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La asociación de autónomos UATAE propone deducir las cuotas a la Seguridad Social para definir los ingresos reales

La organización en defensa de los trabajadores por cuenta propia presenta una propuesta con la que se busca“evitar distorsiones” a la hora de definir en nuevo paradigma de contribuciones

Gorka R. Pérez
Autónomos españa
Un electricista repara una conexión en un edificio de Terrassa (Barcelona), el 23 de octubre de 2020.CRISTOBAL CASTRO

El nuevo sistema de cotización por ingresos reales para los autónomos que trata de definir el Ministerio de Seguridad Social en conjunción con las organizaciones más representativas del colectivo de trabajadores por cuenta propia continúa sin ver la luz, a pesar de que, tal y como reconocen distintas fuentes presentes en la negociación, se encuentre bastante encarrilado. Las diferencias se sitúan en algunos puntos muy concretos, como en la determinación del concepto de “ingresos reales”, desconocido en otros ámbitos del sistema. Este lunes se producirá un nuevo encuentro, y en él la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae) presentará una nueva propuesta en la que introducirá el término “ingresos reales netos” para tratar de definir con mayor claridad un término que resulta decisivo a la hora de determinar los distintos escalones de cotización.

Según la propuesta de Uatae, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, la voluntad de añadir el apellido “netos” tiene que ver con “evitar distorsiones” en la cotización de los autónomos, que esta organización entiende que se producirían si no se clarifican adecuadamente los verdaderos ingresos que obtienen mensualmente los trabajadores por cuenta propia. Para ello, apuestan por atender al beneficio neto real de la actividad, esto es, a los ingresos obtenidos una vez descontados todos los gastos deducibles, incluida la propia cuota que han de abonar a la Seguridad Social. Con esta modificación en el paradigma de las cotizaciones lo que buscan es “adecuar al ámbito del trabajo autónomo una regulación similar a la que poseen las empresas y sus trabajadores (asalariados)”.

Además de descontarse la cuota, esta organización también aboga porque se contemplen las amortizaciones dentro de ese cálculo. “Se trata de un gasto imprescindible para la reposición de los activos necesarios en el ejercicio de la actividad y que en nuestra legislación fiscal tienen carácter deducible por tratarse de un gasto necesario para el correcto desarrollo de la actividad”, señala Uatae en su propuesta. “El hecho de que la deducción se lleve a cabo a lo largo de los años correspondientes permite distribuir con mayor equilibrio las bases de cotización a lo largo del período de amortización. Los bienes de inversión que se deducen por medio de las amortizaciones suponen uno de los costes más importantes para las distintas actividades y el hecho de no tenerlos en cuenta implicaría una distorsión de las necesidades económicas de la persona cotizante”, añade el documento.

Las amortizaciones se fundamentan en la pérdida de valor o depreciación de cualquier bien que un autónomo adquiera para llevar a cabo su actividad y que tenga un valor superior a 300 euros. Ese bien, que puede ser desde maquinaria, hasta un ordenador, un móvil o un coche puede deducirse año tras año como si se tratase de un gasto progresivo.

Rebaja del periodo transitorio

Junto con la incorporación del concepto de ingresos reales netos, Uatae también presenta alternativas a otros de los puntos discordantes que contiene la propuesta realizada por el Ministerio de Seguridad Social en el encuentro del 13 de enero, donde planteó un esquema con nuevas cuotas entre 184 y 1.267 euros. Reclaman también una modificación de los importes contemplados en los distintos tramos, y se centran en que aquellos que obtengan unos rendimientos inferiores a 350 euros tengan una aportación de 70 euros. Esta cantidad es la misma que propone Seguridad Social para aquellos beneficiarios de la denominada “tarifa plana”, sin embargo, Uatae quiere que venga acompañada de la cobertura por cese de actividad. “Esto ha de ser así en la medida en que las personas que deciden emprender no queden desprotegidas si finalmente su actividad no resulta viable”, indican.

Como ya vinieron reclamando en las reuniones precedentes, el periodo transitorio para el despliegue del nuevo marco fiscal de nueve años (hasta 2032) resulta “excesivamente largo” para Uatae, y solicita, además de una rebaja, que el mayor impacto en la merma de las cotizaciones se concentre en el primer año de aplicación (2023). A este recorte temporal se suma también la propuesta de reformar el sistema de protección social alrededor de los autónomos a partir de reformulación de la prestación por cese de actividad, la implementación de subsidios para las personas trabajadoras por cuenta propia con las mismas condiciones que los vigentes para los trabajadores asalariados, “singularmente en el caso los mayores de 52 años y los mayores de 45 años”, matiza el texto; y desarrollar nuevas políticas de extensión de las medidas en materia de conciliación familiar.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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