España se librará de la recesión que afectará a otros países europeos en 2023, según el FMI
El organismo descarta que haya dos caídas trimestrales del PIB el próximo año
España sufrió con más fuerza que otros países la crisis económica derivada de la covid y va con retraso en la recuperación del producto interior bruto previo a la pandemia, pero ahora crece con más fuerza que el resto de los grandes países europeos. En 2023, el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera recesiones en Alemania e Italia, pero la descarta para el caso de España, según ha explicado este viernes Alfred Kammer, director del Departamento europeo del organismo.
“La previsión para 2023 refleja un debilitamiento general de la demanda, unas condiciones financieras más estrictas, una confianza del consumidor más débil y una inflación persistentemente alta, y esta es una historia que estamos viendo en toda la Eurozona”, ha dicho Kammer. “También debo decir que España es uno de los países para los que no prevemos una recesión técnica durante el próximo año, algunos otros países experimentarán la recesión y otros tendrán una recesión total, así que España no sufrirá eso y el crecimiento de España será en realidad más fuerte que en otros países europeos”, ha indicado.
El FMI ha rebajado la previsión de crecimiento para España del 2% al 1,2% para 2023. Esa estimación es casi la mitad de la que tiene el Gobierno en su cuadro macroeconómico, aunque el Fondo ha reconocido que sus cifras han quedado algo desfasadas tras el buen dato de crecimiento del PIB del segundo trimestre y que si hiciera ahora los cálculos le saldría una cifra algo superior. En todo caso, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, considera que lo relevante es que todos los organismos internacionales y los analistas privados confíen en que España va a seguir creciendo, según señaló este jueves a los periodistas en Washington.
En la rueda de prensa sobre las previsiones para Europa, el responsable del departamento ha recordado también en referencia a España que “el país se vio profundamente afectado por la pandemia y sufrió una profunda recesión, por lo que también tuvo una respuesta política muy fuerte para salir de la recesión”. “España experimentó la mayor contracción entre las principales economías avanzadas en 2020 por la mayor dependencia de los sectores intensivos en contacto y, por tanto, no se espera que el PIB alcance los niveles anteriores a la pandemia hasta principios de 2024″, ha añadido.
España y México son las únicas dos grandes economías que no volverán al nivel de actividad previo a la pandemia hasta ese año, según las previsiones del FMI. En el grupo de los rezagados están también economías pequeñas de todo el mundo, sobre todo de Estados insulares, como las islas del Caribe o del Pacífico, pero también otros con problemas estructurales muy graves como Venezuela, Sudán, Libia, Yemen o Haití.
Riesgos en Europa
Con respecto al conjunto de Europa, Kammer ha recordado que al entrar en 2022 el continente estaba en camino de salir de la crisis de la pandemia y se esperaba que la inflación disminuyera gradualmente a medida que los precios de los productos básicos y los cuellos de botella de la oferta se aliviaran. “Pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia cambió por completo este panorama, y ahora se está cobrando un creciente coste en las economías europeas. Los flujos de gas de Rusia a Europa han caído en más de un 80% con respecto a 2021. Como resultado, los precios de la energía se han disparado, y es poco probable que vuelvan a sus niveles de antes de la guerra. Este choque en la relación de intercambio ha aumentado los costes de las empresas y ha provocado una crisis del coste de la vida”, ha dicho.
Las previsiones del FMI apuntan a que el crecimiento del PIB se va a frenar en seco y se quedará en el 6% en Europa, mientras que la inflación se moderará algo, pero seguirá en los países avanzados europeos en el entorno del 6%, muy por encima del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE).
Además, los riesgos para el crecimiento son a la baja y los riesgos para la inflación son al alza. “Por ejemplo, un corte total de los flujos de gas ruso que quedan hacia Europa, combinado con un invierno frío, podría provocar escasez de gas y racionamiento, dando lugar a pérdidas del PIB de hasta el 3% en algunas economías de Europa Central y Oriental, y un nuevo brote de inflación en todo el continente”, ha dicho Kammer.
El responsable del Departamento Europeo del FMI considera que las subidas de tipos deben continuar para combatir la inflación y que la política fiscal debe ser también menos expansiva para no remar en sentido contrario. Recomienda compensar a los más vulnerables por las subidas de precios, en particular de la energía, pero hacerlo cuidando las cuentas públicas.
“Permítanme darles algunas cifras para dejar clara la importancia de un enfoque bien orientado: para 2022, de media en toda Europa, el coste de la vida de los hogares ha subido más de un 7% por la subida de los precios de la energía. El análisis del FMI sugiere que compensar plenamente al 20% de los hogares más pobres costaría el 0,4% del PIB y compensar al 40% inferior costaría cerca del 1% del PIB. Sin embargo, los costes fiscales de algunos de los paquetes existentes, incluidas las nuevas medidas anunciadas, son mucho mayores que estas cifras. Por lo tanto, claramente, hay espacio para proporcionar apoyo a las personas vulnerables con un coste menor”, ha explicado. El FMI rechaza rebajas fiscales generalizadas o ayudas indiscriminadas para paliar la crisis energética.
“La tarea que tenemos por delante es inmensa. Pero si los responsables políticos europeos muestran una vez más la fuerza, coordinación y solidaridad que fueron capaces de reunir durante la pandemia, puede hacerse”, ha concluido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.