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Enagás gana 376 millones en 2022, un 7% menos pese a las exportaciones récord al resto de Europa

Las ventas al exterior y las recargas de buques metaneros se dispararon un 90% en el año de la crisis energética. El tijeretazo de la CNMC merma sus ingresos en España

Ignacio Fariza
Imagen de archivo de la planta de regasificación de Enagás en Cartagena (Murcia).
Imagen de archivo de la planta de regasificación de Enagás en Cartagena (Murcia).Enagás

El gestor del sistema gasista español, Enagás, cerró 2022 con un beneficio de 375,8 millones de euros, un 6,9% menos, aunque por encima del objetivo que se había fijado la propia compañía. El pasado fue un año récord de exportaciones al resto de Europa, a través de Francia, y el tercero en que más recargas de buques se hicieron. La suma de ambas variables creció un 90% respecto a 2021, según las cifras remitidas este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Frente a ese buen tono de sus operaciones con el exterior, el nuevo marco regulatorio español y, en menor medida, el menor consumo de gas en el mercado doméstico, fueron los principales frenos a su resultado.

La matriz aportó algo más del 60% de los beneficios en 2022, mientras que sus participadas (europeas y americanas) contribuyeron con casi el 39% restante. Los dividendos de esas filiales superaron los 121 millones en el año recién terminado, frente a la atonía mostrada por su actividad principal. Los resultados de Enagás han tenido una acogida moderadamente positiva en Bolsa, donde sus acciones subían casi un 1% al filo del mediodía.

La empresa, participada un 5% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI, su primer accionista) y en la que el Estado cuenta con una acción de oro, vio cómo sus ingresos regulados caían casi un 2% “por la aplicación del marco regulatorio 2021-2026 (-45,1 millones de euros)”, en referencia al tijeretazo aplicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre los costes que se aplican sobre el recibo del gas y que acaban en las cuentas de Enagás.

Ese recorte del regulador también dará una dentellada a sus resultados de este año, en el que Enagás espera un beneficio neto de entre 310 y 320 millones, entre un 15% y un 17% menos que en 2022. Los dividendos de sus filiales, además, pasarán a ser mayoritarios en sus cuentas, frente a una retribución declinante de su actividad principal.

La semana pasada, sin embargo, la empresa española comunicó a la CNMV que no sería posible llevar a cabo esta última operación después de que el resto de accionistas de BBL (la holandesa Gasunie y la belga Fluxys) ejecutasen su opción de compra preferente sobre la participación que la alemana Uniper había puesto a la venta y en la que Enagás había mostrado interés. Pese a ese revés — ”van a aparecer nuevas oportunidades en Europa para hacer buenas adquisiciones, con sentido financiero y estratégico”, ha confiado Gonzalo—, el consejero delegado del gestor del sistema gasista español ha reconocido este martes en la conferencia de analistas que ahora el foco de la compañía está en Europa y no en América Latina. Una geografía, ha añadido, que “ya no es estratégica para el futuro”.

La demanda total de gas, que incluye tanto el consumo nacional como las exportaciones a Europa, creció un 4,4% en el año recién concluido. Sin embargo, esa cantidad encierra una doble realidad: mientras las exportaciones a través de conexiones internacionales (Francia y Portugal) y las recargas de buques de gas natural licuado (GNL) —muchos de ellos, con destino final en Alemania e Italia— se dispararon, el consumo convencional fue sustancialmente menor (-21%), tanto por el menor tirón de la industria y la cogeneración como por “las medidas de ahorro y eficiencia del Gobierno”. La quema de gas para generación de electricidad, en cambio, marcó un nuevo máximo desde 2010, tras aumentar casi un 53% por las mayores exportaciones eléctricas a Francia y Portugal, y la sequía, que hundió la generación hidráulica.

“Ante la situación geopolítica, el sistema gasista español se ha posicionado como un punto de entrada de aprovisionamiento a Europa, gracias al elevado potencial en el ámbito de las plantas de regasificación de Enagás”, explica la firma. En 2022, España contó con una cartera de aprovisionamientos procedente de 19 orígenes diferentes, una de las más diversas de Europa. Las descargas de buques sumaron 338 operaciones, casi una al día y un tercio más que en 2021.

El consumo industrial de gas se dispara en febrero

Tras meses de frenazo total en el consumo de gas, la reciente caída en el precio de este combustible va desperezando la demanda industrial. En febrero, Enagás ya está viendo una “fuerte recuperación” en las cantidades consumidas por el sector secundario, con algunos subsectores “aumentando su demanda entre un 20% y un 50% respecto al mes anterior” y regresando “a los niveles preguerra”, en palabras de su consejero delegado, Arturo Gonzalo.

Para el conjunto de 2023, y pese a ese acelerón en el consumo industrial, la expectativa del gestor técnico del sistema es que la demanda convencional crezca un 11% —por la relajación de los precios— y que la de generación eléctrica se contraiga un 22% —gracias a la paulatina recuperación de los saltos de agua con las lluvias de los últimos tiempos y a una contribución creciente del resto de renovables—. El resultado de esa ecuación es una previsión de demanda nacional un 2% en su conjunto.

“Enorme tranquilidad” con el precio del gas

Este martes, la cotización del gas natural ha vuelto a caer por debajo de los 50 euros por megavatio hora (MWh), su nivel más bajo desde el inicio de la crisis energética. “Hay una situación de precios en Europa de enorme tranquilidad”, ha constatado Gonzalo, aunque dejando la puerta abierta a un repunte en los próximos días, “por la ola de frío”. Detrás de esta calma están, según el primer ejecutivo de Enagás, unos niveles de almacenamiento subterráneo “que nadie podía esperar” en este tramo final del invierno. “Tendremos momentos de tensión de precios, pero de ningún modo vamos a ver precios como los de 2022, cuando se llegaron a superar los 300 euros”.

Foco en Europa: “América Latina ya no es estratégica”

La empresa presidida por Antonio Llardén y dirigida por Arturo Gonzalo ha redoblado en los últimos meses su apuesta por Europa, en un momento en el que las infraestructuras energéticas —en general— y gasistas —en particular— han dado un salto exponencial en la lista de prioridades continentales. Enagás ha pagado 168 millones por el 4% del gasoducto que conecta Azerbaiyán con la UE, hasta alcanzar una participación total del 20%. A mediados de enero, además, anunció su intención de desembolsar 75 millones por la quinta parte del capital del gasoducto BBL, entre el Reino Unido y Países Bajos.

La semana pasada, sin embargo, la empresa española comunicó a la CNMV que no sería posible llevar a cabo esta última operación después de que el resto de accionistas de BBL (la holandesa Gasunie y la belga Fluxys) ejecutasen su opción de compra preferente sobre la participación que la alemana Uniper había puesto a la venta y en la que Enagás había mostrado interés. Pese a ese revés —“van a aparecer nuevas oportunidades en Europa para hacer buenas adquisiciones, con sentido financiero y estratégico”, ha confiado Gonzalo—, el consejero delegado del gestor del sistema gasista español ha reconocido este martes en la conferencia de analistas que ahora el foco de la compañía está en Europa y no en América Latina. Una geografía, ha añadido, que “ya no es estratégica para el futuro”.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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