El mercado laboral supera por primera vez los 20 millones de afiliados en un abril de récord de contratos indefinidos
El paro baja en 86.000 personas hasta situarse escasamente por encima de los tres millones de desempleados, la cifra más baja para este mes desde 2008
El empleo crece, la contratación fija no deja de multiplicarse y los récords estadísticos empiezan a ser cada vez más efímeros. Un marzo histórico ha dado a paso a un pletórico mes de abril en el que se firmaron casi 700.000 acuerdos de carácter indefinido entre empresarios y trabajadores, la cifra más alta de una serie contable que se remonta a 2001; y por cuarta mensualidad consecutiva, el porcentaje sobre el total no ha parado de crecer hasta situarse en el 48,2%, aupado por el impulso de la reforma laboral. Pero la ebullición del empleo no se queda ahí: en el cuarto mes del año se superaron por primera vez los 20 millones de afiliados a la Seguridad Social en términos generales, sin el ajuste estacional; y el paro bajó en más de 86.000 personas, situándose escasamente por encima de los tres millones de desempleados (3.022.503), la cifra más baja para este periodo desde 2008.
Empieza a ser una realidad constatable, singularmente a tenor de los datos que han publicado este miércoles los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, que los estertores de la pandemia y la subida de los precios no han contaminado al mercado de trabajo. Mes tras mes, el número de contratos crece, y entre ellos especialmente los fijos. En abril se firmaron un total de 1.450.093 acuerdos, de los cuales 698.646, el 48,2% ―prácticamente uno de cada dos―, tenían carácter indefinido. Sumando todos los contratos de estas características que se han firmado en 2022, el total para este año se acerca ya a los dos millones (1.767.836), y se coloca un 181,55% por encima del cómputo total que arrojaron los mismos cuatro meses de 2021. Casi el triple.
La cifra de abril no es baladí, en tanto que evidencia una tendencia alcista iniciada en enero ―ya bajo el cobijo de la nueva normativa laboral―, y que al comienzo del segundo trimestre se ha triplicado. Si en enero, recién estrenada la reforma, los contratos fijos representaron el 15% del total (subieron un 5% respecto a la media de 2021), en febrero crecieron hasta el 22% y en marzo llegaron al 31%, en las siguientes cuatro semanas sumaron 17 puntos porcentuales más, dando lugar a la mayor subida en lo que va de año.
“Los datos son espectaculares”, ha indicado la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “Aunque España tiene un grave problema estructural de paro, hemos de reconocer cuando las cosas van bien. La reforma laboral ha cambiado el paradigma de contratación del país, y esto no es pequeña cosa”, ha añadido durante un desayuno informativo.
Según las tablas de Seguridad Social, los contratos de muy corta duración (de menos de siete días) han seguido cayendo también en abril: han pasado de suponer el 75,8% del total de los firmados en el mes de abril en los ejercicios previos a la pandemia, a representar mucho menos de la mitad, el 28%. Un cambio de paradigma al que acompaña una mayor supervivencia de estos acuerdos: mientras que en años anteriores solo el 8,4% de los contratos firmados desde el inicio del ejercicio seguían vigentes en marzo, ahora el porcentaje se ha elevado hasta el 46,7%.
Este cambio en la cultura de la contratación, objetivo primario del marco laboral acordado por Gobierno, sindicatos y patronales, se ha extendido, además, por todos los sectores, aunque lo ha hecho muy especialmente en la construcción y la agricultura, dos nichos en los que la tasa de temporalidad ha sido tradicionalmente elevada. Por orden de representatividad sobre el montante de contratos realizados, los indefinidos en la obra ascendieron en abril hasta el 74% del total (cuando en marzo eran el 41%); mientras que en el campo llegaron a situarse en el 50%. En los servicios y la industria supusieron el 48% y el 34%, respectivamente.
La cuadratura del círculo del empleo en abril se consuma gracias al descenso en el número de parados, que ha caído en 86.260 personas con respecto al mes de marzo. Gracias a las contrataciones de Semana Santa, el mes ha relucido más que nunca en esta estadística en los últimos 14 años, mucho más si se compara con los registros del mismo mes de 2021, cuando había 888.125 personas más sin empleo.
La caída del desempleo ha sido generalizada por todo el territorio, aunque con especial brío en Andalucía (-33.072 personas), Comunidad de Madrid (-10.931 personas) y Baleares (-7.575 personas). Además, por primera vez desde 2008, el número de parados en Canarias se ha situado por debajo de las 200.000 personas (198.981). “Estamos logrando contener la incertidumbre de la situación actual”, ha celebrado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.
El paro también se ha reducido en todos los sectores con respecto a los datos del mes anterior. Lo ha hecho en 65.422 personas en los servicios (-2,98%), 9.544 en agricultura (-6,10%), 6.972 en construcción (-2,80%) y 4.340 en Industria (-1,71%). En cuanto a la comparativa por razón de sexo, aunque sigue habiendo más mujeres desempleadas que hombres (1.788.385 y 1.234.118, respectivamente), ambos grupos han experimentado una bajada de más de 43.000 personas con respecto a los datos de marzo.
El aliño perfecto para redondear el plato estadístico de abril proviene del número de afiliados a la Seguridad Social, que por primera vez ha superado la barrera de los 20 millones (20.098.119, concretamente) a final de mes, algo que no se había producido en los 22 años que contabiliza la serie histórica. Gracias a este espectacular incremento (+184.577), el nivel de empleo supera en 768.851 trabajadores al que existía en febrero de 2020, el último mes sin el influjo de la pandemia.
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