El consejo de directores del BID recomienda por unanimidad destituir a su presidente
Estados Unidos retira su apoyo a Claver-Carone, cuyo cese debe votar ahora la asamblea de gobernadores del organismo. El detonante es un informe, revelado por EL PAÍS, que señala que mantuvo una relación sentimental con una empleada a la que favoreció con sus decisiones
La cabeza de Mauricio Claver-Carone como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está en peligro. El demoledor informe presentado por el despacho de abogados que ha realizado una investigación independiente sobre su conducta le deja en el alero. El informe, encargado a raíz de una denuncia anónima, apunta que mantuvo una relación sentimental con una empleada a la que favoreció con sus decisiones. Tras tener conocimiento del mismo, el consejo de directores o Directorio Ejecutivo del banco ha recomendado de forma unánime la destitución de su presidente en una reunión celebrada este jueves, según fuentes citadas por Bloomberg y AP.
El Directorio Ejecutivo está compuesto por 14 directores ejecutivos en representación de los 48 países miembros, y también incluye a 14 suplentes. Cada país miembro designa a un Gobernador, cuyo poder de votación es directamente proporcional al capital que el país suscribe a la institución. Los Gobernadores son generalmente ministros de Hacienda, presidentes de bancos centrales o altos funcionarios públicos.
El cese dependerá de una votación de la asamblea de gobernadores del banco, la máxima autoridad del BID, pero con un informe y una recomendación así las posibilidades de que siga en el cargo son remotas. Estados Unidos ha aprobado en el consejo la recomendación de destituirle. Claver-Carone ya era, además, un nombramiento polémico impulsado en su último año de mandato por Donald Trump (nunca hasta entonces el banco había tenido un presidente no latinoamericano). El Gobierno de Joe Biden no tiene motivos para quemarse con presiones para defenderle y ha optado por dejarle caer.
“El clima de miedo a las represalias entre el personal y los países prestatarios que ha creado [Claver-Carone] ha hecho perder la confianza del personal y los accionistas del Banco y hace necesario un cambio de liderazgo”, ha señalado un portavoz del Departamento del Tesoro en declaraciones a la agencia AP.
Estados Unidos es el primer accionista del BID, con algo más de un 30% del capital, lo que permitió a Trump impulsar el nombramiento de Claver-Carone. Ahora, sin el apoyo de Washington, la suerte del presidente parece echada. Los gobernadores tendrán hasta el martes para votar a distancia sin necesidad de reunirse en persona.
El contenido del informe, desvelado este miércoles por EL PAÍS, sostiene que el presidente y la jefa de gabinete mantenían una relación amorosa, algo prohibido por la política interna del organismo multilateral. No solo eso, en estos dos años, la mujer, J. B, obtuvo dos aumentos salariales. El presidente niega todas las acusaciones, pero el relato de los hechos que ha recopilado la firma de abogados Davis Polk & Wardwell en su investigación, incluidos algunos mensajes bastante explícitos, dejan poco lugar a dudas.
Además, Claver-Carone no ha permitido a los investigadores el acceso a su teléfono móvil ni sus mensajes de correo electrónico, pese a que él afirma que ha cooperado plenamente con la investigación. El informe también recoge ese temor a represalias a que hacía referencia el Departamento del Tesoro.
“Hay evidencias que apoyan la conclusión de que tenían una relación romántica antes de unirse al Banco y que la relación puede haber continuado durante su empleo”, dice el informe. En menos de un año, el presidente aprobó dos aumentos salariales para J. B, el primero nada más llegar. La mujer fue contratada el 23 de septiembre de 2020 por un sueldo anual neto de 287.000 dólares (una cifra similar en euros al cambio actual). Una semana después, el 1 de octubre, Claver-Carone aprueba un aumento del 20%, hasta los 350.000 dólares. En julio de 2021, el presidente vuelve a firmar una nueva subida del 20%, hasta 420.000 dólares.
Pese a todos los hallazgos en su contra, Claver-Carone lanzó un largo comunicado este martes en el que sostenía que lo que ponía en peligro la reputación del BID era la investigación y no su conducta. “Es la primera vez en la historia de cualquier banco multilateral de desarrollo que esta clase de proceso se lleva a cabo, donde un líder electo ha sido objeto de una investigación arbitraria sin ninguna denuncia formal dentro de las normas administrativas de la organización, y que se inició sobre la base de denuncias anónimas y sin fundamento. No tiene precedentes”, se quejaba.
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