El Mobile World Congress muestra una voluntad “inquebrantable” de celebrar el salón en febrero

No hay otra voluntad que celebrar el Mobile World Congress entre el 28 de febrero y el 3 de marzo en Barcelona. Ese es el principal mensaje que se desprende de una carta abierta que John Hoffmann, consejero delegado de GSMA ha publicado hoy en la web de la patronal de la telefonía móvil, responsable de la organización del evento. En ella, la organización muestra una voluntad “inquebrantable” de mantener la edición de este año del salón y avisa que “solo consideraría un cambio en sus planes bajo la decisión de las autoridades españolas”. Desde Fira de Barcelona, cuyas instalaciones acogen desde 2006 el certamen, aseguran que trabajan con total normalidad en su organización, de la misma forma que lo hacen con los organizadores del ISE (Integrated Systrems Europe), que abrirá puertas el 1 de febrero.

El mensaje de Hoffman llega en lo que los expertos ya consideran, al menos en España, las puertas del pico de la sexta oleada de contagios por covid desde que se inició la pandemia en 2020. Y el máximo responsable de la patronal de móviles da por hecho que la convivencia con el covid-19 se prolongará durante los próximos años, por lo que “lidiaremos con los efectos”, motivo por el cual ha reclamado más que nunca “un liderazgo responsable”. Su referencia a las autoridades españolas sobre una posible anulación del salón lleva otro significado: la de difuminar sus responsabilidades económicas de una posible anulación del evento cuando apenas faltan ocho semanas para abrir puertas.

Las palabras del consejero delegado de la GSMA mandan, además, una señal firme de que no se duda sobre la celebración del próximo Mobile para evitar, dadas las actuales circunstancias de propagación del virus, que las grandes tecnológicas anuncien bajas que tengan un efecto dominó sobre el resto del sector. Por ello, fue importante que en diciembre pasado marcas punteras como Google, Samsung y Ericsson confirmaran su participación en la que se considera como la principal feria mundial de su sector, que en sus mejores épocas (hace tres años) había llegado a reunir a más de 100.000 personas en la capital catalana.

En 2020, con la pandemia irrumpiendo en todo el mundo, no se pudo celebrar in extremis. El año pasado lo hizo con una versión híbrida en la que convivieron en torno a 20.000 visitantes básicamente locales -tras pasar tests dde antígenos antes de entrar en los pabellones de Fira- con los eventos online. Este año, en el objetivo de GSMA está volver a tener representación internacional entre los visitantes, además de los expositores, y volver a convertir la feria en el gran negocio que era. A su favor juega que los niveles de vacunación han crecido y que se podrá utilizar el pasaporte covid como garantía adicional a los participantes. Está por ver si se exigirá también dar negativo en tests de antígenos para acabar de validar el acceso.

El jefe de la patronal de la telefonía manifiesta en su carta abierta que mantendrá en 2022 el mismo modelo que utilizó en 2021, cuando celebró los salones de Shanghái, Los Ángeles y Barcelona “en estrecha colaboración con las autoridades pertinentes” para que fuera segura para todos los participantes y ofreciendo información actualizada sobre la pandemia. Es esa experiencia la que, para Hoffman, es esencial “reunirnos con seguridad de nuevo en 2022″ con la participación de más de 1.500 expositores y asistentes llegados de 150 países diferentes.