La inflación de Brasil desacelera en los últimos meses y cierra marzo con el 0,71%
Analistas financieros creen que el dato es aún insuficiente para que el Banco Central reduzca la tasa de interés, que está al 13,75% y es fuente de enfrentamientos con el presidente Lula
La inflación en Brasil en el mes de marzo fue del 0,71%, una cifra por debajo de lo que pronosticaba el mercado financiero (0,77%). La principal culpable de la subida de los precios fue la gasolina (que aumentó un 8,33%), sobre todo por el regreso de los impuestos federales sobre los combustibles. El expresidente Jair Bolsonaro retiró el gravamen para reducir artificialmente la inflación el año pasado, pocos meses antes de las elecciones. Al mirar la foto un poco más amplia se observa que la inflación está desacelerando: en los últimos 12 meses fue del 4,65%, frente al 5,6% de los 12 meses anteriores. No se registraba un porcentaje tan bajo para ese periodo desde enero de 2021.
El frenazo del aumento de precios es una buena noticia para el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, sobre todo porque refuerza su argumentario contra el Banco Central, al que acusa de exagerar en la estrategia para contener los precios, situando la tasa de interés en el 13,75%.
Esta ha sido una de las principales piedras en el zapato del presidente Lula en sus primeros 100 días de mandato. El líder izquierdista acusa al Banco Central (que dicta la política monetaria de forma autónoma) de estar boicoteando las posibilidades de crecimiento de Brasil. “Continúo pensando que están jugando con el país; jugando, sobre todo, con el pueblo pobre, y sobre todo con los empresarios que quieren invertir, sólo no lo ve quien no quiere verlo”, criticó Lula el lunes en la conmemoración de los 100 días de su mandato.
Para los analistas, el dato de la inflación publicado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) es favorable, pero no lo suficiente para que el Banco Central se replantee su controvertido precio actual del dinero. El economista en jefe para mercados emergentes de la firma inglesa Capital Economics, William Jackson, subrayó que la caída de precios al consumidor fue impulsada por una fuerte caída en la inflación de alimentos, pero matizó: “La inflación subyacente sigue siendo alta, y se espera que la tasa de inflación general aumente nuevamente el próximo trimestre”. Añadió el analista: “Como resultado, dudamos que esta lectura haga que el Comité de Política Monetaria del Banco Central se aleje de la línea agresiva mantenida en su última reunión”.
En general, los datos publicados el martes sugieren que las presiones sobre los precios continuaron disminuyendo un poco en marzo, aunque la inflación subyacente y de servicios se mantuvo alta, dijo Luciano Rostagno, estratega de mercados del Banco Mizuho de Brasil. “Es importante destacar que, si bien los efectos de base seguirán empujando a la baja la inflación anual en los próximos meses, la tendencia se revertirá rápidamente en la segunda mitad del año”, apuntó el especialista.
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