra participación, comprendimos la importancia de este proyecto y el impacto positivo y la transformación que supondrá para toda la comunidad, ha añadido”.

Turner Construction cuenta con una división específica especializada en construcción deportiva. Entre sus clientes se encuentran equipos profesionales de fútbol, fútbol americano, béisbol, hockey y baloncesto. Turner ha trabajado en muchos de los principales recintos deportivos del mundo, como el estadio TQL, el estadio SoFi, el Lower.com Field, el Golden 1 Center, el estadio de los Yankees, el Madison Square Garden, el estadio Levi’s y el Intuit Dome. La compañía asegura que “se ha ganado una reputación de gestión de proyectos segura y eficiente y de soluciones innovadoras a retos complejos”.

A principios de noviembre pasado, Turner anunció que los Buffalo Bills (de Búfalo, en el Estado de Nueva York) había adjudicado a un consorcio formado pro Turner, Gilbane y Group 34 la construcción de su futuro estadio. Aunque los comunicados oficiales no precisaban el importe, medios especializados lo cifraron en 1.400 millones de dólares.

El mayor mercado

Estados Unidos se ha destacado como principal mercado de ACS. En 2022 obtuvo en el país unos ingresos de 18.837 millones de euros, un 27% más que el año anterior y un 56% del total de la facturación del grupo, según las cuentas recién presentadas. Además, es el grupo español de construcción e infraestructuras con mayor presencia en el país, por delante de Ferrovial, que acaba de aprobar un traslado de sede a Países Bajos con el que pretende cotizar directamente en Estados Unidos.

En 2022, ACS se adjudicó en el país la construcción de la línea de tren ligero de 16,2 millas (unos 26 kilómetros) que se extiende desde Bethesda hasta New Carrollton, en Maryland, por unos 1.300 millones de euros, a través de Dragados USA. También logró, a través de su filial Pulice, un contrato para la ampliación y mejora de la autopista IH35 en el condado de Travis (Texas), por unos 660 millones de euros. Esa misma filial ganó la construcción de una instalación de peaje de 12,2 millas en el condado de Hidalgo (Texas) por unos 250 millones.

La sociedad Picone se adjudicó a finales del año pasado un contrato de 338 millones de euros para la instalación de una combinación de muros de contención y barreras desplegables para proteger las infraestructuras y reducir el riesgo de inundación desde el puente de Brooklyn a la calle Montgomery en Nueva York. Flatiron, también filial del grupo, logró el proyecto de mejora de la seguridad de los sistemas químicos y de desinfección de la planta de tratamiento de agua de Orinda (California), por 267 millones. Turner se adjudicó la construcción del nuevo edificio de educación sanitaria en el campus de Lexington de la Universidad de Kentucky por 225 millones de euros.

Con esos contratos y muchos otros de menor tamaño logrados por sus diferentes filiales, la cartera de ACS en Estados Unidos ascendía a 33.504 millones de euros, la mitad del total del grupo, a cierre de 2022.

En lo que va de año, el grupo ha conseguido importantes contratos en el país, entre los que destacan un contrato de Dragados USA para la construcción de un dique seco de hormigón en la Base Conjunta Pearl Harbor Hickam en Hawái por un importe de 2.840 millones de dólares, y la construcción para Panasonic de una planta de fabricación de baterías para vehículos eléctricos en De Soto, Kansas, en un proyecto que moviliza una inversión total de 4.000 millones de dólares (3.750 millones de euros al tipo de cambio actual).

Ese último contrato corresponde a Turner, la principal filial de ACS en el país, que es la que ahora ha logrado el contrato del estadio y que anunció también en febrero que levantará unas instalaciones para producir ingredientes farmacéuticos activos en Frederick (al norte de Denver, en Colorado) por un importe de 725 millones de dólares. En el arranque de ejercicio, Turner ha logrado también un proyecto de 73 millones de dólares para construir una residencia universitaria en la Columbia Británica (en Canadá) y otro de 85 millones de dólares para un edificio en el campus de Fort Worth, en Texas, ambos en consorcio con otras firmas. A principios de año comenzó los trabajos de construcción de un complejo turístico con un parque acuático cubierto en Mashantucket (Connecticut) por unos 300 millones de dólares.

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