La riqueza financiera de las familias subió un 9,4% en 2021
Los activos de los hogares crecieron el año pasado más que su deuda, que representó un 138% del PIB si se le unen los pasivos contraídos por las empresas
La riqueza financiera neta de las familias españolas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) se situó en 1,92 billones de euros en 2021, lo que supone un aumento del 9,4% en tasa interanual, según las cuentas financieras publicadas este martes por el Banco de España. La riqueza de los hogares se mide como la diferencia entre los activos (dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta) y los pasivos (la deuda) que tenían; y su evolución el año pasado fue resultado de un fuerte crecimiento de los primeros, a la vez que solo se produjo un ligero aumento de su endeudamiento. Esta moderó su peso en relación con el PIB respecto a 2020.
La cifra de los activos financieros netos (es decir, la riqueza neta) que tenían las familias al cierre del cuarto trimestre del año pasado equivale al 159,7% del PIB, un porcentaje 2,9 puntos superior al del mismo periodo de 2020. Eso significa, como explica el Banco de España, que los activos netos de las familias aumentaron el año pasado por encima del PIB, que creció un 5,1%, según la última revisión del INE.
El saldo total de activos financieros de los hogares e ISFLSH alcanzó a finales de 2021 los 2,69 billones de euros, lo que supone un 7% más que un año antes y equivale al 223,7% del PIB. Este repunte refleja la adquisición neta de activos financieros, que ascendió a 80.000 millones de euros en el último año, concentrada en los depósitos y, en menor medida, en los fondos de inversión. A esto se sumó la revalorización de esos activos en 96.100 millones de euros, que fue importante en todos los trimestres del año, salvo el tercero, y se concentró principalmente en los instrumentos de participación en el capital de las empresas (como acciones) y en los fondos de inversión.
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba en efectivo y depósitos (el 38% del total), seguido de participaciones en el capital (29%), participaciones en fondos de inversión (15%) y seguros y fondos de pensiones (14%). El componente de participaciones en fondos de inversión fue el que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares: su peso sube 1,2 puntos con respecto a un año antes, mientras que el de los seguros y fondos de pensiones fue el que más cayó (un punto menos cada uno).
Por su parte, la deuda consolidada de las empresas y de los hogares e ISFLSH alcanzó los 1,66 billones de euros en 2021, lo que supone un 1,4% más que un año antes aunque. Por efecto del mayor crecimiento de la economía, el peso de esa deuda se moderó en relación con el PIB hasta el 138,3%. En 2020, cuando el PIB cayó un 10,8% por efecto de la pandemia, esa ratio fue del 146,5%. Sin embargo, está por encima de lo que marcaba antes de la irrupción del coronavirus (128,6%, en 2019).
Pero el incremento de la deuda agregada fue fruto, sobre todo, del aumento de la deuda consolidada de las empresas. Las sociedades no financieras, señala el Banco de España, vieron crecer el año pasado su pasivo desde los 944.000 a 962.000 millones de euros, alcanzando un 79,8% del PIB (si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería del 102,7%). Por su parte, la deuda de los hogares e ISFLSH creció ligeramente desde los 700.000 a los 704.000 millones de euros, hasta situarse en el 58,4% del PIB, frente a 62,4% de diciembre de 2020 y al 56,9% en el mismo periodo de 2019.
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