Un escándalo de corrupción salpica a Ant Group, el brazo financiero del gigante chino del comercio Alibaba
Un documental emitido por la cadena estatal de televisión de China pone la lupa sobre la relación de una de las filiales de Ant con un político local arrestado por prácticas ilícitas
Las malas noticias continúan empañando la imagen y aumentando la presión sobre Ant Group, el brazo financiero del gigante chino del comercio electrónico Alibaba. Después de someterse a una serie de reformas en los últimos 12 meses para contrarrestar las medidas impuestas por Pekín contra sus grandes tecnológicas, la cadena estatal de televisión de China emitió el miércoles un documental sobre un escándalo de corrupción que aparentemente involucra a la firma del magnate Jack Ma. El jueves por la noche, las autoridades disciplinarias del Partido Comunista prometieron “mantener una fuerte y persistente” campaña contra la corrupción que se ha traducido este viernes en una caída de las acciones de Alibaba en la Bolsa de Hong Kong.
El último capítulo de la serie de documentales de la Televisión Central de China (CCTV, por sus siglas en inglés) sobre funcionarios implicados en tramas de corrupción ha puesto la lupa sobre la tecnofinanciera. En el programa se alega que algunas empresas privadas hicieron “pagos desorbitados de manera irrazonable” al hermano de un antiguo jefe del Partido Comunista en Hangzhou —capital de la provincia de Zhejiang, donde Alibaba y Ant tienen su sede central— a cambio de beneficiarse de ciertos incentivos gubernamentales y recibir ayudas para adquirir bienes inmobiliarios.
El periódico británico Financial Times (FT) informa este viernes de que, en 2019, una unidad de Ant Group compró dos terrenos en Hangzhou a un precio rebajado después de adquirir participaciones en dos empresas de pagos móviles. La firma era propiedad del hermano menor de Zhou Jiangyong, antiguo secretario del Partido en esa ciudad y que fue arrestado el pasado agosto por corrupción.
Según se cuenta en el documental, Zhou habría ayudado a varias compañías a conseguir descuentos en propiedades inmobiliarias y a recibir políticas preferenciales tras comprar acciones en empresas controladas por su hermano pequeño, profesor en una escuela de negocios de Shanghái y fundador en 2016 de Youcheng United (Ningbo) Information Technology Development. Dicha tecnológica ganó dos concursos públicos para construir los sistemas de pagos móviles para el metro de las ciudades costeras de Ningbo y Wenzhou (ambas ubicadas en Zhejiang), cuando el mayor de los Zhou era secretario del Partido en la última, cargo que ostentó entre 2015 y 2018.
Confesión ante la audiencia
“Ganó aquellos concursos porque yo era funcionario del Gobierno”, confiesa el hermano mayor en el documental. Aunque en el programa no se menciona directamente la compañía fundada por Jack Ma, los registros públicos citados por FT en su artículo muestran que, en una de esas dos empresas propiedad del pequeño de los Zhou, la única corporación inversora externa era una de las unidades de Ant, mientras que, en la otra, figuraba como una de las tres firmas que habían inyectado capital.
En marzo de 2019, Shanghai Yunxin Venture Capital Management, subsidiaria de Ant, adquirió por 236.505 euros un 14,3% de las acciones y un puesto en el consejo de administración de Youcheng United. Unos meses después, Shanghai Yunxi compró por 194.769 euros el 13,5% del proveedor de pagos del metro de Hangzhou, propiedad de Zhou júnior.
FT apunta que, menos de un año después de que se cerrase esa segunda inversión, la tecnofinanciera de Alibaba ganó “como único licitador cualificado” una subasta para un solar en Hangzhou por unos 723 euros por metro cuadrado, según muestran los registros de la subasta de terrenos. Las páginas web de varias empresas inmobiliarias de la zona señalan que el precio de las viviendas en ese barrio supera los 6.260 euros por metro cuadrado.
Bajada en la Bolsa
Tan solo un día después de la retransmisión del documental de CCTV, la agencia estatal de noticias Xinhua publicó un comunicado de la Comisión Central de Control Disciplinario del Partido Comunista de China en el que las autoridades se comprometen a “mantener una lucha firme y persistente contra la corrupción” y en el que afirman que castigarán cualquier corrupción relacionada con “la expansión desordenada del capital” en diversas industrias y “cortarán el vínculo entre el poder y el capital”.
Es poco previsible que, en un año en el que el actual presidente chino, Xi Jinping, se prepara para ser reelegido con vistas a un tercer mandato sin precedentes, Pekín flexibilice su postura contra la corrupción. Máxime cuando fue mediante la lucha contra las prácticas ilícitas como Xi logró consolidar su poder al poco de asumir el cargo hace una década.
Por su parte, Jack Ma, el multimillonario más carismático de China, lleva más de un año alejado de los focos después de que las autoridades chinas torpedeasen en noviembre de 2020 la salida de Ant Group a la Bolsa de Hong Kong. Esta operación iba a ser la oferta pública inicial más grande de la historia, valorada en 29.500 millones de euros. Para más inri, el pasado abril, Alibaba fue sancionada por violación de las leyes antimonopolio con más de 2.300 euros, la mayor multa que ha recibido hasta el momento. Después de eso, la campaña de los reguladores para frenar el crecimiento desbocado de los poderosos sectores de la tecnología y de Internet en el gigante asiático, y para controlar la influencia de las grandes empresas, no ha hecho más que endurecerse. Tras publicarse la última llamada de atención de la agencia disciplinaria de China, las acciones de Alibaba en el parqué hongkonés han cerrado este viernes con pérdidas del 3,35%.
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