Yolanda Díaz: “Tenemos que publicar la reforma laboral antes del 31 de diciembre y lo vamos a hacer”
Las vicepresidentas primera, Nadia Calviño, y segunda se muestran confiadas en que habrá un acuerdo antes de acabar el año para cambiar el Estatuto de los Trabajadores
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está absolutamente convencida de que antes de que acabe el año la reforma laboral estará aprobada por el Gobierno y publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). “No tengan duda, España cumplirá con el componente 23 en la parte que tiene que ver con la reforma del mercado de trabajo que, además, es absolutamente imprescindible para paliar los grandes déficits estructurales que tiene España, que como conoce muy bien, sustancialmente, tienen que ver con la temporalidad y la precariedad”, ha zanjado en Bruselas antes de entrar a la reunión de ministros de Trabajo de la Unión Europea este lunes.
Poco después, en el mismo escenario, ha sido la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien ha paseado el optimismo por la capital comunitaria. A pesar de que ambas vicepresidentas no suelen coincidir en sus posiciones, este lunes lo han hecho. Al menos, las dos confían en que se van a cumplir los plazos previstos y con final feliz: “Estamos trabajando intensamente y confío en que lleguemos cuanto antes a un acuerdo y podamos tener las normas aprobadas antes del final de año”, ha señalado Calviño.
En las últimas semanas, los negociadores de los sindicatos UGT y CC OO, de la patronal CEOE y del Gobierno han intensificado sus reuniones para llegar a tiempo y tener listos los cambios legales del mercado laboral antes de acabar el año. El objetivo es cumplir con el calendario que el Ejecutivo español y el europeo han pactado para ir alcanzando hitos del plan de recuperación e ir recibiendo el dinero que conlleva. Pero las negociaciones están siendo difíciles. Todavía hay diferencias sustanciales entre las partes, aunque varias fuentes de la negociación explican a este diario que están convencidas de que, finalmente, habrá un pacto sobre la campana: toda una tradición del diálogo social en España.
Lo que esas fuentes dicen en privado también lo apunta Díaz en público cuando señala que ella trabajará con “ahínco” para que los empresarios, la parte más reticente en las negociaciones, formen parte del acuerdo. No obstante, a tenor de lo que sucedió la semana pasada van a tener que avanzar mucho las conversaciones en estos días. El pasado miércoles la patronal puso sobre la mesa un documento de máximos sobre temas ya hablados en el diálogo social en los últimos ocho meses (agentes sociales y Gobierno retomaron las negociaciones en marzo) e, incluso, antes de la pandemia: temporalidad y negociación colectiva.
Con ese documento, echaba agua sobre alguna de las velas que mantenían iluminada la negociación. Su rechazo frontal a la limitación de la temporalidad sobre la base de un porcentaje —ya sea general o sectorial—, junto con la creación de un solo contrato en el que se recogen hasta seis causas de producción que permiten la justificación de un contrato temporal (la propuesta del Gobierno es de tan solo dos); y la defensa de la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial dinamitaron los pilares de algunos puentes en cuya construcción ya se había avanzado.
También ha apuntado la vicepresidenta segunda que mucho del trabajo necesario para que la reforma esté lista en tiempo y forma ya se ha hecho: “Hemos tenido muchísimas reuniones con la Comisión Europea, hemos trabajado mucho y bien, y créame, estamos ya en la pista de salida para la publicación en el BOE. Por tanto, sin lugar a dudas, estamos en el tramo final”, ha remachado.
Junto a los cambios en el Estatuto de los Trabajadores —lo que se entiende popularmente como reforma laboral— los compromisos con Bruselas también conllevan cambios profundos en las políticas activas del mercado de trabajo y en los servicios públicos de empleo. Sobre esto, Díaz ha esgrimido el anteproyecto de ley de empleo que el Consejo de Ministros aprobó el viernes al subrayar que “es una de las grandísimas reformas de nuestro país”.
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