El vino deja atrás la crisis y dispara las ventas
España lidera el comercio mundial en volumen, pero ingresa una cuarta parte que Francia por los precios de saldo de los graneles
El sector del vino ha registrado en el último año un fuerte aumento de ventas tanto en los mercados exteriores como en el interior, y ha recuperado los niveles previos a la crisis de la demanda provocada por la pandemia. Además, ha mejorado los precios de los envasados exportados con denominación de origen hasta cifras récord. Pero el dominio de los graneles a precios de saldo empaña esta mejoría.
Consecuencia del cierre de la restauración, el vino fue uno de los productos más afectados por la covid en 2020, con un descenso de más del 20% en el consumo interior y del 3,2% en el valor de las exportaciones (baja que se situó en un 5,7% en volumen). Hoy, con los datos manejados por el Observatorio Español de los Mercados del Vino, en cómputo interanual al pasado mes de febrero, el sector deja atrás la crisis en volumen de ventas en el exterior, con 23,06 millones de hectolitros, lo que supone un 12,3% más que en el periodo anterior. Esta cifra sitúa a España a la cabeza de ventas en el comercio mundial, frente a los 20 millones de hectolitros de Italia o los 14 de Francia.
Sin embargo, los ingresos que sumaron 2.926 millones de euros, tras un incremento del 15%, se hallan lejos de los 11.000 millones de euros de los franceses o los 7.000 de los italianos. Nota a destacar en este escenario son las elevadas ventas de graneles a precios de saldo: más de 10 millones de hectolitros a Francia, Italia Alemania y Portugal para su consumo interior o para reexportar a otros países como vino comunitario en competencia con los vinos españoles vendidos desde la península.
Para el director del Observatorio, Rafael del Rey, además de la recuperación general de las ventas, entre los aspectos más destacables se puede considerar el incremento en el volumen de los vinos envasados, pero, sobre todo, el crecimiento de su valor, lo que pone de manifiesto el gran trabajo que llevan a cabo las bodegas españolas para defender sus productos. Dar valor a los graneles es el reto permanente.
Sobre el total de ventas de todos los vinos (tranquilos, espumosos, generosos, de aguja, etcétera), los envasados suponen 10,1 millones de hectolitros, con un incremento del 6,14%, y 2.426 millones de euros en valor, que significan un incremento del 13,2% gracias, sobre todo, al aumento en los precios hasta 2,40 euros por litro.
En la parte contraria, las ventas de los vinos a granel supusieron 13 millones de hectolitros, con un incremento del 23%, sobre todo consecuencia de las realizadas en otros países comunitarios, donde hubo cosechas a la baja. Esta comercialización se cerró a unos precios medios de solo 0,37 euros litro, lo que llevó los ingresos totales a solo 480 millones de euros.
El conjunto de los vinos tranquilos envasados constituyen el capítulo más importante de las ventas en el exterior, al suponer en volumen más de 7 millones de hectolitros, con un aumento del 5,5% y del 11% en valor hasta los 1.784 millones de euros. Destaca la posición de los vinos con Denominación de Origen Protegida, con ventas de 3,3 millones de hectolitros, un 2% más, pero con un incremento del 12% en valor hasta los 1.330 millones de euros, fundamentalmente porque el precio medio superó los 4 euros el litro por primera vez en la historia. También hubo un fuerte crecimiento en los cavas, con el 15% en volumen y del 18% en valor.
En lo que respecta a los mercados, los clientes más relevantes para los vinos envasados de calidad españoles siguen siendo Suiza y Reino Unido. Fuera de Europa destaca especialmente Estados Unidos, tanto por volumen como por precio, junto a otros países como Canadá, México, Puerto Rico, China, Corea, Japón o Filipinas
En cuanto al consumo en España, se ha producido igualmente una importante recuperación tras el periodo de caída por la pandemia. Los 10,6 millones de hectolitros actuales suponen un incremento interanual del 20,8% en febrero, aunque sigue sin llegar a la cifra récord de 11 millones de hectolitros de 2019. Ello equivale a un consumo per cápita de 22,4 litros. Los graneles significan 1,3 millones de hectolitros, con un incremento del 25,7%, y los envasados, cuyo crecimiento fue del 20%, 9,3 millones. Por tipos, los blancos suponen 4,5 millones y suben un 18% y los tintos 6,09 millones tras aumentar el 22,9%.
En medios del sector se teme que esta recuperación se pueda quebrar por el aumento de los precios por la situación general de la economía, el incremento de los costes derivados de los procesos de transformación y comercialización y los precios elevados de la restauración.
Graneles baratos
La exportación de graneles a bajos precios ha constituido tradicionalmente una salida necesaria para aligerar las existencias de vino en el mercado español cada campaña y frenar así el hundimiento de los mercados. A la vez, son el agujero negro del sector. Sobre las ventas de 13 millones de hectolitros, solamente el 20% los comercializan terceros países, donde se hallan algunos africanos, China, Bielorrusia y Rusia hasta que aplicó disposiciones proteccionistas que cerraban las compras en el exterior. El resto, casi el 80% de los más de 10 millones de hectolitros salidos fundamentalmente de grupos cooperativos, los comercializan básicamente en cuatro países comunitarios a unos precios medios inferiores a los 0,40 euros litro: Francia (3,89 millones de hectolitros), Alemania (2,87 millones), Italia (1,83) y Portugal (1,47).
En unos casos, especialmente en Francia e Italia, esos vinos sirven para ajustar sus necesidades de oferta en años de bajas cosechas. En otros, las bodegas apuestan por el vino español barato en lugar de adquirir más caro el francés, lo que en su día dio lugar a movilizaciones y ataques de los viticultores a las cisternas españolas. Finalmente, en otros casos, este vino español a granel, bajo la etiqueta de vino comunitario, lo emplean los operadores para su reexportación a otros países comunitarios o a terceros países para el cumplimiento de sus compromisos de suministro en competencia con los vinos españoles salidos de la península. En Alemania el vino español a granel serviría también para su mezcla con vinos autóctonos de baja graduación.
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