Estados Unidos y Alemania estrechan el cerco sobre los gigantes tecnológicos
Berlín amplía a Apple sus investigaciones por restringir la competencia mientras la Cámara de Representantes se prepara para votar seis leyes que reduzcan el poder de Amazon, Google, Apple, Facebook y Microsoft
Las grandes economías occidentales se revuelven contra el poder casi omnímodo de los gigantes digitales que han revolucionado las pautas de comportamiento de los ciudadanos del siglo XXI al tiempo que sembraban un sinfín de dudas sobre sus excesos en el mercado. Tanto Estados Unidos como Alemania se preparan para minimizar los efectos perjudiciales de empresas como Google, Amazon, Facebook o Apple.
En EE UU, el comité de Justicia de la Cámara de Representantes tiene previsto votar este miércoles un paquete de seis leyes antimonopolio, incluidas algunas destinadas a recortar la presencia de mercado de las grandes tecnológicas. Es un paso decisivo en la ofensiva política y judicial contra las Big Five (Amazon, Google, Apple, Facebook y Microsoft) emprendida durante el mandato del republicano Donald Trump, y que la presidencia del demócrata Joe Biden parece dispuesta a proseguir. Biden lanzó una potente señal con el nombramiento de destacados expertos antitrust como la profesora de Derecho Lina Khan, nueva jefa de la Comisión de Comercio Federal, o el también académico Tim Wu, teórico de la denominada política de neutralidad en la red, como miembro consejo económico nacional. Ambos son muy críticos con la posición de dominio de las tecnológicas
El comité de la Cámara de Representantes considerará posibles enmiendas y a continuación decidirá si traslada al pleno el borrador para su votación definitiva. Dos de los seis proyectos de ley —que fueron presentados la semana pasada— enfocan directamente a compañías como Amazon y Alphabet Inc, la matriz de Google, por crear plataformas para otros negocios a la vez que compiten contra ellos desde una posición de poder. De aprobarse, el proyecto de ley obligaría a las grandes compañías a deshacerse de parte de las mismas, limitando así su posición de mercado.
Según los críticos, las Big Five han campado a su antojo en el sector durante las dos últimas décadas mediante la adquisición de rivales potencialmente peligrosos para eliminar todo rastro de competencia, una práctica denunciada en sendas causas contra Facebook y Google incoadas en enero. Las últimas, entonces, de un rosario de demandas instruidas por numerosos Estados y fiscales estadounidenses durante los últimos años.
El proyecto de ley que obligaría a las tecnológicas a deshacerse de parte de los gigantescos grupos es el que ha recibido más críticas por parte de los poderosos lobbies del ramo, que sostienen que acabaría con promociones y ofertas populares como el día de Amazon Prime, celebrado precisamente este lunes.
Frenar el monopolio de las tecnológicas es un punto en el que están de acuerdo demócratas y republicanos, no solo bajo el mandato de Biden, también durante la anterior legislatura. “Estos bandoleros de hoy en día están aumentando su poder gracias a la competencia desleal”, dijo la semana pasada el demócrata David Cicilline, responsable del subcomité antimonopolístico del citado comité de Justicia. El republicano Ken Buck aseguró, por su parte, que cada vez son más sus correligionarios contrarios al abuso de poder de Silicon Valley.
Uno de los proyectos de ley exigiría a una plataforma que se abstenga de realizar cualquier fusión a menos que pueda demostrar que la empresa adquirida no compite con ningún producto o servicio ofertados por aquella. Otra de las iniciativas requeriría a las plataformas que los usuarios puedan permitir el acceso a sus datos a terceros, incluidos competidores.
El último de los seis proyectos de ley complementa una medida ya aprobada por el Senado, que aumentaría el presupuesto de las autoridades antimonopolio y haría que las empresas que planean las mayores fusiones paguen más, además de apuntalar la jurisdicción de los tribunales para que los acusados no trasladen las demandas a tribunales más clementes. Según los expertos, este último proyecto es el que tiene más probabilidades de convertirse en ley, si bien los defensores de la legislación esperan que el consenso de demócratas y republicanos haga posible sacar adelante todas las normas pese a la presión de los lobbies del gremio.
En Alemania, cuatro procedimientos en seis meses
En Alemania, la investigación ya ha empezado. Primero les tocó el turno a Facebook, Amazon y Google. Y ahora a Apple. La autoridad independiente que vela por la competencia en los mercados alemanes, la Bundeskartellamt, ha emprendido una batalla contra las prácticas contrarias a la competencia de las grandes tecnológicas de internet. En apenas seis meses, desde que se cambió la ley alemana para facilitar la investigación de las corporaciones digitales, la oficina ha abierto cuatro procedimientos. El último, conocido este lunes, contra Apple para estudiar si la compañía de la manzana está entorpeciendo la libre competencia de sus rivales con el sistema operativo iOS de sus teléfonos móviles iPhone.
“Comprobaremos si Apple ha construido un ecosistema digital alrededor del iPhone con el sistema operativo propietario iOS en varios mercados”, señaló Andreas Mundt, presidente del organismo. La Bundeskartellamt no solo investigará la posición de mercado de Apple en servicios como la App Store, Apple Music o iCloud, sino también cómo es su acceso a los datos de los usuarios y lo que hace con ellos.
Con Google, cuyo modelo de negocio se basa en el procesamiento de los datos de sus usuarios, anunció también una investigación acerca de si a los consumidores se les dan realmente opciones sobre el empleo de sus datos cuando usan los servicios de estas compañías. La oficina sospecha que el consentimiento, base legal para procesar los datos en Europa, es forzado o al menos manipulado.
Los procedimientos de la oficina antimonopolio alemana se suman a los que mantiene abiertos la Comisión Europea. En el caso de Apple, las quejas de competidores forzaron en Bruselas la apertura de un expediente el año pasado: la compañía impone el uso obligatorio de su propio sistema de compras y aplica a otras empresas una comisión del 30% por las adquisiciones que los usuarios hacen a través de su sistema de pagos. La autoridad alemana, que también ha recibido quejas de asociaciones de industria y publicidad en los medios, se pondrá en contacto con las autoridades comunitarias para ver cómo avanza esa investigación, dijo en el comunicado.
El nuevo instrumento de la legislación alemana funciona en dos fases: una primera sirve para determinar la importancia de la empresa en los mercados cruzados para la competencia. La segunda permite actuar y prohibir determinadas prácticas que se hayan considerado monopolísticas.
El primer procedimiento que abrió la Bundeskartellamt fue contra Facebook, en enero pasado, de la que dijo que ostenta “una posición de poder económico que es difícil de atacar” por otros competidores, al tener una fuerte presencia en el mercado con la red social del mismo nombre, WhatsApp e Instagram.
El segundo procedimiento afecta a Amazon, aunque la autoridad de competencia ya tenía abiertos expedientes contra esta compañía basados en la legislación anterior. Quiere determinar hasta qué punto Amazon utiliza algoritmos de control de precios para influir en los minoristas que operan en su mercado y si viola las reglas de competencia por sus acuerdos con fabricantes de marcas que excluyen a otros minoristas que venden esas mismas marcas.
En el punto de mira de Bruselas
La Comisión Europea quiere atar corto a las grandes tecnológicas para evitar que su posición de dominio acabe con la competencia. En el último año, Bruselas ha puesto en marcha o concluido investigaciones sobre los gigantes norteamericanos. El último proceso en arrancar fue contra Facebook para determinar si la compañía fundada por Mark Zuckerberg vulneró las reglas de competencia al usar datos recopilados de sus anunciantes. Además, la Comisión también indaga si la plataforma está vinculando sus servicios de clasificados con la red social.
Una investigación parecida concluyó Bruselas contra Amazon. Los resultados del proceso arrojaron que la firma había infringido las normas antimonopolio al usar “sistemáticamente” los datos privados de vendedores independientes que comercializan sus productos a través de la plataforma para elaborar su estrategia comercial. También Google ha sido objeto de investigación después de que la Comisión considerara que estaba copando el sector de los comparadores. Apple, por su parte, está en el punto de mira de las autoridades de Competencia comunitarias por abuso de posición dominante en la distribución de aplicaciones de descargas musicales a través de la App Store, aplicando unas comisiones que penalizan a compañías como Spotify. / LLUÍS PELLICER
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