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La familia de Haitam denuncia que su muerte se produjo por el “uso desproporcionado y excesivo” de la fuerza por parte de la Policía

Los abogados de los parientes piden una segunda autopsia y nuevas diligencias con el objetivo de acreditar “que ha habido un homicidio”

Familia Haitam

La familia de Haitam Mejri, el hombre de 35 que falleció a principios de diciembre durante una intervención policial en Torremolinos (Málaga, 71.329 habitantes), ha solicitado una segunda autopsia del cadáver para conocer las causas de su muerte. También, a través de su representación legal, los parientes del fallecido han pedido que se cite como testigos al personal sanitario que le atendió en el locutorio donde perdió la vida tras ser reducido por cinco miembros de la Policía Nacional y recibir varias descargas de pistolas Taser. Sus abogados, Samuel Tejada y Miriam Rosales, sostienen que de las imágenes de la cámara de seguridad del establecimiento a las que han tenido acceso se desprende que la víctima nunca mostró agresividad frente a los agentes y que obedeció sus mandatos. También que hubo un “uso desproporcionado y excesivo” de la fuerza y que ello causó su muerte, de ahí que crean que los hechos deben ser considerados como homicidio doloso.

El fallecimiento de Haitam, que residía en Málaga desde hace tres décadas, se produjo pasadas las 19.30 horas del domingo 7 de diciembre. El hombre había entrado a un locutorio en Torremolinos, supuestamente, a pedir un cargador porque se había quedado sin batería en el móvil. El propietario del locutorio lo vio nervioso y pensó que quería asaltarle, así que salió del local y cerró con llave la puerta para que no pudiera salir de allí. Entonces llamó al 112 para denunciar un robo con violencia. Tres patrullas de la Policía Nacional acudieron unos 15 minutos más tarde. Mientras un agente se quedaba en la puerta para que nadie más entrara, los otros cinco acabaron reduciendo a Haitam y, una vez en el suelo, le dieron descargas con pistolas eléctricas para poder esposarlo. Poco después, falleció. Fuentes policiales aseguraron que se debió a una parada cardiorrespiratoria y que la actuación fue conforme a derecho, pero la familia sostiene que el motivo es la agresividad y fuerza mostrada por los policías. Fuentes judiciales han explicado que el juzgado —la causa ha recaído en la Sección de Instrucción del Tribunal de Instancia número 1 de Torremolinos, que abrió diligencias de oficio— “está pendiente de informes forenses que determinen la causa de la muerte”.

“Nuestro único objetivo es el esclarecimiento completo, objetivo y transparente, de las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Haitam”, ha señalado este jueves el hermano del fallecido, Nasser Mejri, durante una intervención en la que ha querido resumir los sentimientos de su familia. Junto a su madre, Amina, ha insistido en que el vídeo —que recoge desde que la víctima entró al locutorio hasta que sale, ya sin vida— descarta la existencia de un supuesto robo (porque aunque había billetes encima de la mesa y la caja estaba abierta, nunca tocó el dinero) y que las tijeras que el hombre tenía en sus manos —de papelería y punta redondeada— estaban en el interior del local previamente y las soltó en cuanto la policía se lo pidió; también que no hubo agresividad con los agentes. “Resulta difícil mantener la confianza en determinadas instituciones que se han esforzado en trasladar a la opinión pública una versión de los hechos sensiblemente distinta a la que reflejan las imágenes”, ha destacado Nasser.

Nuevas diligencias y más imágenes

Hasta el momento solo se han hecho públicos algunos vídeos difundidos por testigos. Duran apenas unos segundos y están cortados, lo que impide conocer la secuencia completa desde la llegada de Haitam hasta la intervención policial. Los abogados de la familia ya los tienen al completo y, aunque los han facilitado a los medios por cautela ante el proceso judicial abierto, sostienen con rotundidad que el fallecimiento se debe a “más causas” aparte de los calambrazos recibidos con las pistolas Taser. Relatan que el hombre fue reducido y, después, recibió varias descargas con las armas eléctricas y recibió un “uso desproporcionado” de la fuerza por parte de los policías. “Las imágenes descartan un comportamiento imprudente por parte de la policía. Ello significa que ellos sabían que había un riesgo y que aun así han empleado unos medios que pueden causar la muerte. El riesgo lo han apartado y han seguido adelante”, ha sostenido Samuel Tejada.

El abogado subraya que entre las diligencias solicitadas por su parte se encuentra una segunda autopsia para que se sume a los resultados de la primera, que de momento solo destacan que la muerte es violenta, pero sin explicar la causa. Estos pasos buscan “acreditar que ha habido un homicidio y que ha sido provocado en un exceso de la fuerza”. También, aseguran, habrían pedido las imágenes de los dispositivos de grabación que las pistolas Taser llevan incorporados —que empiezan a grabar en cuanto se activan las armas— pero que la jueza que lleva el caso ya las ha solicitado. Y confían en que los agentes que portaban cámaras en su pecho también cedan las imágenes, aunque creen que “quizá” no lo hagan porque son aparatos privados sufragados por los propios agentes y no por la Policía Nacional.

Tanto la familia como los letrados han solicitado una disculpa y una “retractación pública” por parte de quienes han manifestado estos días “que se trataba de un robo, que el fallecido actuó de manera agresiva o que han difundido comentarios relativos a supuestos antecedentes”. Más allá de la propia Policía Nacional, que considera que la actuación de los agentes es “sujeta a derecho”, según fuentes del cuerpo, varias organizaciones policiales han defendido el trabajo de los policías con vehemencia en los últimos días. Desde el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) definieron a Haitam como “delincuente”, mientras, desde Jupol, sostenían: “Todo nuestro apoyo a los compañeros que intervinieron ante un sujeto muy agresivo que les recibió al grito de Alá es grande esgrimiendo unas tijeras”. La portavoz de este sindicato, Laura García, sostuvo en Canal Sur que Haitam “estaba completamente fuera de sí” y que las pistolas Táser se utilizaron directamente sobre el cuerpo del detenido una vez en la pierna y dos en los brazos algo “incompatible con una muerte”, pero tampoco han aportado las imágenes. “La tranquilidad que tenemos es que está grabado todo completamente sin ningún corte”, destacó la representante de Jupol. La misma que tiene la familia, que defiende una posición completamente distinta. “Toca esperar” a la investigación del juzgado, sostienen fuentes judiciales.

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Sobre la firma

Nacho Sánchez
Colaborador de EL PAÍS en Málaga desde octubre de 2018. Antes trabajé en otros medios como el diario 'Málaga Hoy'. Soy licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga.
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