El precio de la luz baja este viernes ligeramente, pero marca su segundo nivel más alto de la historia
El megavatio hora (MWh) caerá un 3% hasta los 119 euros después de que el jueves pulverizara su récord en el mercado mayorista
El precio de la luz en el mercado mayorista bajará ligeramente este viernes, pero sigue encaramado en niveles especialmente elevados. El megavatio hora se situará en los 118,99 euros, el segundo precio más alto de la historia. Esta cifra supone un descenso del 3% respecto al día anterior, en el que marcó su máximo histórico, con 122,76 euros. La imparable escalada en la que lleva instalado el mercado desde hace unos meses ya ha convertido a agosto en el mes más caro desde que hay registros, con un promedio de 104,33 euros el MWh. En lo que va de año, la media ya supera los 68 euros, por encima del anterior récord registrado en 2008.
Los principales responsables del esta espiral alcista son la cotización disparada del gas en los mercados internacionales, que se han triplicado con creces en comparación con 2020 —a su vez, un año atípico por la baja demanda causada por el parón de la actividad debido a la pandemia—, y de los derechos de emisión de CO₂ en el mercado europeo, que se han encarecido tras la decisión de Bruselas de recortarlos a un ritmo más sostenido para acelerar la hoja de ruta hacia la transición verde.
Estos dos elementos han provocado desequilibrios en el mercado mayorista, cuyas reglas de formación de precios son iguales en toda Europa. El sistema ordena las ofertas de venta de energía de la más barata ―como renovables y nuclear― a la más cara ―las que emplean combustibles fósiles― y prevé que todas las centrales se retribuyan al precio de la última tecnología que entra en el mercado para cubrir la demanda de cada hora del día. Es decir: si en una determinada hora hace falta emplear tecnologías contaminantes para cubrir la demanda, como el gas, cuyo precio ha crecido por la cotización en los mercados internacionales y por internalizar el coste creciente de los derechos de emisión, todas las demás se retribuirán al mismo precio.
Este sistema marginalista, que la UE defiende como el más eficiente, provoca que plantas ya amortizadas y con bajos costes de producción, como las nucleares y las hidroeléctricas, reciban unos ingresos extra conocidos como windfall profits o beneficios caídos del cielo. El Gobierno está trabajando en una medida estructural que limite el exceso de retribución de las centrales no emisoras, pero la decisión de tramitarla como proyecto de ley retrasará su entrada en vigor, lo que ha provocado fuertes fricciones entre los socios de coalición.
Tensión política
Unidas Podemos lleva tiempo exigiendo que se cree una empresa pública que gestione las centrales hidroeléctricas, que en este mes de agosto ―que va de camino a ser el más caro de la historia― marcaron el precio de la electricidad en el mercado en más de la mitad de las horas. Estas plantas son conocidas por usar la estrategia del coste oportunidad: pueden decidir cuándo desembalsar y aprovecharse de precios altos. Tras los últimos récords de precios, la formación morada también ha exigido a su socio que actúe de inmediato por la vía del decreto para topar los precios de hidráulica y nuclear.
El Ministerio para la Transición Ecológica, dirigido por la vicepresidenta Teresa Ribera, ha asegurado que estudiará la propuesta de Podemos, aunque ha señalado que “adolece de un análisis sobre su compatibilidad con la normativa comunitaria”. Ribera ha abierto la puerta a estudiar la propuesta de crear una empresa pública que gestione las centrales hidroeléctricas una vez se extingan las concesiones, descartando una nacionalización. Actualmente, las presas están operadas por compañías privadas, y en muchos casos habrá que esperar décadas para que los contratos terminen.
Transición Ecológica también ha empezado a investigar el vaciado de varios embalses para averiguar si ha habido especulación, y ha anunciado una nueva subasta de renovables que tiene el objetivo de acelerar el tránsito hacia la neutralidad climática y mitigar los precios en el medio plazo. Mientras tanto, se esperan que el mercado se mantenga en niveles disparados hasta al menos todo 2022.
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