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La autoridad alemana de la competencia despeja el camino para investigar las prácticas de Google

La entidad constata que el poder de la tecnológica estadounidense es “de suma importancia” para el mercado

Elena G. Sevillano
El logo de Google en la entrada principal de la sede de su compañía matriz, Alphabet.
El logo de Google en la entrada principal de la sede de su compañía matriz, Alphabet.DPA vía Europa Press (Europa Press)

El regulador alemán de la competencia parece dipuesto a ir a por el gigante Google y sus prácticas anticompetitivas. Casi ocho meses después de abrirle expediente, la Bundeskartellamt ha dado un paso más en sus investigaciones que despeja el camino para limitar las actividades de la tecnológica estadounidense en el país. Este miércoles la autoridad independiente ha clasificado a Google como una empresa con “una importancia significativa en los mercados”. Esta es la base para tomar medidas contra la compañía y sus prácticas que perjudican la competencia.

“Con más del 80% de la cuota de mercado, Google ocupa una posición dominante en el mercado de servicios de búsqueda general en Alemania y es el principal proveedor de publicidad basada en búsquedas “, explica el organismo en un comunicado hecho público en su página web. Además, en su ecosistema digital “Google tiene una influencia considerable en el acceso de otras empresas a sus usuarios y clientes publicitarios“, añade, y pone como ejemplos la propia búsqueda de Google pero también YouTube, Android y la Play Store. Esto le permite definir las reglas y condiciones para otras empresas, detalla el texto.

“Es un paso muy importante”, asegura el presidente de la oficina federal de la competencia, Andreas Mundt. Una modificación de la ley alemana de competencia que entró en vigor en enero de 2021 facilita investigar el comportamiento de las grandes corporaciones digitales y actuar con rapidez prohibiendo las prácticas que considere inadecuadas. En este periodo la Bundeskartellamt ha iniciado procedimientos contra otras tres plataformas: Facebook, Amazon y Apple.

Esta decisión sobre Google, que también afecta a la compañía matriz, Alphabet, es la primera que toma el organismo basándose en ese “nuevo instrumento”, en palabras de Mundt. Al considerar que la tecnológica es “de suma importancia” para el mercado, ahora podrá “tomar medidas contra las prácticas anticompetencia específicas de Google”.

La ley alemana es pionera en la lucha contra las prácticas anticompetitivas de los gigantes digitales en Europa. Varios Gobiernos europeos, así como la Comisión Europea, iniciaron hace unos años una ofensiva para tratar de poner límite al dominio sobre los datos de particulares y de empresas que ejercen las grandes tecnológicas. Bruselas tiene abierta una investigación formal a Apple por posibles restricciones a la competencia a través de su tienda App Store y de su servicio de pagos Apple Pay.

También hay en marcha un procedimiento contra el gigante de la venta online Amazon sobre el abuso de su posición de dominio al usar información de las empresas que usan la plataforma para comercializar sus productos. Italia impuso en diciembre una sanción de 1.128 millones de euros a la compañía estadounidense de comercio electrónico por penalizar a los vendedores independientes que usan su plataforma digital pero no utilizaban el servicio de logística de la propia Amazon.

La autoridad alemana tiene abiertos otros dos procedimientos contra Google, uno sobre el procesamiento de datos y otro acerca del servicio de noticias Google News Showcase. “El modelo de negocio de Google se basa fundamentalmente en el procesamiento de los datos de sus usuarios. Google tiene una ventaja estratégica”, aseguró Mundt el pasado mayo. Sobre el servicio de noticias, la oficina antimonopolio aseguró que Google debe garantizar que no haya discriminación entre los editores y proveedores de noticias que la empresa destaca para sus usuarios.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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