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Bruselas acusa a Amazon de vulnerar las leyes antimonopolio al usar de forma ilegal los datos de las empresas

La Comisión Europea abre una segunda investigación a fondo al gigante tecnológico por sus prácticas comerciales

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, durante una comparecencia el pasado octubre. En vídeo, sus declaraciones este martes.Vídeo: YVES HERMAN / REUTERS / EBS-QUALITY
Lluís Pellicer

Bruselas planta cara de nuevo a los gigantes tecnológicos por sus desmanes con los datos de las empresas europeas. La Comisión Europea ha concluido que Amazon ha infringido las normas antimonopolio comunitarias al usar “sistemáticamente” en su beneficio los datos privados de los vendedores independientes que comercializan sus productos a través la plataforma. La vicepresidenta de la Comisión, Margrethe Vestager, ha anunciado que el departamento de Competencia ha abierto una nueva investigación contra la compañía estadounidense por prácticas comerciales vinculadas a su programa premium que podrían constituir un abuso de su posición dominante en el mercado.

El Ejecutivo de Ursula von der Leyen se ha fijado como prioridad la batalla por los datos de los ciudadanos y las empresas de la UE. Y al margen de su plan para crear una gran nube europea, Bruselas quiere mantener a raya a las grandes tecnológicas estadounidenses. Vestager anunció el verano de 2019 que abría expediente a Amazon por presuntas prácticas que podrían poner a la firma de Jeff Bezos en una posición de abuso de mercado. “Hemos llegado a la conclusión preliminar de que Amazon ha abusado ilegalmente de su posición dominante como proveedor de servicios de mercado en Alemania y en Francia por haber usado datos confidenciales a gran escala para competir con los minoristas más pequeños. Ahora es el turno de que Amazon responda”, sostuvo Vestager. Amazon rechazó, en declaraciones a Reuters, todas esas acusaciones.

La raíz de la investigación está en el doble papel que tiene Amazon: es un enorme escaparate donde pequeños y medianos vendedores independientes pueden comercializar sus productos, pero a la vez es un comerciante que usa esa misma plataforma, compitiendo con el resto de vendedores. Y ahí está el conflicto: como proveedor de servicios, la compañía con sede en Seattle tiene acceso a los datos comerciales privados de sus vendedores, su volumen de visitas, ventas y envíos e incluso las reclamaciones que reciben de los clientes.

Vestager explicó que la investigación de los servicios de Competencia muestran que toda esa información “fluye directamente a los sistemas automatizados” del negocio. Y con todos estos datos se crea el algoritmo que permite calibrar sus ofertas minoristas o “decisiones comerciales estratégicas”. Por ejemplo, Amazon se estaría aprovechando de los datos de sus clientes para centrar sus ofertas allí donde hay mayores ventas o para ajustarlas dependiendo de lo que estuvieran haciendo sus competidores. En el pliego de cargos enviado a Amazon, Bruselas determina que esas prácticas le permiten evitar los “riesgos normales” de la competencia minorista y aprovechar su dominio de mercado, sobre todo en Francia y Alemania. En todo caso, ese pliego no prejuzga el resultado de la investigación.

Nueva investigación

Si la conclusión de esas indagaciones no fuera suficiente, Amazon afronta una segunda investigación en profundidad por parte de la Comisión. En este caso, Bruselas quiere investigar cómo la compañía elige al ganador de la Buy Box, es decir, el recuadro de compra que permite agregar artículos de un minorista directamente a su carrito de la compra. Los servicios de Competencia creen que esa caja destacada es crucial para los vendedores, puesto que genera multitud de ventas. De forma paralela, la Comisión quiere investigar qué tipo de acceso da la plataforma a los clientes prime, puesto que ese volumen de compradores crece de forma continua y tiende a generar más ventas.

En 2018, la relación de Amazon con sus vendedores ya despertó sospechas en las autoridades alemanas de Competencia. Y el propio Congreso de Estados Unidos inició el año pasado pesquisas para averiguar si Google, Facebook, Apple y Amazon llevan a cabo conductas anticompetitivas.

El pliego de cargos que Bruselas ha mandado a Amazon llega justo cuando el rol del gigante tecnológico más había crecido a causa de la pandemia. Sin embargo, Amazon puntualizó que representa “menos del 1% del mercado minorista mundial” y añadió que “en todos los países” en los que opera se encuenta “minoristas de mayor tamaño”. “Estamos en desacuerdo con las afirmaciones preliminares de la Comisión Europea y continuaremos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que esta cuenta con la información necesaria para tener una comprensión precisa de los hechos”, sostuvo un portavoz de la empresa.

Vestager es una vieja conocida para el gigante tecnológico. En 2017, la comisaria obligó a Amazon a devolver 250 millones de euros a Luxemburgo en impuestos no abonados por haberse beneficiado de un sistema fiscal favorable. La cantidad permanece congelada en una cuenta a la espera de que el Tribunal de Justicia de la UE se pronuncie al respecto. Google y Apple también han estado bajo la lupa de Vestager, que cumple su segundo mandato como comisaria. La primera ha recibido 8.000 millones en multas en tres procesos diferentes, mientras que la compañía de la manzana fue obligada a devolver a Irlanda 13.000 millones de euros. Probar los cargos no está siendo fácil en todos los casos. Apple ganó el primer asalto legal en los tribunales europeos para evitar el pago, y el caso se encuentra ante la justicia comunitaria tras el recurso contra la decisión presentado por la Comisión Europea.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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