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Nueve de cada 10 latinoamericanos desconfían de su prójimo

Un nuevo estudio del Banco Interamericano del Desarrollo advierte de que la baja confianza en la región obstaculiza el crecimiento económico y la innovación

Isabella Cota
Latinoamérica
Personas con mascarillas caminan en una calle de São Paulo (Brasil), durante junio de 2020.Sebastião Moreira (EFE)

En comparación con las economías más grandes y desarrolladas del mundo, las de América Latina tienen mucha menos confianza, de acuerdo con el más reciente análisis publicado por el Banco Interamericano del Desarrollo (BID). El 90% de los latinoamericanos desconfían del prójimo, una cuarta parte de los niveles registrados en países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La desconfianza en la región es alta, va en aumento y penetra todos los rincones de la sociedad”, dice el reporte, editado por Philip Keefer y Carlos Scartascini. “Socava las relaciones productivas entre las empresas y dentro de ellas, erosiona el civismo y limita la capacidad de los ciudadanos para emprender acciones colectivas en apoyo de las leyes e instituciones que promueven el desarrollo sostenible”, aseguran los especialistas.

“Los nuevos hallazgos revelan que la desconfianza distorsiona las políticas que los ciudadanos exigen de sus gobiernos, priorizando las transferencias de dinero en efectivo por encima de servicios públicos como seguridad y educación, que mejorarían su bienestar”, informó el BID. El impacto en la democracia y la gobernabilidad es claro, según el documento. “En aquellos países en los que los niveles de confianza son reducidos, los ciudadanos son más reticentes a votar mejores políticas. También son menos propensos a reclamar cuando el Gobierno incumple promesas o apoyar acciones que desestimulen la búsqueda de rentas improductivas por parte del sector privado”.

El reporte titulado “Confianza: la clave para la cohesión social y el crecimiento en América Latina y el Caribe”, documenta cómo los países con mayor confianza tienden a gozar de mayores niveles de productividad, mientras que aquellos con bajos índices de confianza tienden a la informalidad. Un ejemplo es en el sector público. De los 2.500 funcionarios públicos de la región entrevistados por los investigadores, quienes expresaron mayor confianza reportaron compartir más información y colaborar más con sus colegas, agilizando al sector público. Por el contrario, los índices de confianza reducidos se asociaron con menos servicios gubernamentales digitales, peor calidad regulatoria y mayor evasión impositiva.

Se hizo también una encuesta a 3.000 empresas en el sector privado a través de una plataforma digital. Los resultados arrojaron que aquellos gerentes cuyas compañías tenían mayor competencia reportaron tener más confianza interpersonal que aquellas empresas que reconocieron tener menos competencia.

“Fortalecer la confianza es fundamental para que el sector empresarial se vuelva más dinámico y se realicen las reformas económicas necesarias para potenciar la recuperación de América Latina y el Caribe post covid”, apuntó el BID. “La transparencia de las elecciones, instituciones de los partidos políticos, participación ciudadana y corrupción, entre otros factores de gobernanza democrática, resultan esenciales para incrementar la confianza”, aseguró la organización.

El BID recomienda a los gobiernos elevar el nivel de transparencia del presupuesto, el gasto y las regulaciones, además de mejores campañas de información que comuniquen el cumplimiento de promesas y resultados. “La educación es la base de la confianza. El informe destaca que los individuos con mayor nivel educativo son más capaces de discernir si fueron víctimas de la mala suerte o de conductas ajenas oportunistas, incluso por parte de empresas o del Gobierno”, dice la publicación.

“Promover la confianza mediante una mayor transparencia e instituciones más sólidas debería ser una prioridad en la agenda política de América Latina y el Caribe”, dijo el presidente del BID, Mauricio Claver-Carone. “Mayor confianza significa menos burocracia que daña a los negocios, a las inversiones y a la innovación. Significa gobiernos más transparentes, comprometidos en cumplir sus promesas y a rendir cuentas. Y, por último, también implica ciudadanos comprometidos que den voz a sus opiniones y participen activamente para realzar las democracias y apoyar la construcción de sociedades más inclusivas”, añadió.

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Sobre la firma

Isabella Cota
Es corresponsal económica para América Latina. Como periodista de investigación trabajó con Quinto Elemento Lab, NHK, BusinessWeek y OpenDemocracy, entre otros. También fue staff de Bloomberg News y Reuters en Centroamérica y Reino Unido. Es licenciada en Comunicación y Máster en Periodismo de Negocios y Finanzas por City University London.

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