El endeudamiento y la subida de costes dejan 1.151 pymes menos en 2022, según la patronal

Las pequeñas y medianas empresas españolas acusan el golpe de la inflación y el aumento de los costes. Las ventas se frenaron en el cuarto trimestre de 2022. Avanzaron al menor ritmo en año y medio. Además, durante el año pasado 1.151 negocios echaron el cierre definitivamente, casi todos de menos de diez empleados, según los cálculos difundidos este martes por la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme). Este dato supone, según la patronal, la primera caída del parque empresarial en nueve años. Además, el encarecimiento del crédito derivado de una política monetaria más restrictiva por parte del BCE, que ha subido los tipos de interés seis veces en el último año (hasta el 3,5%), complica el escenario a las compañías de menor tamaño.

El aumento de los costes por encima de las ventas es una de las principales causas que explican este alto nivel de mortalidad empresarial, según se desprende del estudio. “En los últimos 24 meses, los costes han acumulado un aumento del 33%. La persistencia de esta situación está menoscabando la resistencia de la empresa. De hecho, en el último trimestre del año se constata un cambio de tendencia en la actividad de la pyme, que se traduce en un debilitamiento del empleo y en la primera reducción anual del número de empresas que se registra desde 2013 (exceptuando los años con mayor impacto de la pandemia), con un saldo de 1.151 pymes menos”, refleja el informe. El autor del informe, Diego Barceló, admitió que las ventas se encuentran en el “máximo histórico y siguen creciendo”. No obstante, ha precisado que cuando los ingresos “se ajustan por la inflación, se encuentra que no solo el crecimiento es pálido, sino que vienen perdiendo fuerza”.

Cepyme insiste en que la facturación ha crecido debido al efecto de la inflación, pero mientras que el aumento en las ventas fue del 10%, los costes se elevaron un 13%. La patronal sí ha matizado que en algunos sectores las ventas han crecido, pero en el cómputo general se ven arrastradas por las pérdidas que se registran, sobre todo, en el comercio, la agricultura o la industria. La otra variable que complica la rentabilidad de las empresas es el aumento en la ratio de endeudamiento —esto es, la proporción de financiación ajena que posee una empresa frente a su patrimonio— derivada en gran parte de la pandemia, y que ya es superior al 80% en las pequeñas empresas. “Los créditos ICO se han traducido en un sobrendeudamiento de la empresa que ahora tenemos que resolver”, apuntó el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva.

A este paisaje financiero se añade una premisa más: el endurecimiento de la política monetaria y la subida de los tipos de interés hasta el 3,5% está restringiendo el crédito o encareciéndolo, de modo que los préstamos concedidos cubren un menor porcentaje de las ventas. De hecho, según Cepyme, el tipo de interés medio de los nuevos créditos a empresas ascendió hasta el 3% en 2022, el más elevado desde marzo de 2015. “Esto indica que los costes financieros de las pymes van a seguir subiendo”, señaló el economista responsable del informe, Diego Barceló.

Esquivar todos los obstáculos de esta carrera es más difícil para las microempresas. Las empresas con menos de diez empleados caen un 0,6% con el cierre de 6.262 negocios. En cambio, las firmas pequeñas, de entre 10 y 50 empleados, crecen en 4.164 y las medianas en 984. Los sectores que más sufren el golpe son el de actividades agropecuarias y el industrial. El primero es el que más cierres acumula, con un 6,8% menos de empresas.

Negociación salarial

El presidente de Cepyme, ha aprovechado la ocasión para mostrar su malestar por la propuesta de los sindicatos de aumentar los salarios en el marco de negociaciones del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). “Las pymes españolas no tienen más espacio para subida de impuestos ni para subidas de costes”, apuntó. Los agentes sociales están convocados a una reunión este miércoles para tratar de avanzar en el pacto de rentas, aunque las posiciones están alejadas.

Cuerva también ha lanzado un dardo al Gobierno, que prevé una subida en las cotizaciones de los autónomos en España hasta equipararlas, progresivamente, con la de los asalariados. Sobre la negociación del AENC, el presidente de las pequeñas y medianas empresas ha evitado adelantar datos, aunque ha incidido en que estas dificultades financieras deben “tenerse en cuenta a la hora de determinar el marco salarial” y ha pedido al Gobierno negociar sobre este “escenario real”.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha respondido este mismo martes al presidente de Cepyme y ha defendido la posibilidad de acordar una subida salarial. “Habrá algunas pymes que ganen mucho, otras que ganen menos y otras que tengan pérdidas, pero los beneficios empresariales han subido lo suficiente y están en unos niveles que les permiten afrontar aumentos salariales”, concluyó.

Desde los sindicatos proponen subidas en las nóminas de en torno al 5% en 2022 y del 4,5% en 2023, ligando las alzas a los beneficios de las compañías y a la evolución de la inflación. La intención final es lograr un incremento acumulado del 13,84% en 2024. En este sentido, Cuerva afirmó que las patronales Cepyme y CEOE llevarían sus propias propuestas a la mesa de diálogo —prevista para este miércoles 22— atendiendo a lo que calificó como el “marco real” de las empresas españolas y ha recordado que “la inflación también afecta al mundo empresarial”.

Sobre los datos aportados hoy por la patronal de las pequeñas y medianas empresas, Álvarez ha afirmado que solo valorarán los datos de los beneficios de las empresas procedentes de fuentes “con una cierta autonomía”, como el Ministerio de Hacienda y ha mantenido sus exigencias para la mesa de diálogo que arranca mañana.

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