Invertir en China se convierte en una trampa
La nueva política de Xi Jinping castiga a empresas de internet e inmobiliarias, así como a firmas de juegos y educación
Los inversores mundiales empiezan a desconfiar de China. No solo les preocupa la prevista desaceleración económica, sino que su principal desasosiego nace del anuncio de la nueva política del presidente, Xi Jinping, bautizada como “prosperidad comunitaria” y que busca anteponer al ciudadano frente al beneficio empresarial. Un término que acuñó el presidente Mao Zedong, pero que había caído en desuso durante décadas: Xi Jinping lo ha repetido 65 veces en los discursos de este año. Y no ha sentado muy bien a los mercados, ya que el índice bursátil MSCI China cayó un 12% durante el último mes y ha bajado casi el 18% en los últimos dos meses, temeroso del nuevo programa económico.
Paul Moran, profesor del Master in International Finance del IEB, explica que, bajo la presidencia de Xi Jinping, las políticas chinas han cambiado. “El pasado mes de agosto, la Comisión Central de Asuntos Económicos y Financieros del Partido Comunista Chino, presidida por Xi, había enfatizado la necesidad de regular los ingresos excesivamente altos y alentar a los grandes grupos a devolver más a la sociedad”, explica. Y el pasado 3 de septiembre, el gigante del comercio electrónico Alibaba ofrecía una donación de 15.500 millones de dólares para el programa “prosperidad comunitaria” que no sentó bien a su cotización, que bajó un 4% en la Bolsa de Hong Kong.
Casualmente, todo comenzó en noviembre del pasado año cuando el Gobierno chino frenó la salida a Bolsa de la filial bancaria de Alibaba, Ant Group —una operación de 37.000 millones de dólares—, después de que el magnate Jack Ma criticase a los reguladores de su país. Pero ha habido muchos episodios más recientes. La Administración del Ciberespacio de China anunció que Didi, la empresa de transporte de pasajeros más grande de China, tenía “problemas por violar seriamente las leyes sobre la recopilación y el uso de información personal” y ordenó que la app se eliminara de las tiendas de aplicaciones móviles. Las acciones de Didi en la Bolsa de Nueva York cayeron más de un 20%, explica Paul Moran.
El pasado agosto también prohibió las empresas de educación con ánimo de lucro y la firma New Oriental Education and Tech vio cómo sus acciones pasaban de 1.362 dólares hongkoneses a tan solo 18. Flaco favor ha hecho a las firmas del sector el reciente anuncio del Gobierno chino de limitar a tres horas semanales el tiempo que los adolescentes y niños pueden estar “enganchados” a sus videojuegos.
El otro gran sector afectado por la nueva política es el inmobiliario, cuyo crecimiento de precios se ha limitado a un 5% anual para los alquileres en las viviendas urbanas. Además, se ha reducido la prima a un 15% a las corporaciones locales en las subastas de suelo público que realizan. Magdalene Teo, analista de renta fija en Asia del banco suizo Julius Baer, explica en un informe que “los reguladores reiteraron que impulsarían la oferta de viviendas asequibles en los próximos cinco años, enfatizando que la vivienda es para vivir, no para especular”.
A este freno a la especulación inmobiliaria se suma la crisis de la promotora china Evergrande, la de mayor tamaño del sector, que se enfrenta al riesgo de impago y cuyas acciones han caído un 77% en el último año. “La empresa se está quedando rápidamente sin opciones y vemos una probabilidad cada vez mayor de que se produzca un evento de reestructuración o un impago desordenado. Las ramificaciones de esta situación serán de gran alcance para el sector de bonos high yield (alta rentabilidad, HY) de China. En lo que va de año, el segmento HY de China en el índice de bonos corporativos de mercados emergentes de JP Morgan ha bajado más de un 4%, en gran parte debido a Evergrande y al contagio a otros promotores de alto rendimiento”, explica Mohammed Elmi, director de la cartera de renta fija de la gestora Federated Hermes.
Afectados y beneficiados
Pero desde la óptica de los mercados siempre hay matices. Hay gestores y analistas que ven oportunidades en China con esta nueva política de Xi Jinping. Y otros extremadamente críticos, como el famoso inversor George Soros, que en un reciente artículo de The Wall Street Journal calificaba de trágico error invertir en China y reprochaba a la gestora BlackRock su apuesta por el país.
Recientemente, BlackRock —primera firma extranjera autorizada para vender productos de inversión a ciudadanos chinos— apuntaba: “Estamos sobreponderados sobre una base estratégica, aunque vemos riesgos a corto plazo. El crecimiento se está desacelerando al mismo tiempo que la política es estricta: la represión antimonopolio está en curso”.
Desde el banco suizo UBS ven ganadores y perdedores. Y recomiendan a los inversores que se mantengan al margen en sectores con alto riesgo político, como la propiedad, la salud e internet, así como en el segmento del ultralujo. “Preferimos sectores como la energía o servicios al consumidor y firmas productoras de bienes duraderos. También esperamos un buen comportamiento en el sector de tecnología verde”, explican.
Desde la gestora Fidelity, Catherine Yeung, directora de renta variable de Asia-Pacífico, discrepa en cuanto al sector de la salud, que considera uno de los más prometedores de la economía china para los próximos años. Eso sí, también advierte sobre las firmas de internet chinas: “Los riesgos de regulación aún no han tocado techo en el espacio de internet y hay que estar atentos a aspectos tales como la legislación sobre seguridad de los datos, las investigaciones relacionadas con la competencia, las prestaciones de empleo y la regulación de contenidos. La confianza de los inversores probablemente permanezca en niveles bajos”.
Pero en Bolsa, el precio es crucial y para algunos gestores como Celso Otero, de Renta 4, si se tiene un horizonte de medio y largo plazo hay oportunidades interesantes en las tecnológicas chinas tras el castigo recibido. Teoría en la que coincide con la experta de Fidelity. “Estamos viendo a muchas compañías del espacio tecnológico cotizar en niveles históricamente bajos y con descuentos significativos respecto a sus homólogos de otros países. Reconocemos que existe potencial de cambio de modelos de negocio. Aun así, en la inversión siempre se trata de riesgo/recompensa, y en el caso de muchas empresas, esa relación parece favorable después de los últimos movimientos”, concluye.
Cómo evitar sustos
El banco estadounidense Goldman Sachs ha elaborado un calendario para lo que queda de ejercicio que recoge los principales eventos de las autoridades chinas. Puede servir de guía a los inversores sobre cómo se va aplicando y se aplicará su política de “prosperidad comunitaria”. Como indican desde el banco, los nuevos mensajes “podrán tener importantes implicaciones en el mercado en los próximos meses”:
—Reunión del politburó a finales de octubre: los legisladores pueden revisar la marcha de sus medidas y discutir las perspectivas de las nuevas políticas.
—La sexta sesión plenaria del XIX Congreso del Partido en noviembre: es probable que los temas a incluir sean la mejora de la supervisión del propio partido y el fomento de la cultura.
—Reunión del politburó a principios o mediados de diciembre: sería la preparación para la Conferencia de Trabajo Económico Central, donde se establecerían los objetivos para 2022. Es probable que haya discusiones de mercado sobre objetivos económicos, como PIB, inflación y déficit.
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