Julissa Reynoso, embajadora de Estados Unidos en España: “Biden ya ha hecho en dos años más que cualquier otro presidente en décadas”
La diplomática estadounidense, la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez y el columnista del Financial Times, Martin Wolf, abordan en el Foro tendencias 2023 la globalización, el desarrollo económico y su conciliación con la justicia social
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, y la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso, han participado este jueves en el Foro Tendencias organizado por Harmon y EL PAÍS en Madrid, con el patrocinio de Abanca, Abertis, EY, Iberdrola, Telefónica y Tendam. En un diálogo con la directora de CincoDías y de EL PAÍS Economía, Amanda Mars, la diplomática estadounidense ha defendido los logros obtenidos por la administración Biden quien, ha afirmado, “ha hecho más en dos años que cualquier otro presidente en décadas”. Márquez, por su lado, ha abordado la conciliación entre el desarrollo económico y el social y ha insistido especialmente en la inclusión de las brechas raciales y de género en el debate económico y climático.
En los últimos años, Estados Unidos ha liderado dos grandes catarsis sociales: la ola feminista de 2017 y el movimiento antirracista de 2020. Reynoso, que ha recordado la trayectoria compleja de EE UU con temas de género y raza, ha señalado que estos movimientos han empujado a la sociedad y al Gobierno “hacer más” por las minorías y por las mujeres. La embajadora ha apuntado a la estrategia de género impulsada por la Casa Blanca y a las reformas policiales realizadas después de la muerte de George Floyd como medidas que han permitido atajar injusticias.
Recién llegada de la cumbre del clima de Egipto, Márquez ha señalado la relación directa entre la igualdad de género y la justicia social a la hora de abordar los desafíos de la crisis climática. “No es posible hablar de acciones contra el cambio climático sin hablar de justicia racial y de género”, ha defendido la abogada y reconocida activista colombiana, que ha recordado que el modelo económico de desarrollo que “ha llevado al planeta a esta crisis” tiene sus orígenes “en el sistema colonial y patriarcal”. Las primeras expresiones de comercio internacional “están en la trata de personas”, ha apuntado. Para la abogada colombiana, “son los hombres a nivel global quienes han manejado la economía, con unas bases hacia la acumulación y pocas veces hacia la distribución y el bienestar”.
Tras más de dos semanas de complicadas negociaciones, la COP27 concluyó el pasado domingo con el acuerdo de creación de un fondo destinado a las naciones más expuestas para que puedan hacer frente a las pérdidas y daños que genera el cambio climático. La cuestión climática ha de ser abordada, según la vicepresidenta de Colombia, desde “una lógica de reparaciones históricas”. Esto, ha dicho, pasa “no solamente por dar dinero a los países subdesarrollados”, sino también por asumir una transformación del modelo económico que lleve a descarbonizar la economía. Márquez ha recordado que en Colombia han muerto este año 300 personas por la peor ola invernal que sufre el país en décadas, y ha insistido en que son “África, América latina, y el Caribe sobre todo”, quienes están padeciendo los efectos del cambio climático.
El fin de la globalización
Entre los diálogos de la vicepresidenta colombiana y de la embajadora norteamericana, que se han celebrado por separado por una confusión de agenda, ha intervenido el columnista estrella del Financial Times, Martin Wolf. El periodista británico ha coincidido con Márquez en el reto climático que deben afrontar las economías desarrolladas en un contexto de incertidumbre. Wolf, además, ha defendido que la época de la globalización ― que, según él, comenzó con el acceso al poder del presidente chino Deng Xiaoping en 1978, el artífice de la apertura del país ― terminó en 2007, con la “transatlántica crisis financiera”. Ahora, ha apuntado, vivimos la época de los shocks: primero la crisis financiera; después, el coronavirus y, por último, la guerra de Ucrania y la crisis inflacionista.
En una intervención telemática, Wolf ha afirmado que la crisis financiera marcó el comienzo de la desconfianza ciudadana en los líderes de Occidente y, junto a la pérdida de calidad de vida, engendró movimientos populistas de descontento. Ante esta situación, ha apuntado, las instituciones occidentales deben volver a ganar la confianza de la ciudadanía en la democracia en un mundo “cada vez más autocrático”. “Esto son los retos, que se pueden tratar con inteligencia determinación y un poco de suerte”, ha concluido.
Latinoamérica
Tras la victoria de Lula en las elecciones brasileñas, las cinco mayores economías de la Latinoamérica están bajo gobiernos progresistas. Sin embargo, la vicepresidenta del primer Ejecutivo de izquierdas de la República de Colombia, ha analizado este fenómeno con prudencia. “La gente no vota por una ideología política”, ha señalado, “vota por una propuesta a partir de ver cambios que impacten de manera positiva en sus vidas”. “Aquí se habla de democracia, pero ¿qué le dice la democracia a un joven que no tiene la posibilidad de pisar las puertas de una universidad?”, se ha preguntado Márquez, que ha afirmado que hasta un millón de jóvenes colombianos que no votaban se acercaron a las urnas a votar por primera vez por su proyecto. Este, según la vicepresidenta, se estructura sobre “la justicia social, racial, de género y ambiental”.
Reynoso, por su parte, ha defendido que la clave estará en la manera de gestionar de los Gobiernos de estos países. “Hemos visto que la izquierda y la derecha pueden politizarse de tal manera que dejan de representar los mejores intereses de los ciudadanos que representan”, ha afirmado. Como Márquez, la embajadora ha querido desligarse de la ideología, “que es secundaria”. Con todo, ha confirmado las buenas sintonías con algunos Ejecutivos de región ―“Nosotros tenemos una visión de protección social que coincide con la de muchos gobiernos de América Latina”― aunque ha advertido del riesgo de explotar la práctica de usar esa visión para “mantener control, disminuir los derechos humanos y mantenerse en el poder”.
Igualdad
El acceso de una coalición de izquierdas al Gobierno no fue el único hito de las pasadas elecciones colombianas. Márquez, que llevaba años en la lucha social como abogada y activista, se convirtió en la primera mujer afrocolombiana en acceder a la vicepresidencia. Sin embargo, rechaza hablar de conceptos como el “techo de cristal”. “Yo no estoy aquí para romper el techo de cristal”, ha señalado citando a la filósofa Angela Davies. “Yo no tengo que luchar solo por ser mujer, sino por ser negra, afrodescendiente y pobre”.
La historia de la embajadora de Estados Unidos, con sus matices, tiene algún paralelismo con la de Márquez. Nacida en República Dominicana, emigró de niña a EE UU y se instaló en lo que, por entonces, era un barrio marginal de Nueva York, el Bronx. Graduada por Harvard, ha ostentado varios altos cargos en el Ejecutivo estadounidense. Reynoso ha defendido “no ser nada excepcional” y ha afirmado que su país sigue siendo un país de oportunidades. “Por mucho golpe que nos hayan dado en los últimos años, esto forma parte del ADN de la nación”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.