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Enagás paga 75 millones por el 20% del gasoducto que une el Reino Unido y Países Bajos

La empresa española enmarca la operación en su objetivo de contribuir a la seguridad de suministro de Europa, piedra angular de su último plan estratégico

Ignacio Fariza
Logo de Enagás, en una imagen de archivo.
Logo de Enagás, en una imagen de archivo.

Enagás quiere hacerse fuerte en el resto de Europa. El gestor del sistema gasista español ha anunciado este lunes la compra al gigante alemán Uniper del 20% del capital de BBL, la compañía que opera el gasoducto de 235 kilómetros que une el Reino Unido con Países Bajos. El pago rondará los 75 millones de euros, según las cifras aportadas por la parte compradora. Acosada por los problemas de liquidez derivados del corte de suministro de gas desde Rusia, la gasista germana se vio abocada a pedir su rescate con dinero público el verano pasado y necesita hacer caja con ventas de activos.

La operación, sujeta aún al cumplimiento de las “condiciones suspensivas propias de este tipo de operaciones” y a “un derecho de preferencia de los otros copropietarios de BBL”, supone, según Enagás, un paso más en el principal objetivo de su último plan estratégico: “Avanzar en su posicionamiento como uno de los principales operadores para reforzar la seguridad de suministro energético en Europa”, según se lee en la nota en la que ha hecho pública la operación. Llega, además, en un momento clave en la redefinición del mapa energético europeo, en plena crisis desatada por la invasión rusa de Ucrania —con el consecuente cambio en los flujos de gas— y también en plena descarbonización del sistema energético europeo, una meta en la que la paulatina sustitución del gas natural por el hidrógeno verde se antoja fundamental.

Tras esta transacción, el accionariado de BBL quedará conformado por la holandesa Gasunie (60%), la belga Fluxys (20%) y la española Enagás (20%). “Tras el cierre de la adquisición, tres Transmission System Operators (TSO, operadores de los sistemas gasistas nacionales) serán los propietarios de esta infraestructura clave en la seguridad de suministro de Europa”, subraya la empresa presidida por Antonio Llardén.

El gasoducto BBL es una infraestructura de 235 kilómetros importante para la seguridad energética en Europa. Su flujo es bidireccional entre Países Bajos y el Reino Unido, dos de los pocos productores de gas natural de la UE y también grandes consumidores de este combustible. El tubo, submarino, tiene una capacidad máxima de 15 millardos de metros cúbicos de gas (bcm) anuales de flujo directo entre las terminales gasistas de Balgzand (Países Bajos) y Bacton (en el Reino Unido) y de 5 bcm al año en sentido inverso.

Además, la interconexión está incluida en el mapa de European Hydrogen Backbone —una iniciativa que involucra a 31 operadores de 28 países europeos que impulsan una futura red de hidrógeno en la UE— y “podría adaptarse para el transporte de hidrógeno verde uniendo los puntos de producción y consumo de Holanda y Reino Unido”, esboza Enagás en la nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para comunicar la transacción. La empresa española también es parte clave en la futura construcción del tubo por el que fluirá hidrógeno renovable entre Barcelona y Marsella a partir de 2030, con un coste aproximado de 2.500 millones de euros.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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