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El precio de la luz caerá mañana pero será el sábado más caro de la historia

La electricidad en el mercado mayorista baja un 2,3% hasta los 114,63 euros. Oscilará entre los 130 euros por MWh a las 10 de la noche y los 89,14 euros entre las cinco y las seis de la tarde

Hugo Gutiérrez
Torre de alta tensión, en Madrid.
Torre de alta tensión, en Madrid.J.J. Guillén (EFE)

Con el fin de semana, llega por fin el ansiado respiro. El precio de la luz se baja del tren de las subidas que arrancó el lunes y que ha cerrado este viernes, con cinco días consecutivos de récord en el coste de la energía. El precio diario de la electricidad en el mercado mayorista se situará este sábado en los 114,63 euros el megavatio-hora (MWh), un 2,3% por debajo de los 117,29 MWh del día anterior, que fue la cota más alta jamás registrada, según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). Pese al retroceso, se trata del sábado más caro de la historia.

Por franjas horarias, el precio oscilará entre los 130 euros/MWh que costará entre las 10 y las 11 de la noche, y los 89,14 euros que se pagarán entre las cinco y las seis de la tarde. Se trata así de una bajada, pero mínima. De hecho queda muy por encima de los últimos sábados (los dos anteriores estuvo sobre los 65 euros, mientras que el resto de julio rondó los 90 euros de media). Con este bagaje se llega al ecuador de agosto que apuesta fuerte para superar el máximo de julio, que se coronó como el mes más caro de la historia. Si mantiene el ritmo, se alargarán los precios altos de la luz y, a buen seguro, los reproches mutuos entre oposición y Gobierno. De hecho, el Ejecutivo, en boca de la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya ha abierto la posibilidad de la creación de una empresa pública de energía.

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Este efecto, en el que el coste de la electricidad da un pequeño alivio durante los sábados y domingos, no es nuevo. Se debe a una menor demanda de energía por la bajada de la actividad laboral, lo que hace que se reduzca la necesidad de tirar de aquellas producciones más caras, por ejemplo centrales térmicas de carbón o de ciclo combinado. Esta última utiliza como fuente de alimentación principal el gas natural, cuyo precio está por las nubes desde hace meses y no se prevé que baje hasta la próxima primavera.

Para entender bien este proceso, es importante conocer cómo se produce la fijación de precios en el mercado diario. Este mecanismo se realiza mediante la casación de las ofertas de las empresas generadoras de electricidad y las compañías comercializadoras para cada hora de la jornada siguiente. Y el equilibrio entre oferta y demanda es el que determina el precio. Así, en lo que se conoce como el pool (piscina, en inglés) eléctrico, tienen prioridad las energías más baratas, como las renovables o la nuclear. Si con estas no se consigue llenar esa supuesta piscina que representa la demanda total, entonces entran las más caras, como las que emplean combustibles fósiles. Una vez se cubre la necesidad eléctrica, el precio final que se paga por esa energía a todas las centrales lo determina la última oferta que entra. Es decir, si con las más económicas se cubre la demanda, se pagará un precio bajo. Sin embargo, si no lo consiguen y entran fuentes más caras, se apreciará notablemente el valor de todo lo que se consuma.

Por tanto, en momentos de alta demanda energética (por ejemplo durante la ola de calor que azota estos días España o lo que ocurrió el pasado enero durante el temporal Filomena) se suele disparar el precio. Más si cabe en un momento como el actual con el gas por las nubes —en torno a los 45 euros MWh— y el coste de los derechos de emisiones de CO₂ al alza —ya supera los 55 euros la tonelada—. A estos dos ingredientes principales también se les puede sumar una menor producción de energías renovables, por ejemplo por la falta de viento, formando una tormenta perfecta que tiene el bolsillo de los consumidores como principal víctima.

De esta forma, aunque el precio que marca el mercado mayorista para este sábado suponga un ligero respiro para los consumidores (especialmente para los 10,6 millones que se rigen por el mercado regulado, conocido como PVPC), los expertos creen que solo será un alto en el camino antes de continuar con unos precios energéticos en máximos. Todas las miradas apuntan ya al precio que se fije para el lunes en la subasta como el próximo gran hito. Además, esta espiral alcista impacta también al resto de consumidores del mercado libre, donde hay 16,2 millones de clientes, y no solo a los del mercado regulado, ya que las ofertas de las comercializadoras se realizan en función de la evolución del mercado mayorista. Es decir, todos los consumidores acabarán pagando estos precios desbocados.

Se diluye el ahorro de la rebaja del IVA

En caso de seguir con la escalada de precios el próximo lunes, el mercado se terminará de comer el ahorro inicial que supuso para los consumidores la rebaja del IVA decretada por el Gobierno hasta final de año. El tipo impositivo bajó del 21% al 10% el 25 de junio para los hogares con una potencia contratada de hasta 10 kilovatios (kW) ―la práctica totalidad―, siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista de la electricidad esté por encima de los 45 euros por megavatio/hora (MWh), un nivel de otros tiempos, muy por debajo del actual.

Con la media mensual del precio de los tramos horarios (horas punta, llano y valle) que comenzaron a utilizarse en junio, al incluirse ya en los datos de Red Eléctrica de España el máximo del viernes, las horas punta se han revalorizado desde la media de junio más de un 10%, el tramo llano un 16,6% y las valle poco más de un 16%. Así, si la bajada del IVA supuso un ahorro de unos 7 euros mensuales al inicio para un consumidor medio, con esta subida acumulada en menos de dos meses la rebaja en la factura de la luz se quedará en una horquilla de entre 1,5 euros y 3,5 euros a pesar de soportar ahora un 10% de IVA en lugar de un 21%.

Con esta tendencia alcista, parece evidente que este margen que todavía aguanta tardará solo unas semanas en reducirse a cero. Algo que algunos expertos creen que puede ocurrir antes de acabar el mes. “La factura de julio bajó respecto a junio, pero a este ritmo va a durar poco el alivio del IVA. En agosto o, a lo sumo, en septiembre, ya se habrá comido el ahorro por completo”, sostiene Francisco Valverde, consultor y analista del mercado eléctrico.

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Sobre la firma

Hugo Gutiérrez
Es periodista de la sección de Economía, especializado en banca. Antes escribió sobre turismo, distribución y gran consumo. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS tras pasar por el diario gaditano Europa Sur. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, Máster de periodismo de EL PAÍS y Especialista en información económica de la UIMP.

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