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La actividad del sector servicios se ralentiza en España por la inflación

El Índice PMI del sector servicios se situó en los 54 puntos en junio frente a los 56,5 de mayo, lo que marca la expansión más lenta desde el pasado mes de marzo

Matteo Allievi
Índice PMI
Trabajadores en una cafetería de Madrid.JUAN BARBOSA

La presión de la escalada de precios sigue siendo un problema para la recuperación de la economía española. La mejora de las actividades comerciales respalda el crecimiento, aunque la alta inflación hace mella en los presupuestos de las empresas y los hogares. El Índice PMI de Actividad Comercial, elaborado por la firma IHS Markit y dado a conocer este martes, se situó en los 54 puntos en junio. Al disminuir 2,5 puntos con respecto al mes anterior, la evolución del indicador marca la expansión más lenta desde el pasado marzo. La incertidumbre ante la situación macroeconómica, avivada por la publicación de los PMI, ha debilitado las Bolsas europeas, que en la media sesión se han teñido de rojo.

El índice, un termómetro fiable para anticipar cambios en los ciclos económicos, se elabora a través de una encuesta a los gestores de compras de 350 compañías españolas de servicios, que deben calificar de 0 a 100 la evolución de su actividad con respecto del mes anterior. Una lectura por encima de los 50 puntos refleja un aumento de las ventas, mientras que si se coloca por debajo supone una contracción.

Ante la aceleración de la inflación —que en junio se desbocó hasta el 10,2%, el nivel más alto en 37 años—, las empresas se vieron forzadas a repercutir el aumento de sus costes a los clientes mediante un incremento de las tarifas. El alza de los precios en general continúa preocupando a las empresas de servicios, que consideran la persistente inflación como un lastre potencial para su actividad por lo menos hasta finales de año, ya que la gestión de los gastos en los hogares se ve sometida a una presión importante.

De hecho, algunas compañías indicaron que el poder adquisitivo de los clientes se está deteriorando, lo que generó preocupación por que el crecimiento de la actividad se debilite en los próximos meses. “Dado que es probable que el alza de precios persista al menos a corto plazo, se espera que la demanda se vea afectada negativamente”, advierte el director de S&P Global Economics, Paul Smith.

Del mismo modo, el sector manufacturero ralentizó su expansión en junio, al registrar una caída marginal de los pedidos con respecto al mes anterior. Las empresas indicaron que la energía sigue siendo una de las causas principales del aumento de los costes operativos, aunque el precio de las materias primas también ha repuntado. La desaceleración tanto de la manufactura como de los servicios se reflejó en el Índice Compuesto de Actividad Total en España, que en junio cayó hasta los 53,6 puntos desde los 55,7 registrados en mayo. Asimismo, la confianza sobre el futuro alcanzó su nivel más bajo de los últimos tres meses, al intensificarse la preocupación con respecto a la inflación. No obstante, las empresas volvieron a contratar más personal, en respuesta al aumento de los pedidos pendientes de realización.

El crecimiento de la eurozona se desacelera

La ralentización fue generalizada en el resto de las economías de la zona euro, sobre todo en Irlanda y Francia, donde los ritmos de incremento de la actividad total frenaron bruscamente hasta alcanzar sus niveles mínimos en 16 y 14 meses, respectivamente. El Índice Compuesto de Actividad Total de la zona euro se situó en junio en 52 puntos, frente a los 54,8 de mayo.

Según alerta Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, el fuerte deterioro en el ritmo de crecimiento de la actividad empresarial de la zona euro aumenta el riesgo de que la región caiga en un declive económico en el tercer trimestre. “El sector manufacturero ya está en contracción, por primera vez en dos años, y el sector servicios ha sufrido una marcada pérdida de impulso de crecimiento en medio de la crisis del coste de vida”, ha agregado. Aunque la creación de empleo se mantuvo sólida, la reducción del ritmo de crecimiento de la demanda y el deterioro del optimismo empresarial apuntan a que el mercado laboral también decaerá en los próximos meses, advierten los expertos de la consultora.

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